Mitos cosmogónicos
Fenando892510Síntesis3 de Mayo de 2015
1.000 Palabras (4 Páginas)198 Visitas
La Fábula del Viejo y la Muerte con moraleja, fábulas cortas con lecciones de Samaniego con moraleja. Un día entre montes, por áspero camino, tropezando con una y otra peña, iba un viejo cargando con su leña, maldiciendo su mísero destino.
Al fin cayó y viéndose de suerte queue apenas levantarse ya podía, llamaba con colérica porfía una, dos y tres veces a la Muerte.
Armada de guadaña, en esqueleto, La Muerte se le ofrece en aquel punto, pero el Viejo, temiendo ser difunto, lleno más de terror que de respeto, trémulo la decía y balbuciente:
- Yo ... señora... os llamé desesperado; Pero... -
-Acaba; ¿Qué quieres, desdichado? - Le dijo la muerte al viejo
A lo que el viejo respondió:
-Que me cargues la leña solamente.
Moraleja de la fábula de el Viejo y la Muerte:
En esta fábula nos enseña que si pasamos por una situación difícil debemos tener paciencia en que las cosas se van a solucionar. No debemos maldecir nuestra suerte por que lo único que pasará será tener más problemas y no resolverlos nunca. En esta fábula el anciano se equivocó al estar llamando a la muerte y cuando se le presentó el prefirió la vida por sobre todas las cosas. Hay que darnos cuenta que la vida es lo más hermoso que Dios nos ha dado, disfrútala cada día, los dolores pasan pero nuestra vida es única y muy preciada!.
Entradas relacionadas: Fábula de el viejo y la muerte con moraleja de Samaniego, cuento de el anciano y la muerte preciosa, que significa la fábula de la muerte y el anciano, la mejor fábula del anciano y la muerte con moraleja, fábulas con lecciones para niños del anciano y la muerte con moraleja, fábulas para educar a los niños, fabulas cortas para niños de la escuela, cuál es la moraleja de la fábula del viejo y la muerte de Samaniego, las mejores moralejas de fábulas para niños y niñas.
La llorona
La Llorona, la mujer fantasma que recorre las calles de las ciudades en busca de sus hijos.
Cuenta la leyenda que era una mujer de sociedad, joven y bella, que se caso con un hombre mayor, bueno, responsable y cariñoso, que la consentía como una niña, su único defecto... que no tenia fortuna.
Pero el sabiendo que su joven mujer le gustaba alternar en la sociedad y " escalar alturas ", trabajaba sin descanso para poder satisfacer las necesidades económicas de su esposa, la que sintiéndose consentida despilfarraba todo lo que le daba su marido y exigiéndole cada día mas, para poder estar a la altura de sus amigas, las que dedicaba tiempo a fiestas y constantes paseos.
Marisa López de Figueroa, tuvo varios hijos estos eran educados por la servidumbre mientras que la madre se dedicaba a cosas triviales. Así pasaron varios años, el matrimonio.
Figueroa López, tuvo cuatro hijos y una vida difícil, por la señora de la casa, que repulsaba el hogar y nunca se ocupo de los hijos. Pasaron los años y el marido enfermó gravemente, al poco tiempo murió, llevándose " la llave de la despensa ", la viuda se quedó sin un centavo, y al frente de sus hijos que le pedían que comer. Por un tiempo la señora de Figueroa comenzó a vender sus muebles. Sus alhajas con lo que la fue pasando.
Pocos eran los recursos que ya le quedaban, y al sentirse inútil para trabajar, y sin un centavo para mantener a sus hijos, lo pensó mucho, pero un día los reunió diciéndoles que los iba a llevar de paseo al río de los pirules. Los ishtos saltaban de alegría, ya que era la primera vez que su madre los levaba de paseo al campo. Los subió al carruaje y salió de su casa a las voladas, como si trajera gran prisa por llegar. Llegó al río, que entonces era caudaloso, los bajo del carro, que ella misma guiaba y fue aventando uno a uno
...