Oratoria Persuasiva
luis1912958 de Diciembre de 2014
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INTRODUCCION
El presente trabajo consta de dos capítulos, el primer capítulo trata de cómo se va desarrollando el Discurso Persuasivo pues se sabe que persuadir es lo mismo que convencer entonces la función del discurso persuasivo es convencer a una persona ya sea en el ámbito político u otros, pero, generalmente este tipo de discurso se ve en la política.
A lo largo del recorrido de este trabajo nos explicara los tres tipos de discursos persuasivos, también se verá los pasos a seguir para armar un Discurso Persuasivo, también se hablara de los estándares éticos de un Discurso Persuasivo.
El segundo capítulo consta de las estrategias para persuadir a una persona, mencionará a Aristóteles y las partes esenciales de todo discurso. Así mismo nos hablara de los seis principios de influencia para poder persuadir a las personas ya sea en el ámbito de la política o empresarial.
A medida que usted valla revisando cada uno de los puntos mencionados anteriormente podrá tener la información más detalladamente, espero que este trabajo sea de su grato agrado.
CAPITULO I
1. DEFINICION DE DISCURSO
Un discurso es un mensaje que se pronuncia de manera pública. Se trata de una acción comunicativa cuya finalidad es exponer o transmitir algún tipo de información y, por lo general, convencer a los oyentes.
Para la filosofía, por otra parte, el discurso es un sistema de ideas que se construye de manera social. En este contexto, puede hablarse del discurso dominante en referencia a aquellas representaciones que son impuestas por las clases superiores y que terminan siendo aceptadas o compartidas por la mayoría de la sociedad.
Los discursos aparecen en ámbitos muy diversos. Estos mensajes son una parte esencial de la actividad política, ya que los candidatos en un proceso eleccionario, los dirigentes y los funcionarios suelen comunicarse con la población a través de discursos. Supongamos que un país está a punto de elegir un nuevo presidente: todos los candidatos pronunciarán diversos discursos durante la campaña para comunicar sus propuestas y seducir a los votantes.
En este sentido, hay que resaltar que hace dos años llegó a las pantallas de cine de todo el mundo una interesante película titulada El discurso del Rey. Tom Hooper fue quien dirigió dicha producción que consiguió romper las taquillas y obtener un sinfín de premios tales como Oscar, BAFTA, Goyas o Globos de Oro.
La misma nos cuenta la historia real de Jorge VI (Colin Firth) que, tras la abdicación de su hermano Enrique VIII, se convirtió en rey de Gran Bretaña y tuvo que enfrentarse a un gran problema: su tartamudez. Esta le ocasionaba situaciones de estrés y de gran inseguridad a la hora de realizar los discursos que, como monarca, se veía en la obligación de acometer.
Por tal motivo, decidió ponerse en manos del logopeda Lionel Logue (Geoffrey Rush) para así conseguir superar ese defecto. Y lo consiguió, eso sí, gracias a la experiencia de este profesional que desde luego utilizaba una serie de técnicas nada habituales y poco ortodoxas pero muy efectivas.
Desde entonces y durante toda la Segunda Guerra Mundial, el citado logopeda siempre estuvo al lado del rey a la hora de realizar y preparar sus discursos como el que realizó este en el año 1939 cuando Gran Bretaña decide declararle la guerra a la Alemania, que en esos momentos estaba en manos del movimiento nazi.
El discurso también se utiliza en la presentación de productos o servicios. Un empresario, en este sentido, puede convocar a la prensa y dar un discurso para anunciar la creación de una nueva marca.
2. DEFINICIÓN DE PERSUASIÓN
Antes de entrar en la explicación de este método de análisis y de sus fundamentos, es necesario definir la persuasión como un tipo de comunicación que genera discursos específicos.
En términos generales, la persuasión consiste en conseguir un objetivo a través de la influencia que ejercen los discursos sobre los ámbitos racionales y afectivos de los demás. En otras palabras, es un proceso de influencia comunicativa y social que puede definirse, siguiendo a
Roiz (1994: 6), como un tipo especial de comunicación que se caracteriza por la intención manifiesta de la fuente orientada a producir algo en el receptor y a modificar su conducta en algún sentido. De esta definición pueden derivarse algunos rasgos relevantes de la persuasión.
