Los Crímenes de Masonería en Méjico.
jagm25Ensayo12 de Agosto de 2013
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Los Crímenes de Masonería en Méjico.
(Traducción de Ricardo Domínguez; compaginación de texto de Francisco Miranda)
A 13 días del año 2006 de Nuestro Señor Jesucristo.
- “Cada día sin Misa santa, causará la pérdida de 2% de los fieles para la Iglesia” - P.E. Calles, presidente de Méjico, masón, 1926.
- “La agarramos a la Iglesia por la garganta y haremos todo para asfixiarla” - Tejeda, ministro de interior, 1926.
- “El peón sabía solo una cosa: aquellos cerraron la iglesia y persiguen los curas. Él vio solo una cosa: llegaron los soldados, cerraron la iglesia, encarcelaron el cura, fusilaron a los que protestaron, ahorcaron a su preso, incendiaron a la iglesia y violaron las mujeres del pueblo rebelde. Los peones ultrajados, que aman a su pueblo, su iglesia y su párroco, totalmente natural se adjuntaron a la rebelión”. - de libro J.A. Meyer de levantamiento de los “Combatientes del Cristo”.
La historia de las persecuciones de la Iglesia católica en Méjico en los años 1920 y 30 del siglo XX pertenece a los síntomas especialmente llamativos del fanatismo anticristiano. Los patológicos perjuicios antireligiosos y antieclesiasticos del grupo de los políticos mejicanos causaron una guerra civil de los años 1926 - 29.
Cien mil pagaron con su vida durante 3 años por el fanatismo e intolerancia de los enemigos de la Iglesia.
La historia de las persecuciones crueles de la Iglesia y de la religión en Méjico merece una atención especial por otra razón. Ellos fueron inspirados y conducidos bajo el mando de la masonería mejicana. Estos crímenes contrastan con las revocaciones actuales de los hechos de masonería y niegan contra la verdad del carácter extremo antireligioso de la masonería.
Los anales de las persecuciones de los católicos mejicanos son muy poco conocidos a pesar de varias publicaciones, entre ellas la de Graham Greene - “El Poder y la Gloria”.
La fuerza y las tradiciones de la masonería mejicana.
En varias oportunidades fue demostrado el papel principal de la masonería mejicana en desencadenar una guerra sangrienta contra la religión en Méjico. Una elaboración mas preciada pertenece al historiador francés Jean A. Meyer que presenta una opinión personal del presidente Portes Gil en 1929: “En Méjico el estado y la masonería confluyeron en uno en los últimos años”. Además P.Gil luego de su presidencia recibió el titulo de gran maestro de la masonería mejicana (en los años 1933 - 34).
El autor de la obra monumental de la historia de Méjico, Frank Brandenburg escribía: “los cinco presidentes mejicanos alcanzaron el máximo grado de masonería, 33 en rito escocés: Francisco Madero, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio, gral. Abelardo Rodriguez y Miguel Aleman”. Brandenburg acordó, que otros dos presidentes fueron miembros del rito mejicano, llamado también el rito de Cárdenas, ellos fueron: Lázaro Cárdenas y Manuel Avilo Camachos. Otros dos presidentes también fueron vinculados con la masonería: Plutarco Elías Calles y Victorio Huerta. Este primero fue un perseguidor obstinado de la Iglesia, iniciador de la lucha sangrienta contra la Iglesia, fue condecorado con medalla masónica por “los méritos extraordinarios en las resoluciones de muchos problemas en tan corto tiempo”.
La masonería mejicana estuvo presente ya en el siglo XVIII. En 1828 en Méjico estuvieron en actividad 102 logias masónicas. En 1874 la masonería pudo introducir las leyes antieclesiasticas.
Porfirio Díaz, el masón de grado 33 fue dictador mejicano a fines del siglo XIX y comienzo del siglo XX.
Sus hermanos recibieron los títulos de grandes maestros. Gran parte de los gobernadores fueron masones.
Durante de la dictadura de Díaz manifestaba gran influencia la logia Gran Oriente de Francia. La dictadura fue muy larga, mas de 30 años, y causó divisiones dentro de la masonería mejicana, y una parte de las logias apoyó la rebelión contra el gobierno. El famoso caudillo de los insurrectos Francisco Madero fue un masón, y luego de caída de Díaz fue elegido en 1911 como presidente.
Luego de la victoria de la revolución mejicana, habían varios disturbios sangrientos locales, entre otros fue el asesinato de Madero y el timón del mando lo tomaron los políticos de origen masónico introduciendo el gobierno autocrático en contra de las ideas de la revolución de 1910. Las logias masónicas reforzaron nuevas dictaduras para infiltrar dentro de las estructuras del comando de ejército y la jefatura estatal en varias provincias. El radicalismo social fue convertido en radicalismo extremo en contra de la Iglesia y la religión.
