Mexico Negro
ercg093 de Noviembre de 2013
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Reflexión sobre obra de Francisco Martín Moreno; México Negro
Resumen: México cuenta con una constitución y leyes escritas tan justas en general como las de cualquier otro país, como se puede apreciar en la parte dogmatica de su carta magna, pero contrariamente en la práctica ni la Constitución ni las Leyes se cumplen o si se hace queda bajo un orden ambiguo donde se favorece a ciertos sectores sociales. México no cuenta con una verdadera libertad política, sin prensa realmente libre, sin un sistema judicial justo y equitativo. México Negro nos relata la historia de la primera mitad del siglo XX, donde un poder ejecutivo lo domina todo, donde los políticos se venden a precio fijo y se encuentran a merced de los extranjeros, dejando de lado los intereses de la nación para satisfacer su avaricia y su sed de poder. La obra, narra momentos de la vida política, económica y social claves para la reestructuración del Estado mexicano, tomando como base la lucha por la obtención del petróleo entre mexicanos y extranjeros, pasando desde el porfiriato, la lucha maderista, la dictadura de Huerta, la etapa del constitucionalismo, el maximato con Plutarco Elías Calles, hasta la época de Lázaro Cárdenas quién por fin expropia el petróleo en 1938 para hacerlo propiedad de la nación.
Palabras Clave: petróleo, expropiación, abuso, traición, constitución, malinchismo, revolución.
Introducción
Tal parece que México trae arrastrando consigo un mecanismo ambiguo en su sistema político desde hace ya mucho tiempo, donde la farsa se hace notar, donde el país es visto ante el extranjero bajo una situación completamente alterna a la realidad, pues nuestra clase política se encuentra asociada con nuestros vecinos del norte y demás potencias mundiales y los únicos beneficiados con este pacto son ellos, excluyendo por completo al sector trabajador de la sociedad, quienes día a día viven las inclemencias de bajos salarios y la sobreexplotación por sus servicios, donde se encuentran protegidos aparentemente por los derechos fundamentales del hombre plasmados en la parte dogmatica de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pero que en la cruda realidad son pisoteados por la élite y clase política del país, pues estos maniatan las leyes a su antojo debido a la ambigüedad de las mismas.
¿Qué no hay mal que dure cien años, ni mal que por bien no venga?; refrán popular que sin lugar a dudas no nos queda a los mexicanos, ya lo decía Don Porfirio Díaz que cuando llegaron los españoles buscaban materias primas principalmente oro, plata y especies, ah pero ellos no vinieron a conquistar sino a colonizar, imponiendo su evangelio porque con gusto hubieran matado a los indios por no someterse pero, entonces quién les hubiera hecho el trabajo. Nadie volvió a venir más que con esos objetivos, vivieron gracias al oro mexicano, llegaron atraídos por los recursos naturales de nuestra nación que sirvieron para financiar el desarrollo económico de otros países y no el nuestro.
Para México ha sido una maldición el contar con vastos recursos naturales, entre ellos el petróleo, pero ese no es el mal en sí, sino todo ha sido ocasionado por las malas administraciones malinchistas, al igual que la mayoría de los mexicanos pues siempre hemos visto y vemos lo mejor que tienen o hacen otros países y nos maravillamos por sus grandes avances pero, por qué no nos preocupamos por hacer algo para empezar a cambiar a nuestra patria de la cual todos nos quejamos; seguimos estando casi en la misma situación petrolera de hace cien años, nuestro petróleo se va a Estados Unidos donde es procesado y nos lo devuelven con altísimos costos, la diferencia radica en que ahora la compañía que extrae el petróleo pertenece a todos los mexicanos y aún así cada mes tenemos que pagar un alza en sus productos, mientras a PEMEX se lo devora un sindicato con unos trabajadores con exorbitantes salarios y prestaciones y que, no conformes con ello le heredan las plazas de trabajo a sus hijos como si fueran un trofeo y, seguimos importando el cuarenta porciento de la gasolina que se consume en el país; mientras tanto y como siempre nuestros pueblos indígenas son los menos favorecidos y que ahora después de 518 años de la conquista se siguen viendo vulnerados y que hoy día tienen en peligro de extinción más de 144 lenguas autóctonas esto provocado por la discriminación de la cual siempre han sido objeto, México un país rico en petróleo tiene viviendo en la pobreza a 12 millones de indígenas negándoles una adecuada alimentación, salud y por supuesto vivienda.
