PACTO HAMBRE CERO (Incidencia De Las Politicas Publicas En La Desnutrición)
Mel102425 de Julio de 2014
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POLITICAS PÚBLICAS Y SU INCIDENCIA EN LA DESNUTRICION
La desnutrición y la desnutrición crónica, son enfermedades provocadas por la carencia de una alimentación adecuada, silenciosamente se encuentra alojada desde el nacimiento en el caso de miles de niños que hoy por hoy se encuentran en peligro de muerte si los sectores que tienen por deber cívico, moral y por deber constitucional, la planificación de estrategias en pro de mejorar la calidad de vida de estos niños quienes sufren de estas enfermedades.
Desde hace varios años, a nivel público y privado muchos sectores han tomado cartas en el asunto sobre esta problemática y han implementado proyectos autofinanciados ó por la cooperación internacional, quienes proponen erradicar la desnutrición crónica en niños menores de 5 años. A pesar de todo, es un problema que se ha agravado en 166 municipios a nivel nacional y cada vez es más evidente la división social, entre un guatemalteco adinerado con sobrepeso, lujos innecesarios y un niño de 7 años muriendo a causa de diarrea y en condiciones de pobreza extrema, un ejemplo reciente es; el niño que falleció en la cinta asfáltica el 26 de Agosto del presente año, a causa de una disfunción en su corazón y por la falta de medicamento, debido a que su madre no pudo comprarle el tratamiento adecuado, el Estado no puede continuar ignorando la situación. Todos recordamos el proyecto del Presidente Otto Pérez Molina en el 2012, el plan denominado “Pacto Hambre Cero” que tenía como objetivo principal erradicar la desnutrición crónica en niños menores de 5 años en un 10% para el 2015.
En Guatemala dominan la pobreza y la extrema pobreza, esta una realidad que no hace falta indagar a profundidad. Las estadísticas nos recuerdan constantemente el sufrimiento permanentemente de un sector significativo de nuestra sociedad: más del 60% vive en estado de pobreza y de estos un 20 por ciento en estado de extrema pobreza (estos últimos sobreviven con menos del equivalente de un dólar al día).
Muchas de estas problemáticas se pueden observar prácticamente sobre el mismo sector de población: indígena, Quiché, Sololá, Huehuetenango, Baja y Alta Verapaz, acompañado con un muy bajo nivel de escolaridad además de las pocas iniciativas por parte de nuestro gobierno, desembocan en las irreparables secuelas negativas neurológicas y probablemente psicopedagógicas que son causadas por la desnutrición en niños en edades de desarrollo.
Los pobres y extremadamente pobres junto con los desnutridos crónicos y agudos del cual, 50 por ciento de los niños menores de 5 años están en esta situación. Esto ya fue detectado por SESAN, MINEDUC y diputados del congreso de la república y comprobado por el INCAP desde hace 25 años atrás. Por tanto, los gobiernos de la “época democrática” están conscientes de la situación y por lo mismo son co-responsables de esta problemática, por ello los funcionarios de los ministerios especializados en estos temas, los diputados del Legislativo y los presidentes de turno (que dicen estar a favor del pueblo), deberían haber estudiado, elaborado, propuesto e impulsado políticas eficaces y viables contra la pobreza y el hambre, no solo haberlo ofrecido durante el período de campaña electoral.
El actual gobierno prometió enfrentar “Todos” los problemas que aquejan a la sociedad guatemalteca, pero hasta la fecha no ha hecho nada eficiente como tampoco efectivo. Todo lo contrario, las proyecciones de pobreza y hambre, tienden a aumentar constantemente.
Hay algunos pocos representantes del gobierno, quienes creen que esta situación es real y debe ser enfrentada, pero también están conscientes y conocen los peligros que de ella pueden derivarse.
Urge reconocer y actuar ante la problemática multisectorial e intersectorial y que los representantes del Congreso de la República, aporten políticas
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