Maestra.

Programa de Profesionalización

Materia: Fase de Observación Karim Adrián

Profesora: Lic. Yusmeilly Lastra C.I.: 7.263.450

ENSAYO

La educación es una profesión altamente humanista, no sólo por el hecho de trabajar con personas, directamente en el aula o dentro de alguna institución, sino también porque el docente debe tener vocación, para poder dar lo mejor de sí, independientemente de los factores quizá negativos que están inmersos en esta profesión.

El docente es uno de los trabajadores cuya labor debe ser reconocida por la sociedad. Se puede afirmar, que, en general, los grandes líderes y muchos excelentes profesionales tuvieron que pasar gran parte de su vida en un aula de clase, al lado de un docente.

Partiendo de la idea “La educación es el motor de un país”, se quiere condensar lo importante de la misión docente, ya que, para que un país se desarrolle comercial y económicamente, debe contar con una población profesional en diversas áreas, con amplios y sólidos conocimientos, que lo hagan valioso en su profesión, por una parte y por la otra, una buena educación basada en valores de respeto y solidaridad formará personas con gran capacidad intelectual y con una estupenda capacidad crítica positiva y excelentes relaciones sociales e interpersonales. Así se construye y se desarrolla un país, con el entusiasmo y la constancia de docentes motivados.

Sin embargo, se ha observado, que para la importante y noble labor que realiza el docente, siempre ha estado subpagado, es decir, los sueldos escasamente alcanzan para pagar las deudas del día a día. Es muy difícil, adquirir vivienda, vehículo o simplemente disfrutar de unas estupendas y largas vacaciones, como muchos las merecemos.

No obstante lo anteriormente mencionado, el docente debe tener una gran cualidad, carisma positiva, como una especie de sexto sentido que le permita disfrutar de la profesión que ha seleccionado, independientemente de evaluar, si han depositado o no cada quincena. Lamentablemente esta cualidad, que se llama vocación, no se aprende, no se estudia, se nace con ella y con tristeza y pena ajena, nos toca compartir con colegas que tienen poco tacto para ser educadores.

Además el docente, como rector de la conducta humana, en cualquiera de los niveles que esté o decida trabajar, desde inicial hasta universitario y más allá, debe haber internalizado una cantidad de valores, que le sirvan para ser modelo ante sus estudiantes, tales como ser solidario, responsable, honesto, colaborador, responsable, proactivo, empático apegado a las buenas costumbres, con perfecta dicción y coherencia al hablar, con facilidad de expresión y asertivo en su actuar para que participe en la búsqueda y canalización de problemas y situaciones que muchas veces influyen en los estudiantes. Debe tener una mano de docente y la otra de orientador. Tristemente, los docentes de trayectoria en el tiempo notamos que cada día los nuevos profesionales de la educación están menos preparados en la doble función que deben ejercer.

Cabe destacar, que día a día, aprendemos de nuestros estudiantes. La modernización de estos tiempos obliga a que el docente, de corazón, se actualice, investigue, busque e indague sobre nuevas estrategias de planificación y formas de evaluación, para lograr que los estudiantes, más activos cada día, se motiven a trabajar según lo que solicita el docente. Así somos muchos, sin embargo, hay colegas, que año tras año, usan las mismas metodologías porque “con esas, le ha ido bien”.

Así mismo, el docente debe ser imparcial a nivel político y religioso, estos son temas que debe evitar llevar al aula, pues como buen rector, debe escuchar y aceptar las posturas que tengan los diferentes estudiantes. En la actualidad, la educación está muy politizada, y esto no permite que los estudiantes sean críticos negativos o positivos de ninguna situación, porque a pesar de que en la escuela les debes permitir todo, esto implica, que el niño decida qué, cuándo y cómo aprender, el Gobierno está dotando a las escuelas y liceos de computadoras y libros cuyo contenido es muy parcializado a lo poco bueno o muy malo que ha estado ocurriendo los últimos 14 años. Pienso que no debe ser, no estoy de acuerdo. Mientras que eso pasa, en la práctica ocurre que los niños usan las computadoras para cargarles música y videos, en general, no aptos para una educación sana en valores y no saben leer fluidamente, ni interpretar, parafrasear o analizar textos adecuados para su edad y en este sentido, el gobierno no tiene ninguna política para mejorar esta situación, todo lo contrario. La evaluación cada día permite que los niños pasen de grado sin cumplir las competencias mínimas en cada uno, sólo porque “no pueden aplazar”. Esto cada año lleva a niños al bachillerato sin dominar la lectura, habilidad que es fundamental para el proceso de enseñanza aprendizaje y que se debe dominar para poder pisar una

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