PANDILLAS JUVENILES

Pandillas que dejaron la violencia y ahora optan por el Break Dance

Reportes del Ministerio Público revelan que en Arequipa, menores desde los 10 años de edad ya están inmersos en el mundo delincuencial.

Yasselly Romero Yllanes

En el año 2011, la Fiscalía de Familia advirtió que los casos de menores integrando pandillas y bandas delictivas, se incrementaron en Arequipa y fueron 447 menores involucrados en actos ilícitos.

A fines de 2012 estos casos habían superado los 650 y para este año existe la tendencia, sigue en la misma línea de crecimiento con delitos como hurto, asalto y robo agravado en lo que es para muchos un cáncer social que avanza lentamente destruyendo a la actual juventud del país.

NORMATIVA

A propósito de esta problemática, el Ejecutivo promulgó el lunes 19, en el Diario Oficial El Peruano la Ley Nº 30076, que establece duras sanciones contra los sicarios juveniles y cárcel efectiva para los reincidentes en robos. Se modifica además diversos artículos del Código Penal, Código Procesal Penal, Código de Ejecución Penal, Código de los Niños y Adolescentes y crea dos registros: uno de contenido penal y otro laboral.

Para el congresista Juan Carlos Eguren, esta nueva herramienta legal es un paso importante que permitirá frenar el avance delictivo del país, en particular el cometido por menores de edad, quienes sacaban el máximo provecho a las benevolentes leyes nacionales.

Explicó que para hacer efectivo todos estos cambios, el Gobierno debe programarse, a corto plazo, la inmediata modernización de las comisarías implementándolas de logística y software online que permitan la instalación de un registro digital para identificar a los delincuentes y el perfil completo de sus ilícitos cometidos (ingresos por robo, modalidad y otros).

CUMPLIMIENTO

Tras la publicación de la Ley Nº 30076, la fiscal de Prevención del Delito y coordinadora regional del Programa Jóvenes Líderes, Cecilia Ampuero Riega, opinó que además de endurecer las sanciones, un factor primordial es sumar esfuerzos porque las normas ya dictadas se cumplan, partiendo de un mayor trabajo preventivo y coordinado entre el Estado y los gobiernos locales.

Explicó que la experiencia nos dice, que no siempre el castigo severo dará los resultados esperados, señalando como ejemplo negativo la implementación de un nuevo Código de Tránsito que pese a tener sanciones más drásticas, aún no logra reducir los accidentes de tránsito en el país.

A su turno, el parlamentario coincidió con la fiscal al señalar que la delincuencia no se arreglará con una sola norma, ya que el trabajo implica un conjunto de acciones entre el Ejecutivo, Congreso, Poder Judicial, autoridades locales y ciudadanía en conjunto para reducir niveles de criminalidad.

TRABAJO DE PADRES

Ampuero Riega subrayó además, que el problema de la delincuencia no solo es responsabilidad de la Policía Nacional, los municipios, de los colegios y del mismo Estado, sino principalmente, de los padres de familia que deben trabajar arduamente en la guía de sus hijos.

Señaló que los padres deben enseñar en el hogar normas de convivencia y estas deben respetarse, haciendo valer sanciones por el incumplimiento. De no ser así, todo esto conlleva a que el descontrol de los menores, termine madurando en formar a un avezado delincuente que cambian la familia y los estudios por cuchillos y armas de fuego en lo que es para ellos un nuevo e invariable estilo de vida.

La coordinadora del Programa Jóvenes Líderes subrayó que son los menores desde los 10 y 16 años los que influenciados por la violencia familiar, mal ejemplo de padres, abandono y malas juntas optan por introducirse al mundo delincuencial o peor aún formar sus propias pandillas e integrar bandas delictivas con las que cometen ilícitos en estado

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