Esta situación posibilitó limitar el poder de la Iglesia e influencia de la misma a la población.
La constitución antieclesiástica de 1917.
Esta constitución fue un efecto de dominación por la masonería de la vida política durante primera veintena de años del siglo XX.
Esta constitución le quitaba a la Iglesia los derechos de ser el objetivo constitucional. Los ordenes monacales fueron resueltos. El estado se trasformó en el dueño de los bienes de la Iglesia. Los sacerdotes fueron supervisados por el estado. Fueron fijados los números máximos de los sacerdotes por territorio según las estimaciones de la administración estatal. Y así el gobierno del estado de Tabasco fijó que la necesidad de los sacerdotes para su estado era igual a cero, y esto causó la destrucción de casi todas las iglesias. A los curas les quitaron el derecho electoral. La constitución les prohibía el uso cotidiano de las sotanas fuera de las iglesias, y fueron prohibidas las manifestaciones del culto fuera los locales cerrados. Le prohibieron a la Iglesia de participar en el sistema escolar quitándole la posesión de las escuelas. A las instituciones eclesiásticas les quitaron el permiso de administrar, de conducir y supervisar las instituciones caritativas, investigaciones científicas, etc. La constitución le quitaba a la Iglesia la posibilidad del desarrollo libre. El trabajo social y la enseñanza fueron prohibidos, quitaron el derecho de la libertad de las ideas de toda la ciudadanía. Se entendía bien que se realizaba una lucha contra la religión católica.
Todos los autores de este periodo de la historia mejicana subrayan el carácter anticlerical de la constitución de 1917.
El historiador francés Jean A. Meyer escribía, que la constitución de 1917 ha transformado a los católicos en ciudadanos de segunda categoría sin lugar en la vida pública. En el momento de la votación en el parlamento la minoría moderada advertía que esta constitución puede ser una causa de estallido de la guerra civil, como realmente pasó en 1926. Por suerte, el gobierno no podía realizar todos los postulados constitucionales gracias a las peleas por el poder (la derrota del presidente Carranza en 1919, el iniciador de la constitución y su asesinato en 1920).
Las pruebas de introducción de los decretos antireligiosos de la constitución chocaron contra las acciones del clero y los feligreses católicos. Los diferentes métodos de las protestas obligaron al gobierno de resignar de aplicar a estas leyes. Esta situación se cambió en forma radical desde la presidencia del masón, fanático y antireligioso Plutarco Elías Calles.
Como el enemigo de la Iglesia, Calles provocó la guerra civil
La mayoría de los historiadores esta de acuerdo que el presidente Plutarco Elias Calles, masón y enemigo fanático de la religión, fue el causante del conflicto destructivo para la religión y la Iglesia de Méjico. Calles masón y ferviente anticlerical intentó crear La Iglesia Nacional causando con su postura doctrinaria y con sus decisiones el estallido de un conflicto de largo tiempo.
Vale la pena ver de cerca a este político, que por su postura pertinaz y fanatismo, su limitada facultad de aplicar el compromiso, provocó el estallido de la guerra civil alrededor de los asuntos religiosos. En el momento de su ascenso a cargo de presidente, Calles ya tenía en su “curriculum” un pasado bastante tormentoso y poco interesante.
En su juventud fue un maestro, luego fue el tesorero de la ciudad Guayamas, luego estuvo un par meses preso por las malversaciones de los depósitos bancarios. Después de salir de cárcel fue el dueño del restaurante de un hotel que luego fue su propiedad.
Para evitar la bancarrota, provocó un incendió del hotel para ganar el dinero por su seguro. Luego de la revolución de 1910 fue el comisario del gobernador del estado Sonora, y posteriormente el gobernador de ese estado.
En su periodo de gobernador se hizo famoso por sus actuaciones extremistas en contra de la Iglesia. Cerró el seminario, ordenó saquear el obispado y en la catedral instaló una escuela. En abril de 1916 cerró todas las iglesias en su estado y expulsó a todos los curas de su estado.
Elegido a cargo de presidente de Méjico en 1924 se convirtió en el peor símbolo del gobierno autócrata.
Frank Brandenburg describió sus métodos de gobernar como un dictador fundado en los sobornos y chantajes. Fue llamado el clásico tipo de autócrata, ejemplo de un gobernante personal basado sobre una corrupción controlada de los empleados de alto cargo.
Su presidencia fue una continuación de los métodos de la dictadura de Porfirio Díaz estructurado sobre los principios “pan o palo”. Los oponentes fueron destruidos. Calles no conocía lo que significa el compromiso, fue incapaz de usarlo. Él fue un oponente del catolicismo, tendía a crear una iglesia nacional católica de acuerdo
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