Ley 1006

Es indudable que presenciamos una nueva etapa en la historia jurídica nacional, en aras de la Constitución de 1991, que ha introducido grandes cambios en el ordenamiento y estructuración del estado Colombiano, y uno de ellos es la descentralización de los recursos públicos y la responsabilidad del Gobierno Nacional, Departamental y Municipal, para su inversión y ejecución, lo que ha permitido enriquecer los cuerpos normativos, leyes que encuadran al país en un desarrollo, económico, político, social y cultural, facilitando unas reglas de juego claras, por eso miramos con una perspectiva positiva las relaciones del Estado con el individuo de la sociedad civil, con los servidores públicos y con las diferentes entidades territoriales y nacionales.

Hoy en día por ejemplo el ciudadano del común, se encuentra favorecido por el Estado de derecho, cuando ve que se están vulnerando sus derechos fundamentales, pueden exigir que las autoridades cumplan con sus garantías consagradas en la Ley, de igual forma el ciudadano del común juega un papel de vital importancia, ya no es pasivo frente a las omisiones de un servidor público, sino que es un factor activo, veedor y cogestor en la vigilancia de los funcionarios del Estado, por eso la Ley 1006 del 2006, por la cual se reglamenta la profesión del Administrador Público, nos da las directrices y el camino a seguir al momento de ejercer, es nuestra biblia, ética profesional, como futuros Administradores Públicos egresados de la Corporación Universitaria del Caribe, debemos ser responsables en nuestras tareas o actividades que nos enmarcan, el código de ética profesional, dar cumplimiento a lo establecido en la Ley 1006 de 2006 , y los estatutos diseñados por el Colegio Colombiano del Administrador Público CCAP, debemos transformar, facilitar los procesos, buscar estrategias, sin ir en contra de las leyes y normas del Estado, siempre buscando el bienestar de la sociedad, es necesario nosotros como Administradores Públicos, estimular el valor ético agregado de todo servidor público, sin el cual no podemos buscar la eficiencia, transparencia, equidad, gestión y resultados, es meritoria la forma en que la Ley 1006 de 2006, comprende los diferentes aspectos que integran la profesión de Administrador Público, su reglamentación, campo de aplicación, apoyando los diferentes modelos modernos de la administración, buscando un mejor control de las políticas públicas que se implementan en nuestro país, con ello se evita la perdida de los recursos públicos, articulando con las diferentes entidades del gobierno, facilitando los procesos, percepción de problemas, que se puedan presentar en un área determinado de un Gobierno, facilitar la toma de decisiones que apunten a la definición de objetivos y metas, que mediante estrategias especificas podemos subsanar las necesidades básicas o problemas más comunes de una sociedad, mediante la ética como profesionales, debemos cambiar

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