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Liderazgo Ccomunicación


Enviado por   •  27 de Septiembre de 2013  •  1.363 Palabras (6 Páginas)  •  210 Visitas

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La gestión directiva en las organizaciones educativas, transitan por nuevos caminos que exigen modelos y herramientas que le permitan al directivo generar estrategias con procedimientos certeros dirigidos al logro del éxito institucional tanto desde el punto de vista pedagógico como administrativo, razón por la cual debe enfocarse también en los colaboradores, por ser ellos personas que ponen al servicio sus conocimientos, sus experiencias y todas sus capacidades. En este sentido, el desarrollo de las competencias del equipo de trabajo no es una tarea aislada de quienes la dirigen, sino una faena colectiva que se construye mediante el entrenamiento y desarrollo de acciones capaces de evidenciar las potencialidades de las personas.

En la búsqueda de habilidades transformadoras, la gestión gerencial encuentra pilares en los cuales puede fundamentar una estrategia ganadora que permita al plantel contar con una ruta que pueda llevarla a resultados tangibles. La propuesta, que se presenta, parte de la premisa de que existe un compromiso declarado para integrar cada uno de estos componentes en un marco de actuación que se orienta al logro en el sentido que valora el liderazgo participativo, conjugando la planeación como un aspecto requerido para la gestión, que establece acciones de seguimiento con acompañamiento de tal manera que pueda corregirse las desviaciones o ajustar la estrategia al contexto, para que finalmente se evalúe periódicamente los resultados.

Las organizaciones más exitosas, serán aquellas que entiendan que lo importante para ellas es el desarrollo, crecimiento personal y sobre todo que sus dirigentes sean líderes, para lograr cambios en positivo, liberando el potencial total de sus seguidores, por lo que es necesario conocer la dimensión conceptual más aproximada de liderazgo. En este sentido, el liderazgo es una capacidad; de convocar para motivar a un colectivo, con la finalidad de crear cambios en la forma de pensar y comportarse. Se trata de reconocer que la diversidad y la heterogeneidad permiten comprender que toda contribución es valiosa en la búsqueda de los resultados planteados.

Cabe destacar que, el desarrollo del liderazgo debe partir entonces de la identificación de la participación de cada persona, para reconocer sus capacidades y entender que el liderazgo no es necesariamente aquel asociado a comportamientos avasalladores o dominantes, todo lo contrario depende del contexto y es importante entender cuál es la predisposición de integración de sus miembros.

Existe una vinculación entre la confianza y la cooperación identificada por los niveles de comunicación, debido a que se logra la sinergia en el grupo gracias a la comunicación efectiva y se estimula la creatividad, por lo tanto, el gerente en su gestión tiene que velar porque las relaciones laborales, estén mediadas por ambientes armoniosos, dentro del contexto de trabajo en equipo y de las relaciones sociales, en otras palabras, un buen nivel de comunicación, respeto mutuo, sentimientos de pertenencia, atmósfera amigable, aceptación y ánimo mutuo, junto con una sensación general de satisfacción, son algunos de los factores que definen un clima favorable a una productividad correcta y un buen rendimiento.

En este sentido, se tiene como objetivo implementar el liderazgo participativo para el fortalecimiento de la gestión del gerente, que en concordancia con Covey (2003), para promover un liderazgo de este tipo el gerente se debe caracterizar por:

Ser aquel que se ocupa de que todos tengan la información, opinen, decidan y controlen. Asimismo, motiva al grupo para que se sientan parte de la organización, identificándose con sus objetivos. Alienta la comunicación entre los integrantes de la organización y los estimula a trabajar juntos, cooperando en todo lo posible (p.127).

La premisa, refiere que un gerente al invertir tiempo obteniendo ideas mediante el apoyo de las personas, fomenta confianza, respeto y compromiso con el personal de la organización, además, comparte con ellos la toma decisiones, utilizando la consulta respetando las capacidades de los otros al escuchar, para analizar seriamente iniciativas con visión de futuro, creatividad y vocación de servicio señalando directrices especificas. No centra el poder en su persona, por el contrario, actúa en función del grupo, manteniéndolos informados sobre las directrices a seguir, dirigiendo acciones para que las personas que no emprende ninguna labor, se sientan comprometidas para actuar libremente. En el trabajo llevado a cabo por este tipo de liderazgo los colaboradores no se ven como subordinados, pero sí como equipo, que es la expresión de madurez, por ser el punto de apoyo para todos que permite reconocer fortalezas y debilidades necesarios para ser exitosos en la gestión.

