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Lazos Y Familia


Enviado por   •  16 de Octubre de 2014  •  2.661 Palabras (11 Páginas)  •  168 Visitas

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Educación ¿En casa o en la escuela?

La educación es un proceso que comienza siendo impartida por la familia y luego la escuela, con lo cual, se necesita de ambas partes para conseguir un pleno desarrollo educativo y personal del niño.

El ámbito familiar, es la esfera inicial para la primera socialización, ya que actúa como vínculo mediador entre el niño y su entorno. Pero aquí es donde comienza la cuestión de indagar que rol cumple realmente en la actualidad, esa institución, ya que hoy la escuela se encarga de cumplir ambas funciones (familia y escuela), de este modo, se ha cargado a las instituciones escolares con responsabilidades de algunas funciones primarias que antes eran labor de las familias.

Los cambios producidos en las familias, se deben a diferentes factores que hacen que muten a lo largo de la historia, lo cual conlleva a sustituir ciertos valores que antes se mantenían uniformes, se ha perdido la seguridad de definir los modelos que los adultos quieren para las nuevas generaciones, esto se debe a que los que los niños no solo pasan momentos en el espacio familiar, sino que también comparten otros. Esta desocialización se refiere a las “desaparición de los papeles, normas y valores sociales mediante los que se construía el mundo vivido” (Touraine, 1997,p.147) . Se destaca entonces, como las nuevas formas de familias son más débiles en los procesos de socialización, porque demandan que sus hijos construyan sus propias trayectorias.

Tal es así, que la institución familia, ya no es institución propiamente dicha, así como tampoco lo es, la institución escuela. Como consecuencia, en las familias ya no existen modelos prescriptivos de normas, entonces el individuo debe hacer frente a cada situación social con diversidad de acciones. Por consiguiente, se producen tensiones entre la norma escolar y cultura juvenil, con lo cual el docente es quien debe motivar a los alumnos, esta tarea se enmaraña cuando a esto se le suman labores que la familia ya no está en condiciones de brindar.

Así pues, con los cambios, y las puertas abiertas a renovaciones, los docentes dan cuenta de que los padres son esenciales para la educación de los niños, logrando redefinir el ejercicio profesional, como destaca Juan Carlos Tedesco (1995,p. 168) “La educación es una actividad donde la profesionalización integral no sería posible ni conveniente», requiriéndose –cuando menos– una «profesionalidad ampliada». Esto es, el profesional autónomo no es significativo y el profesional que trabaja de modo conjunta con sus compañeros, debe seguir ampliando sus horizontes, hacia el más allá; en especial, las familias.

Para ello, la escuela debe aceptar la importancia de la participación y la colaboración de los padres en la educación de los niños y la necesidad de una relación cordial entre docente y padres para que los profesores puedan realizar su función de manera efectiva.

Y, es que la educación no empieza y termina cuando toca el timbre porque el alumno es una ser que tiene vida fuera de la escuela por la que se ve muy influenciado; es por eso que la institución debe luchar por conseguir la integración de las familias permitiéndoles elegir la educación que quieren para sus hijos y hacer este proceso tan complejo, más efectivo y duradero.

Escuela y familia han de compartir inquietudes, intercambiar informaciones y pensamientos sobre la educación, la escuela, los hijos, para ayudar a establecer pactos y acuerdos sobre ciertas actuaciones hacia el niño.

Familias, escuela y comunidad: ¿por qué y para qué establecer vínculos?

Las escuelas, fundamentalmente aquellas que se encuentran en contextos de desventaja, no pueden trabajar aisladas de las familias y de las comunidades respectivas, debido que es indudable que cuando las escuelas trabajan conjuntamente con las familias para apoyar el aprendizaje de los alumnos, éstos suelen tener éxito.

Es por ello que es fundamental formar redes de colaboración que impliquen a los padres en las tareas educativas. Sin embargo, aunque el objetivo sea claro, he aquí donde radica el problema, la pregunta del cómo llegar hasta él. Ya que, si bien hay muchos escritos colmados de experiencias realizadas y resultados conseguidos, existen un conjunto de obstáculos y /o barreras que impiden la colaboración y el trabajo conjunto. Por un lado, los profesorados no siempre fomentan la implicación de las familias, en parte debido a la desconfianza sobre lo que pueden aportar a la mejora de la educación. Por otra parte, los padres no siempre participan cuando son inducidos, debido al desconocimiento e inseguridad sobre lo que ellos puedan hacer.

En los últimos tiempos, los profesores se quejan de cómo ante determinadas situaciones conflictivas, la actitud más común por parte de los padres es la de apoyar a sus hijos, en vez de colaborar. Para lo cual, es preciso romper las fronteras, ya que de lo que se trata es del objetivo común de educación para la ciudadanía.

La familia desempeña un papel crítico en los niveles de adquisición de los alumnos y los esfuerzos por mejorar esos resultados son mucho más efectivos si se ven acompañados y apoyados por las respectivas familias.

Para ello, hay distintos enfoques teóricos y prácticos sobre las relaciones familia-comunidad: un enfoque de integración de servicios comunitarios, apropiado para zonas desfavorecidas, un enfoque funcional de implicación de las familias, que describe los papeles y responsabilidades de los profesores y las familias para promover el aprendizaje de los alumnos; y el enfoque organizativo que apuesta por construir capital social mediante el establecimiento de redes y relaciones con la comunidad.

Enfoque de integración de servicios comunitarios

En la actualidad (en contextos de desventaja), es común encontrarse con situaciones en que las escuelas públicas proveen de un vasto conjunto de servicios a los alumnos y a las familias, en unión con otras organizaciones de su comunidad como por ejemplo, la apertura de los centros fuera del horario lectivo, necesidades familiares básicas, educación de adultos, servicios de salud; apoyo en general a las familias, actividades culturales, etc. Una vez realizado un diagnóstico de las necesidades de los alumnos, los alumnos y sus familias pueden ser conectados sistemáticamente con los servicios apropiados. Este enfoque, tal como lo destaca Dryfoos (2002; 2005) parte del principio de que para poder desarrollarse mínimamente, la educación requiere de comunidades saludables, por lo que se trata de proveer aquellos servicios que faltan.

Enfoque funcional de implicación de las familias

Familia, escuela y comunidad son tres esferas que, de acuerdo con lo propuesto

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