El primero tiene que ver con la intención de la fuente que, en el caso de la persuasión, es manifiesta y reconocida como tal por el receptor. Esto hace que el auditorio aplique a la interpretación de los discursos unos determinados mecanismos, que dan lugar a cambios cognitivos y de conducta que, a su vez, producen modificaciones en el entorno cognitivo en el que se desarrolla la comunicación.
Definida de este modo, la persuasión se distingue de otros tipos de comunicación con los que se la suele confundir por tener puntos en común. Es el caso de la convicción y de la manipulación. Persuasión, convicción y manipulación comparten el objetivo de producir en el auditorio cambios en el modo de pensar o de actuar. Pero, entre estos procesos comunicativos existen importantes diferencias. Las más destacadas se refieren a la intención de la fuente, a los ámbitos de conocimiento en los que se desarrollan, a los niveles cognitivos a los que afectan y a los tipos de discursos que generan. De este modo, persuasión y manipulación comparten el ámbito en el que se desarrollan aquel en el que no es posible llegar a acuerdos generales y el tipo de auditorio al que se dirigen el auditorio particular.
Sin embargo, se distinguen en que, en la manipulación, la intención de la fuente no es manifiesta y en que ésta trata de evitar los mecanismos racionales de interpretación ya que sólo fija sus efectos en los mecanismos afectivos. Por otro lado, la persuasión comparte con la convicción que ambas explicitan las intenciones de la fuente. No obstante, diferencian en que la convicción es propia de campos en los que es posible llegar a acuerdos generales y en que la convicción apela únicamente a la razón de los seres humanos.
3. DISCURSO PERSUASIVO
Un discurso persuasivo se escribe para persuadir, o convencer a los oyentes, de la validez del argumento del hablante. Esto puede implicar que a alguien a cambiar de opinión o en muy menos tener en cuenta algunos elementos que en realidad no han sido tratados con anterioridad. La mayoría de los discursos son persuasivos de un modo u otro y sólo unos pocos se ofrecen a los meros propósitos informativos. En cada presentación oral el orador debe al menos persuadir al auditorio que preste atención, que considere tal o cual punto de vista y trate de entender las ideas y la información que se está ofreciendo. Pero en una exposición típicamente persuasiva el auditorio debe ser motivado para que algunas cosas se hagan de determinado modo, o que actúe según ciertos lineamientos o que gaste dinero en la adquisición de algún bien o la contratación de un determinado servicio. En otras palabras, el orador demanda algo específico. Para lograr que algo se haga, o poder generar acciones demanda de un movimiento y para crearlo, debe crearse una cantidad de energía. El discurso persuasivo es el arte de generar acción, no simple conocimiento, en otras personas. Quizás el primer asunto que debe destacarse es que el discurso persuasivo no es algo malo, indeseable o negativo. La persuasión es algo familiar, regular e importante en el desarrollo de las actividades humanas. En su mayor parte, en todas las interacciones humanas la herramienta básica en la toma de decisiones no es la lucha, el ataque, la amenaza o la coacción, sino la persuasión. Entonces resulta extraño que a mucha gente le suene mal el mismo término persuasión.
SEGÚN WILSON GOMEZ MORENO (Apuntes al Margen, Didáctica de la Escritura)
La argumentación pone al discurso en tono persuasivo, que busca influir, orientar, afirman o cambian de norte los pre saberes del auditorio en una dinámica participativa que supone el razonar, entendido como el deliberar, criticar, refutar, hacer de las razones el argumento para la verdad que se pretende.
Las exigencias de la argumentación parten de los acuerdos que sustentan la mayoría o que son de apropiación general. Una adecuada inclusión de argumentación en el aula permite el desarrollo del debate constructivo, pues cada idea argumentada debe persuadir a través del convencimiento y no de la imposición.
La persuasión proporciona a la afirmación de cada tesis la fuerza necesaria que conduce a la acción y justifica puntos de vista que consolidan una toma de posición, un compromiso.
Lograr un positivo desarrollo de la argumentación en nuestro discurso y el de nuestros alumnos contribuye al planteamiento, resolución y ejecución de soluciones a los problemas de la vida académica.
Hacer de la argumentación una experiencia cotidiana permite la presencia de la discusión, de la opinión de los demás. También emitir juicios de valor, pero ante todo el desarrollo de la escucha.
Cuando el discurso se vista de coherencia y argumento, gane la «adhesión de los espíritus» que se dinamizan en la acción, propicie la controversia y el descubrimiento de otras formas de ver lograremos sacar la clase de la monotonía en que suele caer muchas
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