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Más allá del horizonte: la literatura


Enviado por   •  24 de Julio de 2017  •  Ensayos  •  1.560 Palabras (7 Páginas)  •  193 Visitas

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DÍAZ RONNER, MARÍA ADELINA (Profesora en Letras de la Universidad de La Plata)

(…)

Más allá del horizonte: la literatura

   ¿Tiene sentido interrogarse hoy por los géneros, cuando parecieran estar perimidos?

    Tal vez sí, y nuestra tarea específica con lo literario que incluye a un lector infantil renueva esta interrogación constantemente. Esta reflexión es pertinente en tanto y en cuanto ni la ley, ni la norma, ni la diferencia, ni la transgresión que acompañan a la Literatura, desde que ésta comenzara a adquirir su forma actual en el siglo XVIII, han cesado.

    La Literatura Infantil está calificada como un subgénero o un género menor. La imputabilidad de menor a un género debe ser pensada desde diferentes perspectivas: la relación asimétrica presente en Literatura/Infantil está considerada desde un lugar social privilegiado: el campo intelectual que discrimina, califica, legaliza o margina, constituido en un sistema de relaciones entre las obras, los agentes y las instituciones.     Las operaciones que hemos llamado faenas honorables anteriormente de valoración se realizan tanto en el campo cultural autónomo como en el no autonomizado, implicando siempre una lucha por mantener una hegemonía y una contrahegemonía.    Si los géneros exhiben la calidad de las relaciones sociales, a partir de su textualización, puede leerse en ellos los vaivenes de esa relación. La disputa por el capital simbólico que entablen los géneros también estaría ordenada desde una situación de privilegio o de jerarquía que es conmovida, acaso, por razones de movilidad histórica y social de la función estética, desplazándose luego, estratégicamente, desde el centro hacia la periferia o viceversa.

    Un género menor sería un concepto móvil que se definiría cada vez por el uso y por su tipo de oposición: zonas sociales de las prácticas verbales que no han sido incorporadas a la literatura o bien porque se sitúan en el límite, entre lo literario y lo no literario, o bien porque las escrituras y los registros son desprestigiados desde el punto de vista de la literatura dominante.

    El lugar de la cuestionabilidad literaria de lo escrito para niños está radicado en su situación de emergencia, la noción de infancia como un pasaje, como un tránsito, es obvia en la débil fortaleza de su receptor como enhebrador de sentidos significativos.   Por fortuna, Philippe Ariès en 1960 instala la Infancia como producto de una historia y la enajena de la indiferenciación a la que había sido sometida.

    Actualmente se discute la infancia, trazada en la modernidad con suma paciencia, y se intenta interpretar su crisis, que ha trastocado su estatuto social debido a la modificación del modelo de dependencia y heteronomía.

    A partir de las concepciones de Pierre Bourdieu sobre el campo cultural y el reconocimiento del predominio del campo económico sobre los demás procesos sociales de producción, la literatura infantil está señalizada con claridad. Existen las señales de aparición del campo otorgado por la formulación de criterios de legitimación, es decir, los espacios para su consolidación como los congresos y jornadas, cátedras y talleres de investigación, divulgación y producción, y la presencia de críticos y su reconocimiento de esta zona especial.

   Es notorio que las señales de aparición del campo se corresponden con la oferta de bienes culturales que atiende, o complementa, una producción de gustos por parte de quienes la consumen.

   Por último, el discurso por el que se la reconoce desde el plano de las convenciones de lo representado sea a través de marcas paratextuales y textuales, o desde el plano de la modificación de las reglas del juego del campo en la literatura.

   En el caso de los modificadores de las convenciones, aceptadas retóricamente como propias al campo, consiste en su exploración y posterior violación por el autor, aun a riesgo de ser expulsado del campo cultural elegido.

  De seguro que Graciela Montes es una muestra formidable que, en esta ocasión, limitaría a la breve novela Otroso (1991: Alfaguara) y al cuento A la sombra de una inmensa cuchara (1993: Sudamericana). Pareciera que, en sus textos, la consigna implícita es la de ensanchar el horizonte expectante, desalentando la rutina temática y alumbrando con nuevas posturas la cotidianeidad, sin ocultar su habitus generador de sospechas y de complicidades. Su trabajo literario da la razón a esa absorción franca y sorprendente de lo “no neutral”, su mirada, ese “ahí” literario, nos obliga a seguirla sin hacernos concesión alguna, sin ningún “masaje” seductor previo.

Leer, ¿qué es?

¿En qué consiste? En la actualidad, las últimas teorías literarias acentúan el papel del lector como el responsable de la construcción de sentido a los textos. Señalaremos cuáles son las actividades involucradas en el acto de leer.

  • Leer se basa en la percepción de señales. Si aceptamos que el texto es un productor continuo de señales, leer es una tarea exploratoria hacia la busca de significancias y que constará de tres pasos:

. Detectar la señal

. Identificarla

. Interpretarla

  •  Leer consiste, además, en la formulación de hipótesis. El proceso de lectura no es una línea recta sin obstáculos, por el contrario es una marcha integradora que integra tanteos y errores. Las hipótesis nacen a medida que se avanza en la lectura y, en cada etapa, se evalúa lo ya leído y se trazan estrategias de anticipación más concretas.
  • Leer es la formulación de hipótesis de significación. Se accede al sentido textual cuando la hipótesis de búsqueda coincide totalmente con el proyecto del autor. Esta coincidencia es total en el caso de los textos científicos y técnicos; parcial, en todos los demás casos y en grados diversos. Así entendido el proceso lector, un texto literario se calificará como tal según el número de equis datos que no se resuelvan en el pesquisaje de datos elaborado por el lector.
  • Según la teoría de la información, leer sería un proceso de reducción de la incertidumbre, es decir que trata de agotar la entropía del texto, convertir la información en conocida. Se dice que un sistema está dotado de una entropía fuerte cuando tiene un alto grado de imprevisibilidad; en caso contrarioserá un sistema con entropía débil. La información se define como una cantidad mensurable que será función de la probabilidad de aparición de ciertos datos. El lector, al ingresar al texto, está en un grado X de incertidumbre en cuanto al contenido del mensaje. La lectura reducirá aquel nivel.
  •  Leer es comprender. La comprensión consiste en el conjunto de actividades que ponen en relación las informaciones nuevas con los datos anteriormente adquiridos y almacenados en la memoria a largo plazo. Comprender es, por un lado, darse una representación interna y profunda de la frase y, por el otro, colocar esa representación en relación con una serie de informaciones complementarias. Solo el conocimiento lingüístico no sirve, la memoria desempeña un papel muy importante. Entendemos la coexistencia necesaria de dos tipos de memoria: la verbal, inmediata, y la semántica, que es donde se depositan, luego de una serie de operaciones de selección, filtro, transformación, las informaciones nuevas. De donde él tome tomará sentido si se integra a la estructura cognitiva preexistente del sujeto.

   Cuando un sujeto puede encontrar información, interrogar y localizar respuestas comprender e interpretar el o los textos que lee, se dice que posee una excelente competencia de lectura.

   En rigor, esta competencia de lectura encierra tres tipos de competitividad:

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