ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Las frutas preservadas


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2014  •  1.314 Palabras (6 Páginas)  •  323 Visitas

Página 1 de 6

ANTECEDENTES

Mientras que el origen preciso de las frutas preservadas aún es objeto de debate histórico, es Sabido que la elaboración de las jaleas probablemente comenzó hace muchos siglos atrás en Medio Oriente. Los árabes la habrían traído de los países del Sur de Asia y del entorno de Nueva Guinea donde la de caña de azúcar crecía de manera natural, para cultivarla en sus países de origen y posteriormente en España y Portugal.

Una creencia habla de que los cruzados que regresaban de sus invasiones trajeron consigo del mundo árabe jaleas y mermeladas a Europa. Hacia la Edad Media las jaleas, mermeladas y conservas de fruta ya eran populares en toda Europa. De hecho, la palabra "jalea" o "jelly" en inglés proviene del francés "geleé" que quiere decir congelado o escarchado. El primer libro de cocina conocido por el mundo "De asuntos culinarios" escrito por el gastrónomo romano Marcus Gavius Apicius en el primer siglo d.C., incluye recetas para frutas preservadas. La mermelada, se piensa, fue creada por el médico de María, Reina de Francia, en 1561, quién mezcló pulpa de naranjas con azúcar molida para aliviar los mareos de la Reina en sus viajes por barco. Hay quien asegura que la palabra mermelada proviene del francés "Marie Est Malade" o sea, "María está enferma". Al convertirse en una delicadeza real, los sabores fueron variando y enriqueciéndose. Cronistas reales de la época describen la magnificiencia de banquetes lujosos que siempre incluían jaleas y conservas de frutas entre sus menús.

La mermelada llegó al nuevo mundo cerca del siglo XVII, y los primeros llegados se apresuraron a elaborar jaleas y conservas con los frutos del nuevo continente. Fue en Estados Unidos que se descubrió que la pecticina extraída de las manzanas sirve para espesar la jalea.

Las jaleas y mermeladas se elaboran en cientos de sabores y variedades, desde la uva hasta exóticas mermeladas de chocolate, pasando por las delicadas jaleas de flores. La jalea y la gelatina son muy populares entre los menores, mientras que las conservas frutales son preferidas por el público adulto. Cada cucharada contiene alrededor de 48 calorías (menos para las jaleas bajas en calorías) además de contener 0 grasas. Las jaleas y mermeladas siguen siendo un ingrediente muy preferido para endulzar y aromatizar nuestros alimentos, desde pasteles hasta una simple untada en un pedazo de pan.

A diferencia de las mermeladas, la jalea no contiene partículas sólidas y puede tener una consistencia más firme, pudiendo cortarse en trozos.

INGREDIENTES

- 500 grs fresas

- 500 grs azúcar

- Pectina

PROCEDIMIENTO

Lava las fresas. Una vez que hayas seleccionado las fresas que vas a usar, ya sea que las escogiste tú mismo o las compraste en una tienda, colócalas en un colador con agua fría. Luego, agita las fresas y asegúrate de que estén bien enjuagadas. No querrás que cualquier bacteria que tal vez haya estado en las fresas sea parte de la mermelada. •También puedes usar fresas congeladas si no dispones de fresas frescas.

Quita la parte superior de las fresas y machácalas. Usa un cuchillo o una cuchara para cortar o sacar los tallos y las hojas de la parte superior de las fresas; tu objetivo es eliminar cualquier residuo verde. Una vez que todas las fresas estén limpias, viértelas en un tazón grande. Usa una cuchara grande de madera para machacar las fresas y que no se conviertan en una pasta grumosa. Al machacar las fresas, estas liberarán un poco de la pectina que contienen naturalmente

•También puedes cortar las fresas en cuatro partes en lugar de machacarlas.

Enciende la estufa a fuego medio. Mueve la mezcla de fresas y pectina cada cierto tiempo para que no se queme cuando empiece a hervir. Cuando la mezcla esté hirviendo, añade el resto de azúcar (cerca de cuatro tazas) y mueve.

