Lectura Y Redacción
DCASTRO28 de Mayo de 2012
3.748 Palabras (15 Páginas)507 Visitas
1. Planteamiento del problema
1.1 Descripción de la problemática
Hoy en día se percibe la necesidad de líderes de alto desempeño en el ámbito laboral, las empresas buscan la manera de pasar de un estado de sobrevivencia a un estado de éxito y crecimiento. La competencia es fuerte y la globalización se encuentra presente cada vez más.
Las empresas exitosas se ocupan en retener aquellos talentos que difícilmente han logrado identificar y atraer. Sin embargo, para que un líder pueda llevar a una empresa de meramente buena a una realmente excelente, no es trabajo sencillo, tarea que nos ocupa el describir: las fortalezas, características y competencias de aquellos que presentan un desempeño superior y a su vez permiten a las empresas perdurar en el tiempo, ser sustentable.
1.2 Propósitos
o Identificar las fortalezas que presentan los líderes contemporáneos de alto desempeño en el ámbito empresarial.
o Conocer la forma en que influyen las vivencias personales en los líderes contemporáneos de alto desempeño.
o Conocer la forma en que influyen las vivencias laborales en los líderes contemporáneos de alto desempeño.
o Indagar el significado que otorgan los líderes contemporáneos de alto desempeño a los conceptos de humildad y determinación en el ámbito laboral
1.4 Preguntas de investigación
¿Cuáles son las fortalezas que presentan los líderes contemporáneos de alto desempeño en el ámbito empresarial?
¿De qué manera influyen las vivencias personales en los líderes contemporáneos de alto desempeño?
¿De qué manera influyen las vivencias laborales en los líderes contemporáneos de alto desempeño?
¿ Cuál es el significado que otorgan los líderes contemporáneos de alto desempeño a los conceptos de humildad y determinación?.
1.3 Justificación
Se ha considerado trascendente realizar el presente estudio ya que las organizaciones actualmente se encuentran exigiendo líderes cada vez más competentes que les permitan llegar, mantenerse y sobrepasar los límites de la excelencia en el ámbito organizacional.
El nuevo milenio ha transformado las prácticas de las organizaciones y con ello las habilidades, talentos y conocimientos que el nuevo entorno empresarial demanda de los líderes. Las características, cualidades, comportamientos y vivencias que se describen en la presente investigación nos señalan que el líder de hoy requiere poseer un perfil muy distinto del líder de hace varias décadas, dado el contexto actual cuyo patrón se ajustaba en mayor medida al control y la supervisión.
Contexto Teórico de la Investigación
Análisis histórico de los enfoques de liderazgo
Hace siglos, la mayoría de los líderes nacían: los reyes, caballeros y barones heredaban sus funciones. Cuando las personas talentosas, firmes o corruptas asumían funciones de liderazgo, se suponía que algunas diferencias físicas las distinguían: la nariz aguileña, el maxilar prominente, el saludo firme.
Desde el siglo XIX los científicos sociales han tendido a enfocar el liderazgo de maneras bastante distintas. Aunque, en gran medida, un enfoque ha “dado origen” al siguiente, siempre ha habido investigadores que han llevado a cabo sus estudios dentro de un marco de trabajo muy poco popular y obsoleto, porque eran arcaicos o estaban adelantados a su tiempo. Debido a que estos enfoques muy diferentes han dado origen a determinadas teorías e ideas sobre la naturaleza del liderazgo se clasifican en tres grupos:
La teoría de los rasgos del liderazgo supone que hay características físicas y psicológicas distintivas que explican su eficacia.
La teoría del comportamiento del liderazgo supone que hay estilos distintivos que los líderes eficaces utilizan continuamente: pueden clasificarse de diversas maneras (es decir, autocrático, democrático, de no interferencia) o basarse en rejillas o modelos que especifican dimensiones como tarea y orientación a las personas.
Las teorías situacionales (o de contingencia) del liderazgo plantean que los estilos de liderazgo varían de una situación a otra.
El enfoque de los rasgos.
Se caracterizó por el enfoque de los grandes personajes en relación con el liderazgo. Fueron tres las interrogantes en las que se basaron las investigaciones de los teóricos de los rasgos antes de la Segunda Guerra Mundial:
• ¿Se podían identificar determinados rasgos de los grandes líderes?
• ¿Era posible seleccionar a las personas para ocupar puestos de liderazgo identificado presentaran rasgos apropiador?
