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Orientación Educativa Caso de intervención psicopedagógica


Enviado por   •  14 de Octubre de 2015  •  Informes  •  2.175 Palabras (9 Páginas)  •  398 Visitas

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[pic 1][pic 2][pic 3][pic 4]Universidad Pedagógica Nacional

Unidad 151

Subsede Jilotepec

Orientación Educativa

Caso de intervención psicopedagógica

Asesora: Laura Gabriel Ángeles.

Alumna: Adiluz Bautista Espinoza

Enero de 2015

                          

Para comenzar, describiré que algunos alumnos tienen dificultades para realizar dictados de manera satisfactoria, debido a que en la mayoría de ellos se conflictuan al escribir algunas palabras, confunden las letras y no logran la comprensión de los textos, derivando de este mismo inconveniente. Tienen problemas en la escritura y en el copiado: hacen inversiones, omisiones, adiciones y/o sustituciones de letras y palabras. A menudo la escritura varía pudiendo ser ilegible en algunos momentos. Su ortografía es fonética e inconstante; cometiendo a menudo errores ortográficos. La manera de tomar el lápiz es diferente, haciendo demasiada presión sobre el papel.

Pero antes de cualquier cosa, es recomendable que la persona con dislexia disponga de un diagnóstico fiable, también resulta necesario mencionar que no existe ningún examen “biológico” que pueda darnos un resultado inequívoco de la existencia de una dislexia.

“Existen ciertas pruebas psicopedagógicas  que los especialistas familiarizados con la temática realizan para poder para poder llegar a un diagnóstico certero y preciso, pero son las características las que nos harán sospechar en un primer momento que se puede tratar de una dislexia. No todas las personas con dislexia experimentan los mismos síntomas, pero si hay algunos en común en los que podemos ver reflejados a nuestros alumnos” (Rivas Torres, 1994)

Cuando sospechemos en alguna medida que nuestros alumnos pueden ser personas con dislexia, no debemos dejarnos desalentar o influir negativamente, echando al olvido esta suposición, simplemente porque algún profesional niegue rotundamente que se trate de dislexia. No todos los especialistas “conocen” o “quieren conocer” el fenómeno de la dislexia, por lo que debemos insistir y buscar  una explicación a la dificultad que estamos observando en ellos. Tenemos que ofrecer mayor comprensión y ser un apoyo real para ellos.

Y por tanto, me di a la tarea de investigar las razones por las cuales acontece esta situación; y fue en el proceso de investigación donde encontré que mis alumnos sufren un trastorno llamado “Dislexia”.  A continuación profundizare en el tema y es así como nos percataremos de lo que comprende a dicho fenómeno; pues bien, comencemos definiendo de qué se trata.

“La dislexia es un trastorno de origen neurobiológico, que ocasiona gran parte de los fracasos escolares. Se manifiesta en la dificultad para la lectura, escritura, problemas de orientación espacial y temporal, en ocasiones puede afectar en el cálculo y lógica matemática y de igual forma existen niños disléxicos que presentan problemas a nivel motriz”. (Esclat Lovat, 1999)

Se caracteriza porque las adquisiciones del individuo en el ámbito de la lectura, la escritura y el deletreo, están muy por debajo del nivel esperado en función de su inteligencia y de su edad cronológica. Es un problema de índole cognitivo, que afecta a aquellas habilidades lingüísticas asociadas con la modalidad escrita, particularmente el paso de la codificación visual a la verbal, la memoria a corto plazo, la percepción de orden y la secuenciación. (Bea, 2002)

Aunque en una edad temprana existen ciertos indicios de que un niño o niña, pueda tener dislexia. No podemos asegurar que realmente se trata de una dislexia hasta que el niño o niña, llega a enfrentarse con el mundo de los símbolos, que ya suele ser en Educación Primaria. Es ahí cuando el profesor juega un papel importantísimo, pues son ellos los que en primer lugar deberían detectar que el alumno no puede seguir el ritmo lector de sus otros compañeros de clase.

Aparecen todos los síntomas de la dislexia y al no ser detectados ni intervenidos, la dificultad va siendo mayor, presentándose cada vez con mayor claridad un fracaso escolar.

En la etapa de los 7 – 9 años, los síntomas más habituales son:

  • Omisiones, situaciones, inversiones, distorsiones o adiciones de letras, silabas y/o palabras.
  • Rectificaciones, lectura lenta con vacilaciones, silabeos y pérdidas de la línea.
  • Falta de comprensión lectora debido al sobreesfuerzo de los alumnos para decodificar los símbolos.

Durante el curso del 4° Grado de Primaria, los alumnos han podido aprender a relacionar ciertas letras con sus sonidos correspondientes, sin embargo la lectura sigue siendo lenta, laboriosa  e insegura para su edad. El alumno presenta problemas en reconocer palabras completas, por lo que su lectura tiene que realizarse muy despacio para poder leer correctamente.  Sin embargo, puesto que el grado de exigencia es mayor, su lectura debe ser más exacta y rápida de lo que en realidad puede ser.

La consecuencia suele ser que debido a la presión, el alumno modifica su lectura, abandonando su lectura secuencial, por ser muy lenta y comienza a utilizar el procesamiento de pistas fonéticas parciales y ortográficas, además de servirse de la adivinación que no siempre les da el resultado esperado.  Los errores aumentan, la ansiedad empieza a hacerse más notoria, puesto que ellos mismos se dan cuenta de que su nivel lector no es como el esperado. Tampoco entienden, porqué ellos no pueden leer como el resto de sus compañeros.  Las tareas se eternizan y el rechazo a todo lo que tenga que ver con el estudio va aumentando de tal manera que fácilmente puede desencadenar fobia escolar.

Por todo ello, pretendo hacer énfasis en la importancia que tiene, por un lado, el diagnóstico precoz de la dislexia y por el otro, la buena disposición del maestro o adulto para intentar comprender a los niños que pueden estar sufriendo en nuestras aulas debido a la poca información que manejamos sobre este fenómeno.

“A lo largo de la historia, parece ser que ha sido evidente la necesidad de separar entre dislexia adquirida y dislexia evolutiva o de desarrollo. El primer caso se trata de aquel sujeto que no puede leer y escribir sin errores, después de haber accedido correctamente a dicho aprendizaje, debido a una lesión cerebral o traumatismo. En el caso de dislexia evolutiva, sin embargo, el sujeto tiene dificultad para adquirir la capacidad lectora y de la escritura”. (Rivas Torres, 1994)

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