Mi inocencia - Ensayo

Maria J. Mendoza

SPAN 3300

Nov. 6, 2015

Mi inocencia

El verano apenas había empezado y presentía que esta vez no iba a ser un verano lleno de luz, mariposas y risas, al contrario iba a ser un verano lleno de oscuridad y de llanto. Estaba sentada en mi cuarto jugando con unas muñecas, mirando mi reflexión en un espejo que estaba colocado en frente de mí, hacia la pared pura y blanca. Escuchaba mi hermano mayor jugar con el Nintendo en la sala y que la puerta de mi casa se abría. En ese entonces yo y mi hermanos nos quedábamos solos unos días mientras que mi mamá se iba a Estados Unidos a trabajar porque mi papa nos había dejado. Durante el verano se suponía que nos íbamos a quedar con una prima de mi mamá lo cual yo conocía como tía. Mi tía junto con su marido y sus tres hijos, dos niños y una niña vivían como siente minutos de nuestra casa. La hija era la mayor con unos 19 años y el hijo de en medio tenía como 17 años y su niño menor tenía como 12.

Mi mama tenía que irse a trabajar y regresaría el día siguiente por la tarde, aunque nunca me imaginé que algo malo estaba por pasar. Así que mi mama nos empaco un cambio de ropa junto con nuestras piyamas y nos llevó a la casa de mi tía. Nos subimos a la ven celeste que tenía mi mamá y durante el camino me sentía con mucha ansiedad, preocupación y tristeza. Pensaba que solamente me sentía así porque extrañaba a mi papa. Miraba cada detalle de las casas, árboles y personas por las cuales pasábamos durante el camino asía la casa de mi tía, sin saber porque. Miraba con tanta concentración los colores de cada casa, los tamaños de los árboles y las sonrisas y felicidad de las personas. Cuando llegamos a nuestro destino lo cual se me hiso una eternidad sentí un escalofrió por solo unos segundos. Miraba a mi mamá como si nunca la hubiera visto y la extrañaba aunque sabía que ella estaba ahí presente frente de mí. Nos metimos a la casa de mi tía y empezaba a oscurecer, observaba la luna llena que estaba por salir con una tristeza. Mi tía, tío y sus hijos estaban ahí esperándonos, mi mamá se puso a platicar con mis tíos y mi hermano se sentó a ver una película junto con mis primos y yo me quede parada a un lado de la puerta como si estuviera alistándome para huir de algo en cualquier momento. Salí a fuera para ver la luna llegar y me preguntaba en donde pudiese estar mi papá. Mi mamá junto con mi tía salió y estaba a punto de irse a trabajar, le di un abrazo y subió a la ven y se fue.  La noche ya había salido y era tiempo de irme a dentro. Mi tía se fue con la vecina y mi tío se fue a su cuarto a dormir, mi prima se había ido a su cuarto y solo éramos mi hermano, mi primo menor, mi primo mediano y yo los que estábamos en la sala. Me fui al baño y me cambie, poniéndome mi piyama para dormir son la corazonada de que no saliera del baño. Salí y me fui a sentar en la sala a ver televisión un rato y mi primo mediano se sentó enseguida de mí y mi hermano y primo menor estaban sentados en otro sillón. Estábamos viendo unas caricaturas  cuando de repente sentí que mi corazón latía un poco más rápido. Enfrente de mi estaba la televisión y mi hermano junto con mi primo menor estaban en otro sillón asía la derecha y mi primo mediano estaba en mi izquierda sentado. Mi primo mediano puso su mano en mi hombro derecho y me puso nerviosa. Mientras los segundos pasaban empezó a bajar su mano y sentí como tocaba la parte de debajo de mi playera. Luego su mano fría como su corazón toco mi tibia mano y fue cuando me paralice. Todo se detuvo y sentía que solo éramos él y yo presentes, no sabía qué hacer y no podía hablar ni gritar, yo sabía que lo que estaba haciendo no era correcto. Su mano se acercaba a mi cuello y luego trato de guiar su mano asía mi pecho pero puse mis brazos pegados a los lados de mi cuerpo y no pudo hacerlo. Pasó como unos treinta segundos pero fueron eternos para mí. De repente reflexione y corrí con mi tía a la casa de su vecina en donde estaba. Le dije lo que había pasado y me dijo que todo iba a estar bien ella hablo con su hijo y me puso a dormir. Esa noche no pude dormí por lo que me había pasado y me la pase llorando de tristeza y miedo. El día siguiente llego mi mama y corrí hacia ella con lágrimas en mi cara. Me pregunto qué había pasado pero luego mi tía le aseguro que nada malo había pasado solo que mi primo me quería cargar en sus piernas como cuando lo hacía el cuándo era yo bebé y yo lo tome a mal. Yo sabía que lo que había dicho ella era mentira pero no dije nada. Los días grises pasaban y supe mi mamá le creía a mi tía. Después de esa tragedia paso otra un año después con un tío y esa vez decidí no hablar porque me dije yo misma que si la primera vez mi mamá no me había creído pues era más que seguro que no me iba a creer esta vez. Después de esa vez no volví a ser la misma niña de nueve años, empecé a madurar y ser muy fría. Supe después el porque me sentía como me había sentido ese día.  

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