Los Ojos De Montezuma

LOS OJOS DE MONTEZUMA

POR STEPHEN RABLEY

1. La chica americana

Nick Harman estaba parado en la parte trasera de la nave y visto Inglaterra desaparecer lentamente. "Que era unas vacaciones realmente maravillosa", dijo tranquilamente.

Su esposa, Clare, sonreída. "Dos semanas de lluvias en Cornwall y que pensabas era maravilloso?"

Nick puso un brazo alrededor de ella y se echó a reír. "Bien, bien, el tiempo era malo, pero no puede tener un inglés agosto sin lluvia." Él miró su reloj. 'Cuando llegamos a Santander?'

"No es hasta 6' esta noche, respondió Clare. "Entonces es otro cuatro horas en coche a Madrid. Va a ser un día largo. "

Nick miró hacia abajo en el agua blanca por debajo de ellos. "También es el último día de nuestra fiesta", dijo.

De repente sintió de Clare de la mano en su brazo. "Mira," ella dijo y señaló a un anciano en el otro lado de la nave. Estaba sentado en una silla roja y leyendo un periódico español.

"¿Qué es?", preguntó Nick.

"La Condesa de Montalbán ha muerto", respondió Clare. "Está en la portada del periódico de ese hombre. No es su nieto, Jose Duero, uno de sus estudiantes? "

En ese momento el anciano se puso de pie y pone el periódico bajo el brazo. Rápidamente Nick caminaron a través de él.

'Perdón', dijo en español. "Pude solicitar su periódico durante unos minutos?"

El hombre sonrió. "Sí, usted puede guardarlo, joven. Pero, ¿realmente que quieres? Es diez días de edad. "

"Sí, estoy seguro," dijo Nick. "Gracias."

Cinco minutos más tarde Nick y Clare estaban sentados en uno de los salones de la nave. Había dos tazas de café y el periódico sobre la mesa frente a ellos.

"Ella era noventa y cuatro,", dijo Clare.

"Sí," respondió Nick. "Ella también fue una de las mujeres más ricas de España. Jose me dijo una vez sobre un par de sus pendientes. ¿Qué él llamarlos? Oh sí – ojos de Montezuma – que era eso.'

'Los ojos de Montezuma,' repite Clare suavemente.

Nick levantó la vista del periódico. "Hmm, los dos diamantes más grande en España. Llegaron de México hace unos doscientos años y han estado en la familia desde entonces. " Él dio vuelta la página. "Bien, hasta ahora," continuó tranquilamente. «Dice aquí «la Condesa ha dado sus famosos pendientes, los ojos de Montezuma, al Museo del Prado en Madrid.» Mira... hay una foto. "

Clare colocó su taza de café y miró. En una vitrina había dos diamantes muy hermosos. Era sólo una foto en blanco y negro, pero los diamantes brillaban como el fuego frío, blanco.

Los ojos de Montezuma,' repitió lentamente. "Qué maravilloso nombre."

¿"Disculpe, pude estoy sentado en la mesa? Todos los demás están llenos. " Nick y Clare ambos admiraban. Frente a ellos había una niña de dieciocho o diecinueve. Ella era bonita con el pelo corto, oscuro y ojos brillantes.

"Sí... por favor hacer," dijo Clare y tomó su bolso de la silla al lado de ella.

'Gracias', dijo a la niña. Poner un vaso de leche sobre la mesa y se sentó. ' Hola, soy Shelley... Shelley Marn.' Su voz era americana y que llevaba una camiseta con una foto de James Dean en el frente.

'Hola', dijo Nick. «Soy Nick Harman y esta es mi esposa, Clare». La muchacha sonrió a ambos y luego señaló en el periódico sobre la mesa. "Por favor, no me dejan. ..’

"No, eso está bien, hemos terminado," dijo Clare.

Los tres viajeros empezaron a hablar. En primer lugar, Nick y Clare dijeron a Shelley sobre su casa en Madrid y sus puestos de trabajo. 'Nick de un profesor de inglés y trabajo en un hospital, dijo Clare. "Hemos vivido en España desde hace casi dos años".

Luego Shelley les dijo acerca de su vida en los Estados Unidos. Ella estudiaba en la Universidad de California y vivió en Los Angeles. Esta es mi primera vez en Europa sin mis padres ", dijo con una pequeña sonrisa. "Mi familia tiene amigos en Zaragoza y voy a permanecer con ellos durante un mes".

Después de unos veinte minutos, Clare dijo, '¿quieres alojarte y comer con nosotros?'

'OK', dijo Shelley. '... Gracias muchas gracias. Pero primero debo conseguir mi bolsa. He dejado en el coche. " Ella se rió. "Tengo poco amarillo Fiat. Lo compré en Inglaterra. ¿Y sabes por qué eligió? Soy STM – Shelley Theresa Marn – y las letras en el coche son STM, demasiado!' Ella se rió otra vez y se puso de pie. "Dos minutos, OK?" Entonces ella se volvió y salió de la sala de estar.

Pero Shelley Marn no volver después de dos minutos, o diez o veinte años. Nick y Clare esperaron, pero al final almorzaron sin ella.

"No entiendo," dijo Nick cuando salieron del restaurante.

Ni tampoco yo, respondió Clare. Ella fue muy amable.

Varias horas más tarde llegaron a Santander en el norte de España. Era temprano en la tarde, pero todavía muy caliente. En su coche, los Harmans esperaban para salir de la nave y comenzar el viaje de camino a Madrid.

De pronto Nick dijo, eso es extraño. ¿Qué es extraño?, respondió Clare.

Esa autorización,' Nick respondió. Los amarillos uno, dos coches detrás de nosotros. No Shelley dijo que su auto era un Fiat amarillo?'

Clare se volvió y miró. 'E754 STM,' ella dijo tranquilamente. "Es su coche". Entonces se dio cuenta al conductor. No fue Shelley Marn. Era un hombre grande, de pelo oscuro que llevaba gafas de sol.

...