Es evidente que nuestro mal ya duró más de cien años. México Negro nos relata parte de ese mal, centrándose en nuestra historia petrolera. Mientras tanto, esperaremos a que la segunda parte del refrán que dice: “ni mal que por bien no venga”, se cumpla, lo malo es que al paso que vamos al parecer van a pasar otros cien o más años. Nuestra cultura nos impulsa a quejarnos del sistema, pero desafortunadamente, nuestra apatía puede más, y seguimos sin hacer nada. Quedando en el plano de eternos diagnosticadores y críticos, donde las propuestas de solución y acción no tienen cabida.
Desarrollo
México Negro es una novela política que narra la reconstrucción del Estado mexicano en la primera mitad del siglo XX, el relato comienza contando la historia de un campesino dueño de un terreno denominado “Los Limoneros”- haciendo alusión a una infinidad de casos, donde los indígenas eran objeto de engaños, abusos y demás artimañas con objeto de despojarlos de sus tierras- que junto a su esposa su debilidad como el de muchos otros casos eran sus hijos y el amor por su tierra, ya que esta última representaba la identidad, el trabajo, la historia de sus ancestros, entre muchas otras peculiaridades que unen al individuo con su tierra, donde su mayor problema no fue no tener el dinero para hacer producir lo suficiente sus tierras sino el ser dueño de las mismas ya que en ellas se contaba con algunas “capopoteras” que, los dueños de una de las empresas petroleras más importantes del mundo y, su filial en México la Tolteca Petroleum Co. creyeron conveniente comprar, porque los terrenos adyacentes eran muy productivos, haciendo uso de tácticas de convencimiento les arrendaron sus tierras para finalmente quitárselas pero, como sigue pasando hasta nuestros días quien obtuvo más beneficio fue el mediador que sin necesidad de un gran esfuerzo se ganó el doble de dinero que el dueño de la tierra aprovechándose de la ignorancia y confianza que les otorgan los campesinos, pero no tanto por seguridad sino por necesidad.
Cuando alguien se resistía a vender definitivamente al final del contrato, los capitalistas contaban ya con una serie de medidas que obligaban al campesino a vender o simplemente eran despojados por la fuerza de sus tierras, pues estos individuos sin escrúpulos se encontraban coludidos con las autoridades que como hasta ahora han sido fáciles de corromper con pagos monetarios superiores a sus sueldos obtenidos en sus puestos públicos.
Como siempre pasa, los campesinos e indígenas son fáciles de asustar con cualquier historia; al no saber leer ni escribir no sabían ni lo que firmaban en esos contratos, es por ello que se necesitaba al intermediario que sigue siendo el principal beneficiado, por ejemplo, a un campesino la producción de cualquier cosa se la pagan a muy bajo costo tan bajo que a veces les conviene más dejarla echarse a perder que invertir en cosechar y, los intermediarios ofrecen los productos en los centros de abasto a un precio muy superior y posteriormente llegan al consumidor con altos precios, sin que alguien haga algo por que estas situaciones que son una constante en todo el país, lo increíble aun, es que en la actualidad este tipo de actividades no sean reguladas, pues basta con echar un vistazo a las tierras que se encuentran al costado de las carreteras en Veracruz, donde la producción se echa a perder, pues el levantarla resulta muy costoso e inoperante para un campesino que no cuenta con los conocimientos, ni recursos necesarios para llevar a cabo su comercialización.
Porfirio Díaz justificaba esta situación porque México no contaba con el suficiente dinero para su desarrollo y para lograrlo necesitaba que viniera al país inversión extranjera como por ejemplo, en el tendido de las vías férreas concesionados a estadounidenses habían dejado beneficios económicos, sociales y culturales ya que se había comunicado al país y, era símbolo de progreso pues éste había dejado empleos permanentes en todo el territorio nacional e hizo crecer el mercado interno y externo pues comunicaba a México con Estados Unidos y ese era el fin, facilitar las relaciones comerciales con los vecinos del norte. Pero las compañías extranjeras gozaban de desmedidas concesiones, arbitrariamente fijaban los precios y estaban libres de impuestos al contario le pagaban a Estados Unidos la entrada de nuestro petróleo a su territorio y después de su refinación lo regresaban a México con los precios que ellos fijaban. Como ahora sigue pasado con las grandes empresas trasnacionales que tienen costos muy altos en sus servicios y pagan poco a sus empleados y con la ley tributaria de México pagan una miseria de impuestos.
El dictador vio una amenaza en los “trusts” que eran inversionistas estadounidenses porque ya le había causado problemas al presidente de su país y, como una medida de mediación decidió entonces abrirles paso a las compañías inglesas, lo cual generó descontento en los inversionistas norteamericanos; buscaba con darles concesiones a los ingleses mediar el poder con el que ya contaban las industrias estadounidenses.
Lo que buscaba Díaz
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