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Orientacion


Enviado por   •  16 de Marzo de 2014  •  9.042 Palabras (37 Páginas)  •  200 Visitas

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MARCO TEÓRICO

ORIENTACIÓN

1. CONCEPTOS BÁSICOS DE ORIENTACIÓN:

La orientación se define como la capacidad para precisar los datos sobre nuestra situación real en el ambiente y sobre nosotros mismos; es una función de la conciencia, y la separación entre ambas es artificial: para estar consciente hay que estar orientado.

La orientación sobre el mundo exterior se llama orientación alopsíquica, y la que se tiene sobre uno mismo, orientación autopsíquica.

A) ORIENTACIÓN SOBRE EL MUNDO EXTERIOR (ALOPSIQUICA): Se refiere a la orientación en el tiempo y en el espacio; para que sea correcta tienen que funcionar adecuadamente la memoria, la atención, el pensamiento y la comprensión. A través de la orientación en el tiempo (orientación temporal) se sabe la hora, el día, el mes, el año, en que se vive, y el orden en que transcurren los acontecimientos, de forma que luego puedan recordarse cronológicamente. En ciertos trastornos psiquiátricos el enfermo se desorienta, no sabe en qué día vive, ni en qué año, si es por la mañana o por la tarde, si ha comido o no. Hay un tipo de desorientación, típica de las personas de edad avanzada, que está muy relacionada con la pérdida de memoria: se acuerdan muy bien de hechos que ocurrieron hace muchos años, pero son incapaces de recordar los del día anterior.

Hay que distinguir entre el tiempo cronológico, que es el que mide el reloj, y la vivencia del tiempo, es decir, cómo se siente que pasa el tiempo. Para las personas deprimidas el tiempo pasa muy lento, «como si estuviese congelado», «los minutos se hacen horas», «parece que el día nunca va a acabar»...; en otros casos, en cambio, se siente que el tiempo «se escapa de las manos», «vuela tan rápido que no da para hacer nada».

La orientación en el espacio consiste en saber en qué lugar se está (orientación de lugar), y en reconocer el espacio y los objetos que a uno le rodean (orientación espacial). La primera tiene una gran importancia clínica: cuando falla, un enfermo que esté, por ejemplo, ingresado en un hospital de Lérida puede creer que se encuentra en el cine de su pueblo. La ingestión de tóxicos, o ciertas enfermedades psíquicas, como la esquizofrenia, pueden alterar la percepción del espacio que rodea al sujeto, que nota como si cambiasen las formas y la situación de las cosas. Esta orientación espacial es típica tras ingerir alucinógenos.

B) ORIENTACIÓN SOBRE UNO MISMO (AUTOPSIQUICA)Consiste en reconocerse a uno mismo física y psíquicamente; cuando esto falla, se produce la desorientación autopsíquica: un enfermo esquizofrénico, por ejemplo, puede creerse Hitler o Napoleón debido a un trastorno en la identificación de su yo. En la personalidad alternante, el enfermo reconoce distintas etapas de su vida o aspectos de su personalidad, pero no es capaz de relacionarlos. El «encontrarse raro», «sentirse distinto», «estar cambiado», «no reconocerse al mirarse al espejo»... recibe el nombre de despersonalización. Cuando el sujeto se siente extraño y también encuentra extraño el mundo que lo rodea, llegando incluso un momento en el que no reconoce algunos aspectos de su personalidad, «como si dentro de él viviese una persona distinta», estamos ante un caso de desdoblamiento de personalidad.

La enajenación aparece cuando el sujeto no se reconoce en absoluto, tiene la sensación de que no es él mismo; en este caso, es posible que surja la necesidad de identificarse con algo o con alguien y el enfermo puede llegar a creerse el rey de España.

Dentro de la orientación de uno mismo está, también, el reconocimiento del propio cuerpo. Aquí pueden presentarse también un sinfín de alteraciones, desde la percepción de un miembro que no existe (el «miembro fantasma») hasta ver el cuerpo distinto a como es en realidad, notar que algunas de sus partes se desplazan, no determinar bien sus fronteras, etc.

2. FUNDAMENTOS NEUROPSICOLÓGICOS DE LA ORIENTACIÓN:

2.1 Hemisferio derecho

El hemisferio derecho gobierna tantas funciones especializadas como el izquierdo. Su forma de elaborar y procesar la información es distinta del hemisferio izquierdo. No utiliza los mecanismos convencionales para el análisis de los pensamientos que utiliza el hemisferio izquierdo. Es un hemisferio integrador, centro de las facultades viso-espaciales no verbales, especializado en sensaciones, sentimientos, prosodia y habilidades especiales; como visuales y sonoras no del lenguaje como las artísticas y musicales. Concibe las situaciones y las estrategias del pensamiento de una forma total. Integra varios tipos de información (sonidos, imágenes, olores, sensaciones) y los transmite como un todo. El método de elaboración utilizado por el hemisferio derecho se ajusta al tipo de respuesta inmediata que se requiere en los procesos visuales y de orientación espacial. El lóbulo frontal derecho y el lóbulo temporal derecho parecen los encargados de ejercer las actividades especializadas no verbales del hemisferio derecho. Esto se corresponde, en muchos aspectos, con las funciones de control del habla que ejercen el lóbulo frontal y el lóbulo temporal del hemisferio izquierdo. Los otros dos lóbulos del hemisferio derecho, el parietal y el lóbulo occipital, tienen al parecer menos funciones. Sin embargo, como resultado del estudio de pacientes con el cerebro dividido (seccionado), o con pacientes que padecen lesiones en el hemisferio izquierdo, se ha detectado un pequeño grado de comprensión verbal en el lóbulo parietal derecho, que tiene la capacidad de comprender una selección de nombres y verbos simples. Y recíprocamente, el lóbulo parietal izquierdo parece que tiene ciertas funciones espaciales limitadas. Por lo tanto, aunque el hemisferio derecho está, sin duda, especializado, en las funciones no verbales, concretamente en las viso-espaciales, no resulta fácil discernir las diferencias entre los dos hemisferios. El hemisferio derecho está considerado de cualquier modo, como el receptor e identificador de la orientación espacial, el responsable de nuestra percepción del mundo en términos de color, forma y lugar. John Huglings Jackson informó que un paciente con un tumor en el lado derecho del cerebro no reconocía objetos, lugares ni personas. Utilizando sus facultades somos capaces de situarnos y orientarnos; podemos saber por qué calle estamos caminando mirando simplemente la arquitectura de los edificios que hay a uno y otro lado de ella, esto es la forma y aspecto de las fachadas, de los tejados y de las puertas de entrada. Si vamos

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