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¿Los Animales Sienten?


Enviado por   •  25 de Agosto de 2014  •  5.867 Palabras (24 Páginas)  •  411 Visitas

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Argumento: "Los animales no poseen capacidad para sentir dolor y, por lo tanto, no tienen el interés de evitar el dolor"

Algunas personas dicen que todas o algunas especies de animales no humanos (toros "de lídia"[0], crustáceos, insectos, etc.) no tienen capacidad para sentir dolor y que, por lo tanto, no tienen interés en evitar el dolor.

Otras personas, con el objetivo de justificar un trato discriminatorio, dicen que los animales no humanos tienen capacidad para sentir dolor, pero añaden que sienten dolor de diferente manera a cómo sienten dolor los humanos [1]:

"Es evidente, indica, que aunque las ratas sufren dolor, hay que controlar sus poblaciones, aunque se pregunta si hay que hacerlas sufrir con venenos muy dolorosos. Eso sí, hay que tener en cuenta que su dolor no es igual al nuestro, pero también que no son máquinas, sino seres capaces de sufrir". Agustín Blasco, catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia

Cuando estas personas dicen que determinados individuos con sistema nervioso central "sienten dolor de manera diferente" suelen querer decir que "sienten menos dolor que los humanos", y la razón que dan para afirmar esto es que poseen un sistema nervioso central menos desarrollado. Sin emitir un juicio sobre esta afirmación, vemos que estas personas reconocen que dichos individuos sienten dolor y, por lo tanto, no pueden negar que también tengan interés en evitar dicho dolor, por lo que no habría más que decir.

Formulamos de forma más clara el argumento que utilizan dichas personas. Las premisas y la conclusión serían las siguientes:

ESTRUCTURA DEL ARGUMENTO: P1: "Existen individuos con sistema nervioso central que no tienen capacidad para sentir dolor". C1: Como P1 es verdadera entonces "Existen individuos con sistema nervioso central que no tienen interés en evitar el dolor". C2: Como C1 es verdadera entonces "Es éticamente correcto esclavizar y asesinar a los animales no humanos".

Este argumento puede rebatirse de las siguientes maneras: 1. Desde el punto de vista de la Ética: (i) Hay que diferenciar la capacidad para sentir dolor del dolor mismo. La capacidad para sentir dolor es muy útil para la supervivencia del individuo, pues mediante una experiencia negativa llamada "dolor", que puede presentarse en diferentes grados, el individuo se hace consciente de la necesidad de reaccionar frente a aquello que supone una amenaza para su integridad física. Por ello, dolor y consciencia no son cosas separadas sino que el dolor es un estado de consciencia, en este caso una experiencia negativa.

El dolor físico puede haber sido producido o estar produciéndose por una fuente externa o interna. La fuente de dolor externa produce una fuente de dolor interna. La reacción frente a una fuente de dolor externa puede consistir en un movimiento de huida o en un movimiento de ataque contra ella. La reacción frente a una fuente de dolor interna es la búsqueda de condiciones de bienestar o de curación, ello puede consistir en adoptar posiciones de encogimiento, búsqueda de alimento, búsqueda de alivio y de medicinas, etc.

Además de por un daño físico, una experiencia de dolor también puede producirse por otras causas: la muerte de un ser querido, por miedo, etc. En este caso no hablamos de dolor físico sino de dolor emocional. El dolor emocional intenso puede llegar a producir enfermedades físicas y por lo tanto un daño físico. Por lo tanto, daño físico y experiencia de dolor se retroalimentan porque cerebro y mente son la misma cosa. Sin la capacidad para sentir dolor el individuo se dañaría sin ser consciente de ello, peligrando su integridad e incluso su vida, por ello, es bueno tener la capacidad de tener experiencias.

Quienes son sadomasoquistas tienen interés en sentir dolor, por lo tanto, para ellos el dolor es bueno, pero el dolor es malo para el resto de individuos pues frustra el interés de evitar el dolor. Como el dolor es malo, el individuo tiene el interés de aliviarlo y de acabar con la causa que lo produce, para que no peligre su integridad física: el dolor innecesario es malo. (ii) Que alguien no sienta dolor no es una razón que justifique producirle un daño innecesario ni que justifique asesinarle. Debemos distinguir entre daño y dolor, pues puede haber daño con o sin dolor. Si a un individuo con capacidad para sentir, es decir, capaz de tener experiencias positivas y negativas, se le anestesia para no sentir dolor eso no es una razón que justifique no tener en cuenta los intereses de dicho individuo. Por ejemplo, si nos quedamos paralíticos y, por lo tanto, no sentimos dolor en las piernas, no hay ninguna razón que justifique que alguien nos las dañe. Igualmente, si nos ponen una anestesia general, eso no es una razón que justifique que nos maten. (iii) Las experiencias de dolor de los animales no-humanos podrían ser diferentes a las experiencias de dolor humanas, pero también son experiencias negativas, y podrían ser más intensas. Esto mismo también ocurre entre los humanos adultos sanos y los humanos marginales (bebés, disminuidos psíquicos profundos, seniles, etc.).

"Brigid Brophy ha expresado la opinión de que, en la misma medida en que un animal no puede razonar abstractamente, el dolor que sufre puede ser aún mayor que el experimentado por un ser humano. El animal, en efecto, no tiene «otra cosa en qué pensar» (...) Brigid Brophy sugiere la idea de que el dolor puede inundar «la capacidad total de experiencia [de los animales] de un modo que es infrecuente entre nosotros, por cuanto nuestra inteligencia y nuestra imaginación pueden producir huecos en la inmediatez de nuestras sensaciones» (...) Así, aunque es cierto que animales y seres humanos poseen sistemas nerviosos similares, creo que no es adecuado sacar conclusiones respecto a los sufrimientos de un

animal a base de nuestras propias experiencias. En otros términos, es muy probable que, al suponer que la conducta de un animal tiene que ser análoga a la propia, terminemos por calcular por debajo al tratar de determinar el grado de sufrimiento que el animal experimenta (...) Por tanto, nos es imposible tener una idea del dolor o sufrimiento que puede experimentar un animal y poder decir «cuánto» sufre, pues su mundo y el nuestro son distintos, de modo que aquí se quiebra toda analogía. No podemos simplemente sustraer en la imaginación lo que estimamos que constituye nuestra racionalidad y entonces concluir que sabemos cómo siente un animal. La similitud de los correspondientes sistemas nerviosos no da pie para afirmar que el dolor causado es idéntico. El sufrimiento que experimenta un animal puede ser en algunos casos menor que el nuestro y en otros casos

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