Hierve la mezcla durante un minuto. Una vez que la mezcla haya hervido durante un minuto en fuego alto, retírala de la estufa. Retira la espuma que se haya formado en la parte superior de la mezcla de mermelada. La espuma es simplemente mermelada que está repleta de aire, así que puedes dejarla en la mezcla si deseas (no es dañina).Prueba si la mermelada está espesa o no. Sumerge una cuchara en agua helada durante varios minutos. Una vez que la cuchara esté fría, saca una cucharada de “jugo” de mermelada (la parte líquida de la mermelada) y deja que se enfríe a temperatura ambiente en la cuchara. Cuando esté a temperatura ambiente, comprueba su consistencia. Si se ha espesado bien, puedes continuar. •Si todavía está aguada, añade ¼ de paquete de pectina y hierve la mezcla de nuevo durante un minuto más.

Esteriliza los frascos. Es importante asegurarte de que los frascos estén muy limpios, ya que si contienen bacterias, estas pueden hacer que la mermelada se descomponga mientras está en tu despensa. De hecho, puedes poner tus frascos en un lavavajillas para esterilizarlos. Si tu lavavajillas tiene un ciclo de “esterilización”, aún mejor. Mantén los frascos en el lavavajillas en “secado caliente” hasta que necesites utilizarlos. Asegurarte de que se mantengan calientes te garantizará que no se rompan cuando viertas la mermelada caliente en ellos. •Si no tienes un lavavajillas, puedes usar agua caliente y jabón para lavar tus frascos. Después de que los hayas limpiado, enjuágalos con agua caliente y luego colócalos en una olla de agua hirviendo durante diez minutos. Déjalos en agua caliente (no hirviendo) hasta que estés listo para usarlos.

Coloca una olla de agua en la estufa a fuego alto. El agua debe estar muy caliente, pero no hirviendo. Una vez que haya alcanzado este nivel de calor, coloca las tapas de los frascos en el agua caliente. Hacer esto desinfectará las tapas, lo cual es tan importante como desinfectar los frascos.

Retira las tapas cuando estés listo para usarlas. Ten mucho cuidado al sacar las tapas del agua, ya que estarán muy calientes. Usa pinzas o un levantador magnético para sacar las tapas de manera segura. Puedes comprar un levantador magnético en cualquier tienda de suministros de cocina o en línea.

Vierte o echa la mermelada con una cuchara a los frascos. Llena los frascos dejando por lo menos un centímetro entre la mermelada y la parte superior de cada frasco. Asegúrate de limpiar cualquier sobra de mermelada en los lados o alrededor de la boca del frasco. Coloca la tapa en la parte superior de cada frasco y gírala hasta que no se pueda apretar más.

Hierve agua en una olla grande. Debe haber suficiente agua en la olla de tal manera que cuando coloques los frascos, todavía haya cerca de cinco centímetros de agua por encima de ellos. Coloca un trapo en el fondo de la olla para que cuando los coloques, no choquen contra ella. Coloca los frascos en la olla. Ya sea que uses una olla normal o una olla a presión, necesitarás dejar que los frascos hiervan durante diez minutos. Sin embargo, la altitud en la cual harás la mermelada determinará el tiempo que necesitas procesar tus frascos. Sigue estos tiempos básicos de procesamiento: hierve los frascos durante cinco minutos.

Asegúrate de sellar las tapas correctamente. Antes de poner la mermelada en la despensa, asegúrate de que las tapas estén selladas correctamente de modo que no abras un frasco y te des con la sorpresa de que la mermelada está descompuesta. Presiona hacia abajo en el centro de la tapa. Si el centro no se mueve, está bien; si hace un chasquido y el centro se hunde y regresa a su lugar, la tapa no está sellada correctamente. Una vez que abras la mermelada y la uses, deberás guardarla en tu refrigerador hasta agotarla.

CONSEJOS

•Si planeas usar la mermelada de inmediato, no necesitas sellar los frascos. En lugar de ello, simplemente pon tus frascos en el refrigerador y disfrútalos.

•Puedes agregar cuatro cucharadas de jugo de limón para aumentar la acidez de la mermelada, lo cual a su vez hará que se espese más rápido.

...

Descargar como  txt (7.9 Kb)  
Leer 5 páginas más »
txt