En concordancia con lo planteado, Gibson (2006) y Chiavenato (2002), coinciden que en toda organización existen cuatro direcciones de comunicación que favorecen las interrelaciones de los grupos dentro del plantel que son ascendente, descendente, horizontal y diagonal, las cuales servirán para establecer el marco de trabajo con eficiencia, ellos recalcan que la comunicación ascendente logra el buen desempeño laboral de los gerentes, en esta se incluyen las sugerencias, las reuniones de trabajo y los procedimientos de resolución de conflictos, entre otras de importancia. Frecuentemente los directivos participan en la elaboración, orientación y capacitación de los programas para instruir a los empleados para que puedan mantener un contacto directo con ellos, ofreciendo luego recompensas por las ideas creadas, gracias al estilo de liderazgo participativo.

Por consiguiente, la participación, como estilo de dirección, posee determinadas ventajas en cuanto a la creación de mayor compromiso con la organización, lo que envuelve evidentemente mayor motivación para el alcance de los objetivos asignados. Puede suministrar, la integración del factor humano en la organización, incrementando la satisfacción por el trabajo, el desarrollo profesional y la calidad de las decisiones. Razón por la cual, se valida aplicar siempre un estilo de dirección participativo, aunque habrá situaciones en las que sea más adecuado utilizar al mismo tiempo el apoyo de otros enfoques para llegar a decisiones de calidad, aunado a los diferentes grados de participación.

Concertando el enfoque del liderazgo participativo, se consideran tres factores resaltantes, primero un gerente, en el cual recae la responsabilidad de decidir, segundo una necesidad a resolverse, por último, una o más personas que son afectadas pero que deben incluirse en la decisión a tomar. Así lo valida Koontz y Weihrich (2005), cuando relata “consulta con los subordinados sobre acciones y decisiones propuestas, estimulando su participación” (p.32). En otras palabras, un directivo que aplique la participación, es aquel que se forma creciendo psicológicamente para desarrollar la habilidad de escuchar activamente, interesándose sinceramente por el progreso de las personas en función de la organización, donde se crece de acuerdo a la participación de sus miembros.

En síntesis, la importancia del liderazgo participativo implementado en los grupos radica en ser una forma de crear espíritu de colaboración, con el propósito que repercuta en los logros y en la satisfacción personal, es el principio donde se soporta el consenso para un trabajo mancomunado. Es decir, la participación representa actualmente un liderazgo donde se sustenta la acción gerencial, esto le asigna pertinencia a las decisiones administrativas, en un marco de integración, que implica algo más que asignar tareas, porque se nutre de la oportunidad para compartir responsabilidades espontáneamente aceptadas, en la mejor expresión del término, sin presiones e imposiciones.

En pocas palabras, el director asumiendo el liderazgo participativo distribuye cierto poder para recibir apoyo, respetando las capacidades de cada miembro generando acciones sincronizadas que produce resultados proactivos para la institución educativa, como sentido de pertenencia, sinergía, visión de futuro, colaboración hacia el éxito, calidad del servicio, mejoramiento continuo, integración, solidaridad en la resolución de conflictos, entre otros aspectos beneficiosos tanto para la organización como para los miembro del equipo de trabajo.

Asimismo, es importante reiterar que el gerente como comunicador nato debe estar consciente de que existen varias etapas en las que se puede distorsionar el significado de un mensaje emitido; razón por la que debe recordar que al conversar se debe establecer un contacto directo con el resto del personal, expresar ideas, sondear su pensamiento, informar, aprender, familiarizarse, intercambiar experiencias, influir, estrechar los vínculo, crear realidades, tal como sucede en las organizaciones. Por tanto, un comunicador efectivo requiere conocer los procesos de comunicación y saber aplicarlos para lograr los objetivos, que se haga lo que se desea o al menos que se haga mejor, según el criterio e intención del gerente quien es el que emite el mensaje para el momento.

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