Mercados Perfectos

ENSAYO DE LOS MERCADOS PERFECTOS Y EL MUNDO DE LA VERDAD

En este mundo globalizado y a pesar de tanta competencia en el mercado, de alguna manera es obligado a decir la verdad, a lo largo de la vida hemos comprobado que al final la verdad sobresale y nos ha conducido a una economía eficiente, es así como al comienzo de la lectura en donde, en la película “Mentiroso Compulsivo” se ve obligado a decir la vedad durante 24 horas.

En el mercado libre en nuestra actualidad nos hemos dado cuenta que el beneficio de realizar una transacción, no es solo del vendedor sino también del comprador ya que es un beneficio mutuo, lo vemos muy seguido nos solo en el mercado inmobiliario, sino también el consumo masivo, por ejemplo cuando compramos artículos de la canasta familiar es necesidad para nosotros porque lo necesitamos, en donde nos beneficiamos nosotros como consumidores y el vendedor como fuente de ingresos para su familia.

Muchas veces nos preguntamos qué pasaría si no hubiera competencia entre las empresas de ahí si hablaríamos de un solo beneficiario que sería comprador ya que podría sobredimensionar el valor hacia el consumidor, pero en el mundo de la verdad del mercado, deben difundir la verdad sobre un costo real.

De acuerdo a lo anterior podemos decir que los precios dicen la verdad y además revelan información. En un mercado libre, todos los compradores de café preferirían poseer café en lugar del dinero que éste cuesta. Así pues, para el cliente, el valor del producto es igual o superior al precio que éste tiene y para el fabricante el coste del producto es igual o menor que su precio.

Lo que ayuda para una eficiencia en el mercado es que los productores, fabricantes, comerciantes optimicen sus recursos, es decir un productor que haga buen usos de sus recursos se reflejará en el precio final de venta, el cual es comprado por personas que estén dispuestas a pagar el precio adecuado y verdadero.

En la lectura es hace un cuestionamiento sobre el resultado de un escenario de mercados perfectamente competitivos e interconectados. Las empresas fabrican productos de forma adecuada, las empresas fabrican los productos adecuados, los productos se fabrican en las dimensiones adecuadas, los productos llegan a las personas “adecuadas” Con todo esto se puede decir “ya no se puede ser más eficiente de lo que ya lo es un mercado perfectamente competitivo”. Y todo se desprende con total naturalidad de la verdad en el sistema de precios, éstos son el verdadero reflejo del coste para las empresas y también el verdadero reflejo del valor para los clientes.

Un mercado perfectamente competitivo es similar a la tecnología, los empresarios para seguir en el mercado desarrollan nuevas técnicas para optimizar los recursos en la producción y para distribuirlos de forma perfecta, como en la tecnología la cual se debe desarrollar casi a diario para competir justa y sanamente el mercado, el cual se ve reflejado en un precio justo hacia los compradores.

A veces las estrategias de fijación de precios según el cliente, hacen que los impuestos sean más altos, lo que resulta que los impuestos sean ineficientes, la mayoría de nosotros pensamos que son indispensables para redistribuir la renta de los ricos a los pobres, el porqué de que los impuestos sean ineficientes se da porque estos hacen que los precios no sean los reales del producto. Los precios ya no nos informan del valor que tiene un producto para nosotros ni de cuanto estamos dispuestos a ofrecer por algo; los impuestos nos enmascaran el coste de un producto, perdiendo éste el valor que para nosotros.

La eficiencia en un mercado no tiene porqué asegurar justicia, de hecho la eficiencia no es el único valor para hacer que el mercado sea justo. La eficiencia sería justa siempre y cuando fuéramos capaces de mejorar la situación de alguien si tener que dañar la situación

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