Los Grupos Psicoterapéuticos

La familia, los amigos, nuestros compañeros de trabajo, la escuela, cuando vamos a un concierto, en una conferencia, un seminario terapéutico… En todo momento convivimos con personas, estamos en grupos. Y estos grupos son indispensables en nuestra vida para salir adelante. ¿Qué sería de nosotros sin la educación de nuestros padres, sin amigos con quienes compartir las experiencias? Si viviésemos aislados no podríamos aprender de las experiencias de los demás, nos faltarían elementos para la subsistencia como el alimento o la vivienda, el desarrollo tecnológico no existiría.

Y es que somos seres sociables por naturaleza, necesitamos vivir en conjunto para salir adelante. Es por eso que se dan los grupos humanos.

Como se observa al inicio, pertenecemos a un sinfín de grupos distintos, de algunos nos damos cuenta, de otros no. No obstante están siempre presentes en nuestra vida y distintas personas han visto la forma de categorizarlos, de manera que sea más sencillo comprenderlos.

En este trabajo se muestran distintas clasificaciones que se han dado a los grupos y una breve explicación de las mismas, de forma que sea más fácil su comprensión.

Con la palabra grupo nos referimos a la relación de interdependencia entre los individuos para llegar a un objetivo en común. Aunque el concepto parezca sencillo, existe una amplia gama de grupos, cada uno con características distintas a los demás. Es por eso que diversos teóricos han intentado categorizarlos en base a ciertas cualidades que consideraban las más importantes.

Por un lado encontramos los grupos naturales, que a su vez se subdividen en primarios y secundarios. En los primarios están la familia y los amigos, es decir, son aquellos más cercanos a nosotros y quienes intervienen en el desarrollo de nuestra personalidad; y los secundarios son todos los que se derivan de los anteriores, como por ejemplo, los amigos de nuestros padres.

Si nos basamos en la definición del grupo podemos marcarlo como formal o informal, entendiendo como formal el que está estructurado por la organización y por informal lo contrario. Una forma más sencilla de mostrarlo es en las escuela: podríamos llamar un grupo formal al que establece el maestro en clase para que los alumnos realicen cierta tarea, e informal al que se forma espontáneamente en el recreo.

También podemos dividirlos en base a su propósito. Hay quienes se reúnen para completar cierta tarea, mientras que otros solamente quieren convivir con gente que tenga los mismos intereses y grupos de amigos que se juntan habitualmente sin algún propósito en concreto más que fomentar dicha amistad.

Las clasificaciones anteriores las podemos percibir en tono más personal, puesto que el trato es –hasta cierto punto- cara a cara. Sin embargo, no podemos dejar de lado los grupos grandes de personas que pueden estar congregados por un propósito

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