Medio Ambiente Y Energia

- Los impactos principales del sector energético sobre el medio ambiente.

Todas las fases de la actividad energética, desde la extracción o producción de la energía primaria, transporte, transformación y distribución de productos finales, tienen alguna potencial incidencia sobre el medio ambiente:

- Producción de energía primaria:

• Carbón: La minería tiene incidencia sobre el suelo, con escombreras, vertidos y la necesidad de reposición paisajista en explotaciones a cielo abierto. También existe alguna incidencia sobre la atmósfera, por emisión de gases como metano.

• Petróleo: La extracción de los yacimientos mediante sondeos tiene una posible incidencia sobre el suelo, especialmente por vertidos accidentales.

• Renovables: La hidráulica requiere grandes embalses que utilizan, en ocasiones valles fértiles, con incidencia sobre flora y fauna.

- Transporte: El petróleo y el gas se transportan y distribuyen mediante redes de oleoductos y gasoductos, con incidencia de su trazado sobre el medio natural o bien mediante barcos, con riesgo de vertidos por accidente. En el ciclo del gas natural (metano-CH4), desde su extracción, transporte, distribución y uso final, se puede emitir a la atmósfera parte del mismo por fugas accidentales.

- Transformación de las energías primarias en productos finales:

• Centrales térmicas de generación eléctrica: En las de carbón y fuel-oíl, se produce incidencia sobre la atmósfera por emisiones de dióxido de carbono (CO2), anhídrido sulfuroso (SO2), óxidos de nitrógeno (NOX) y partículas. Sobre el agua por impacto “térmico” derivado del vertido de aguas a mayor temperatura que las del cauce natural, “físico” provocado por arrastres de sedimentos y “químico” por vertidos con contaminantes. En las centrales nucleares, además del riesgo radiológico, existe la necesidad de almacenar los residuos de forma específica.

• Refinerías de petróleo: Incidencia similar a las anteriores en cuanto a la naturaleza de los contaminantes sobre la atmósfera y agua. Adicionalmente, incidencia de emisiones de hidrocarburos volátiles (HC) a la atmósfera.

• Coquerías y fábricas de gas: Emisiones a la atmósfera de hidrocarburos volátiles y, en el primer caso, de partículas. También en el primer caso, existe incidencia sobre las aguas, por emisiones de residuales con contaminantes.

- Usos finales de energías primarias y productos energéticos:

• Industria: Emisiones a la atmósfera procedentes de procesos de combustión de gas, productos petrolíferos y carbón (CO2, SO2, NOx y partículas).

• Transporte: Emisiones a la atmósfera procedentes de los carburantes, que son productos petrolíferos en su práctica totalidad (CO2, SO2, NOx y partículas). También el plomo, los hidrocarburos volátiles y no quemados y el monóxido de carbono.

• Sector doméstico y terciario: Emisiones a la atmósfera procedentes de procesos de combustión de gas, productos petrolíferos y carbón (CO2, SO2, NOx y partículas), usados en calefacción y cocinas.

De los compuestos mencionados, los SO2 y NOx influyen básicamente en la producción de “lluvia ácida”, los hidrocarburos volátiles y NOx, en presencia de radiación ultravioleta, genera “smog” fotoquímico, el CO2 y CH4 inciden en el efecto invernadero.

Todas estas potenciales incidencias (excepto las de CO2), pueden ser minoradas hasta lograr el cumplimiento de los límites impuestos por la legislación en cada caso, aplicando tecnologías hoy disponibles en el mercado. La consecuencia de exigencias muy estrictas en algunos procesos productivos, ocasiona el encarecimiento relativo de sus productos, con ventaja de otros procesos, otras energías e, incluso, de los productos de otros países que no exigen esta normativa.

La mayoría de la legislación ambiental española es consecuencia de la trasposición en nuestro ordenamiento jurídico de la legislación de la Unión Europea, que trata de lograr objetivos de protección del medio homogéneos

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