Narcotráfico En El Perú

El Perú es el primer productor de coca y pasta básica a nivel mundial, en medio de la miseria ambiental y la ignorancia estatal, cientos de cocaleros peruanos avanzan talando el bosque, acaban con los suelos y plantan cocales con agroquímicos.

Todos estos procesos de conversión y depuración de la hoja de coca, para obtener la droga es principalmente realizada en los cocaleros situados en las zonas rurales de la selva.

Los aspectos que aplica el narcotráfico son: mayor tecnología y productividad en chacras; dejar en manos peruanas lo puesto de la droga en la frontera, lo que hace perder el libre juego de oferta y demanda, estos cuentan con la profunda corrupción del estado. Por último la profunda segmentación y fragmentación del proceso chacra a la poza y de la poza al laboratorio.

Estos datos son razones suficientes para pensar y proponer al Perú como ejemplo exitoso en lo que es producción de drogas.

En la revista del centro de investigación drogas y derechos humanos, NARCOTRAFICO EN EL PERU. EL DILEMA ENTRE LIBERALISMO ECONOMICO Y PROHIBICION DE LAS DROGAS manifiestan que el propósito, es mostrar la magnitud peruana de este problema global: cómo el narcotráfico se ha asentado en el Perú del siglo XXI, en el que todos los indicadores son positivos: inversión, riesgo país, exportaciones (US$ 35,000 millones, 2010), balanzas, crecimiento, PBI, etc. Lo mismo sucede con el mercado mundial de la cocaína. Además las Áreas de cultivo, las rutas, el tráfico de insumos químicos, el problema del lavado de dinero, las organizaciones criminales, la situación del consumo y, finalmente, el problema de la policía, justicia y cárceles. Finalmente, pretendemos mostrar algunas hojas de ruta que pudieran ser útiles para gestionar el problema de pobreza y salud asociados al tráfico de drogas, reducir los daños ocasionados por políticas efectistas pero fracasadas, recuperar capacidad de decisión como país.

El autor Jorge Serrano Torres (2004) en su texto: “La lucha contra el narcotráfico en Perú” manifiesta que una etapa más reciente, el escenario se complicó para el Perú, debido a la alianza con el narcotráfico forjada en la década del noventa, por grupos terroristas como Sendero Luminoso (SL) y el MRTA; que todavía mantiene SL brindando protección a los narcotraficantes, a cambio de financiamiento y provisión de recursos logísticos, para los casi 500 efectivos que conformarían su golpeada organización, según el informe “Estrategia nacional para el control de drogas”, emitido en marzo del 2004, por el Gobierno de EE.UU. Estadísticas del independiente “Centro de información y educación para la prevención del abuso de drogas” (Cedro) y la estatal “Comisión nacional para el desarrollo y vida sin drogas” (Devida), revelan que hasta el año 2003, existían unos 20.700 campesinos cocaleros, pertenecientes a núcleos familiares de 5 a 6 personas en promedio. Es decir, unos 124.200 peruanos dependen del cultivo de la hoja de coca para su sustento, situados mayormente en los valles del Alto Huallaga, y el Valle del Río Apurímac-Ene (VRAE) entre los departamentos de Ayacucho, Cusco y Apurímac,

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