Naturaleza e Importancia de la medición

1.2. Naturaleza e importancia de la medición

La medición no constituye un nuevo fenómeno sino que acompaña a la evolución humana desde sus orígenes. Pero a medida que la sociedad fue evolucionando a lo largo de los años, aparecieron medidas más so sticadas y rigurosas. Hoy en día, de alguna manera, casi todo es susceptible de ser medido. Basta para ello pensar en el papel crítico de la medición en el día a día de cada uno de nosotros, y en la enorme cantidad de situaciones profesionales y personales que dan lugar a esa necesidad, desde el simple acto de mirar el reloj hasta la veri cación de un presupuesto nanciero, por ejemplo. De tal manera que, determinados gestos o acciones que se han vuelto habituales y naturales, no reciben el cali cativo de medición.

Básicamente, lo que medimos de ne nuestra visión sobre las cosas y la forma en la que la medimos determina los resultados que serán alcanzados. Aquello que no se mide difícilmente podrá ser reproducido, gestionado o incluso hasta apreciado. Naturalmente, la medición constituye una condición necesaria para lograr éxito, pero no es su ciente per se. Es preciso que haya acción. Lo que verdaderamente hace que la medición sea un fenómeno tan poderoso es su capacidad para orientar la acción de forma fundamentada, o sea, ofrecer la oportunidad de posibilitar el comportamiento adecuado en el momento justo.

Por otro lado, no existe probablemente otra área del emprendimiento huma- no donde sea tan necesaria una medición e caz como en una organización. Y será más necesaria conforme mayor sea su tamaño y complejidad de funcionamiento. ¿Cuántas organizaciones se debaten, a veces durante largos períodos de tiempo, entre problemas que no siempre son claramente visibles o raramente se perciben antes de haber creado problemas considerables? Sin una correcta evaluación de las situaciones no se pueden identi car los problemas ni su nivel de gravedad. Y mucho menos se pueden distinguir las causas de los síntomas; como fácilmente se percibirá, un problema no será debidamente resuelto si no se conocen las causas.

El reto que se plantea en términos organizacionales es administrar los diversos elementos constituyentes, de forma que se consigan los resultados deseados. Obtener el nivel de coordinación necesario para ello se vuelve prácticamente inalcanzable sin un sistema e caz de evaluación de la performance. Más allá de eso, la intensidad competitiva de los mercados actuales exige niveles de desempeño sin precedentes. El alcance y mantenimiento del éxito en el actual entorno de negocios es un desafío para cualquier empresa, y aquellas que dan importancia y utilizan correctamente un sistema de evaluación de la performance para gestionar su actividad, tanto desde un punto de vista estratégico como táctico, han comprendido su potencial en la construcción de la superioridad competitiva.

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