Manuel Martínez Martínez Amistad y Amor

Manuel Martínez Martínez

Amistad y Amor

Como en otros años me complace escribir un pequeño mensaje y saludos a todos Ustedes; compañeros, ex compañeros, amigos, familiares. Personas que quiero o estimo. Con todo mi cariño. El motivo ya está dicho.

Con algunos de Ustedes he pasado momentos de alegría, de tristeza, de pequeños triunfos y de uno que otro fracaso. Lo que nos hizo y nos ha hecho que nuestra amistad se conserve y se fortalezca hasta estos días. Con otros de Ustedes he vivido situaciones mágicas y maravillosas algunas inolvidables que quedaran gravadas con el férreo punzón en el tiempo.

En mi largo andar he tenido experiencias diversas, como muchos, nadie somos únicos, puedo decir que la mayoría de nosotros llevamos vidas comunes, acaso con algunas diferencias en nuestras formas de ser, de hacer y de sentir, pero la gran mayoría somos como clones en nuestras actitudes y conductas. Unos más, unos menos, pero muy parecidos.

Yo tengo la intención de escribir algún día mi vida, pero mucho me desanimo porque yo siendo una persona común, que les pueda platicar. Sin embargo lo haré, a manera de recordar todo lo vivido y como un examen de conciencia. A ver cómo me va.

En este camino, mi camino,  he encontrado que no es fácil ser amigo por la simple razón que no soy para muchos fruta que se apetezca y no quepo en su ventana de aceptación. Por otra parte yo también y cada uno de nosotros no fácilmente aceptamos a alguien solo porque platicamos o convivimos algún día o porque la vida nos llevó a realizar algo en grupo o equipo.

Ser amigo, debe de entenderse que no es simple compañerismo, camaradería y mucho menos enamoramiento, amistad es dar al otro lo mejor de sí mismo; sacrificio, desvelo, preocupación, cariño, confianza. La buena amistad debe de enriquecer a los dos, a través de ella se llega a tener cierto perfeccionamiento de ambos, por tanto; encontrar un buen amigo  es una de las cosas más difíciles porque supone la renuncia de dos egoísmos y la suma de dos generosidades.

Y viene lo más importante: Conservar esa amistad. A la que debemos regar periódicamente con aguas de atención, de respeto, de lealtad, de cariño, de tolerancia, de perdón y de aceptación. Dice un dicho español: “Cuando mis amigos son tuertos, yo los miro de perfil” el caso es no verle los defectos. Porque todos absolutamente todos tenemos montañas de defectos y vigas en los ojos que no podemos ni con esas montañas en la espalda ni con esas vigas en los ojos. Lo peor es que pocos nos damos cuenta. A propósito de dichos, hay otro que dice “Hombres sin defectos no hay dos, hubo uno y era Dios”.

Y he aquí que solo por mencionar dos pasajes bíblicos de Jesús de Nazareth. -La resurrección de su amigo Lázaro a cuatro días de haber muerto, habiendo regresado a la aldea de Betania y con el riesgo de ser aprendido prematuramente por los judíos enemigos o por lo menos apedreado nuevamente en Jerusalén. -Y ni que decir de su pasión y muerte, la cual se consumó porque él lo decidió así. En Su amor por nosotros.

Alguien dirá: pues sí, pero él era Dios Hijo el único sin defectos y que fue enviado por Dios Padre. Pero la realidad es que hemos estado en todos los tiempos llenos de personas extraordinarias y  algunas han estado tan cerca de nosotros y no pudimos o supimos valorar, esas personas son gente cualquiera fuera de lo común. Los pequeños grandes del anonimato que no hemos querido ver.

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