• ¿Podría alguien aprender los rasgos que caracterizan a un líder efectivo?
Se suponía que una seria finita de rasgos individuales: edad, estatura, estatus social, facilidad de palabra, confianza en sí mismo, necesidad de logro, habilidades interpersonales, simpatía, etc., distinguían a los líderes de quienes no lo eran y a los líderes con éxito de aquellos que no lo tenían (Stogdill,1948). Los tipos de rasgos investigados con más frecuencia se han clasificado en diferentes grupos: características físicas (estatura, energía), antecedentes sociales (educación, estatus social), habilidades intelectuales (conciente intelectual, facilidad de palabra), personalidad (seguridad en sí mismo, tolerancia al estrés), orientación a la tarea (necesidad de lograr cosas) y habilidades sociales (competencia personal, tacto).
A lo largo de los años se han hecho grandes esfuerzos por identificar los rasgos que se asocian con los líderes de éxito (recuadro 12.1).
Es importante observar que estos rasgos incluyen aspectos de personalidad, habilidades cognitivas , estilos interpersonales y factores de habilidad. Al psicólogo acostumbrado a distinguir entre varias diferencias individuales, la lista le parece muy confusa y bastante arbitraria.
Durante más de 30 años, se han hecho muchos intentos por analizar los rasgos de personalidad asociados con el éxito en el área del liderazgo y la administración en particular (Ghiselli, 1963; Furnham, 1994). Ghiselli creía que la inteligencia de los individuos es en sí una buena predicción del éxito administrativo en un intervalo específico. Sin embargo es necesario observar que la inteligencia del líder debe equiparse con la de sus seguidores. Es posible que los líderes demasiado o poco brillantes pierdan el respeto de sus seguidores.
Recuadro 12.1 Rasgos de personalidad y otras características asociadas con los líderes.
Rasgos que se espera que caractericen a los buenos líderes.
Apariencia agradable Inteligencia
Buenos cuidados Confianza en sí mismo
Peso moderado Sensibilidad interpersonal
Adaptabilidad Diplomacia
Alerta Capacidad de persuasión
Firmeza Fluidez
Cooperación Creatividad
Ambición Confiabilidad
Agresividad Juicio
Entusiasmo Orientación hacia el logro
Perseverancia Extraversión
Tolerancia al estrés Integridad
Responsabilidad
Fuente: Tomada de listas de Yukl (1980).
En el cuadro 12.3 se resumen los resultados de las investigaciones de Ghiselli, las cuales sugieren la importancia relativa de los rasgos. Fue este trabajo, realizado hace más de 30 años, con el que se intentó por primera vez clasificar la lista cada vez más nutrida de “rasgos” que postulaban los teóricos de la época. Desde luego los rasgos no son del todo independientes entre sí. Ghiselli (1963) sostenía que la inteligencia y los logros personales son importantes para el éxito, aunque el concepto de poder sobre los demás no es muy importante. Este autor afirmaba que la habilidad de supervisión se refiere a la capacidad de recurrir a la planeación, la organización y el control para dirigir a los subordinados, lo cual es relevante en todo liderazgo.
Es difícil imaginar a un líder de éxito sin rasgos como el vigor, la persistencia, originalidad, confianza en sí mismo, tolerancia al estrés (resistencia), capacidad para influir en los demás y estructurar tareas y disposición para asumir la responsabilidad por los propios actos.
En una interesante y peculiar investigación sobre líderes militares, Dixon (1976) adoptó un enfoque de rasgos. Este investigador sostenía que el autoritarismo explicaba los errores recurrentes. Los rasos más importantes eran la tendencia a subestimar las capacidades del enemigo en comparación con las propias; la incapacidad de aceptar los errores, lo cual motiva a tratar de culpar a otros y dificulta aprender de las experiencias; un conservadurismo fundamental, que inhibe el cambio y soslaya los avances tecnológicos; la incapacidad de utilizar de manera adecuada el reconocimiento; tendencia a pasar por alto las señales de advertencia, que indican que algo no anda bien; pasividad y postergación; descuido en tomar la iniciativa y aprovechar las oportunidades que se presenten y, finalmente, una predisposición a recurrir a ataques frontales, muchas veces contra la línea principal de defensa del enemigo. Dixon sostiene que la dinámica del autoritarismo (preocupación por el poder y la rudeza, temor al fracaso, resistencia al cambio) basta para explicar la mayor parte de los fracasos militares.
...