MI INGRESO AL SISTEMA EDUCATIVO

MI INGRESO AL SISTEMA EDUCATIVO

Mi ingreso al sistema educativo… fue algo estresante, temeroso, inseguro…para mí y muchos compañeros, debido que al egresar de la Escuela Benemérita Normal Veracruzana (que no es nada fácil ingresar), teníamos una gran oportunidad para obtener plaza docente, pero en el trascurso de mi formación profesional, surgió la tan utópica “Reforma Educativa”,  al conocer todo el proceso de ingreso, entró en mi esa inseguridad.

Presenté en dos ocasiones el examen para ingreso, la primera vez obtuve un resultado idóneo, pero quede en el lugar 180, y solo otorgaron 121 “plazas”, pero no me desanime y decidí prepararme más, en la segunda ocasión, obtuve de igual manera un resultado idóneo, pero con mejor puntaje y quede dentro de los primeros lugares.

El nerviosismo, incertidumbre y cierto temor que se siente al escoger el lugar donde te irás a laborar, no se compara con un nombramiento de dirección, sí, de dirección comisionada, se me asignó esta gran responsabilidad en la escuela donde laboro, eran las reglas de la supervisión a los nuevos lo más difícil y complicado, no había de otra, “entrarle al toro por los cuernos”, antes de llegar a mi primer día de trabajo, en Cascajal Grande, Mpio. De San Juan Evangelista, fui a conocer la comunidad, un lugar totalmente rural, con pocos habitantes, casas de palma, sin casa para el maestro, sin tienda liconsa, con demasiadas precariedades; por el horario, la escuela ya se encontraba cerrada.

Mi primer día en la escuela, no fue tan común como cualquier presentación de un docente, en este día estaban personalidades de la supervisión escolar, la Asociación de Padres de familia, y las docentes de mi escuela; nueva, sin conocimiento de este proceso, no se me olvidarán las caras de los padres de familia, de “es en serio… ella será la directora…tan joven”, solo firmé, claro, leí antes las clausulas, ”demasiada responsabilidad” me decían tantas letras,  se omitió el inventario, después supe que era obligatorio este proceso, ahora tendré ciertos problemas al entregar algún día la dirección, me presenté ante las personalidades, y di un pequeño discurso de presentación, con los nervios a flor de piel.

Al entrar de lleno a trabajo, me di cuenta de las inconsistencias que tuvo la administración de la directora anterior, dejándome de paso muchos problemas, financieros, con algunos padres de familia, falta de material y mobiliario, mala organización en cuanto a la limpieza de la escuela y  faenas, cabe mencionar que la relación con las docentes era muy tensa y distante, en fin,  faltaban en la escuela muchos detalles que solucionar, pero poco a poco fui organizando el trabajo con las docentes, y gracias a la relación entre nosotras el trabajo se hizo menos pesado, en ocasiones existen roces por tener criterios distintos, pero como líder de equipo, tienes que tomar la mejor decisión en pro del plantel.

La documentación (inicio, medio ciclo, fin de cursos), oficios, solicitudes, actas,  manejo de “control escolar” en internet, gestión escolar, entre otros,  es solo trabajo de dirección, y además el trabajo con mi grupo. Una gran ventaja fue que mi grupo no era numeroso y con un buen comportamiento, esto me ayudó a poder realizar trabajo de dirección a la par que el trabajo del aula.  

En cuestión del aprovechamiento académico de los alumnos, fue otro de los retos que me enfrenté al inicio de mi labor, poseían un profundo rezago educativo; no es razón de echar la culpa, porque son diversos factores causantes,  pero uno de las principales era el descuido que tenía la anterior docente con el grupo, puesto que por asuntos de dirección tenia salidas muy recurrentes. En algunos casos, trabajé desde contenidos bases, como operaciones básicas, redacción, caligrafía, ortografía, y a su vez abordar contenidos del programa. De igual manera los padres de familia no tienen altas expectativas de sus hijos en cuanto su formación educativa, cabe mencionar que no todos, pero un 80% tristemente así es, una tarea como docente es ir quitando esta mentalidad de los padres, es difícil, sí, pero no imposible.

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