PAPEL DE LA ADMINISTRACION EN EL MANTENIMIENTO

[pic 1][pic 2]

INSTITUTO TECNOLOGICO DE BOCA DEL RIO

CARRERA: INGENIERIA MECANICA

DOCENTE: JOSE LUIS RAMOZ PEREZ

ASIGNATURA: ADMINISTRACION ENFOCADA AL MANTENIMIENTO

UNIDAD 1

1. SEMBLANZA EVOLUTIVA DEL MANTENIMIENTO
2. PAPEL DE LA ADMINISTRACION EN EL MANTENIMIENTO

ALUMNO: GIOVANNI RIVERA CRUZ

SEMESTRE: 8º    GRUPO: A

PERIODO: ENERO-JUNIO 2015

UNIDAD 1

En esta unidad se aborda una semblanza analizada de la evolución del mantenimiento. Por ser de vital importancia conocer los aciertos y errores acontecidos a través del tiempo, con la finalidad de contar con un marco de referencia veraz, para cimentar la capacidad adecuada de los futuros ingenieros, para actualizar una versión adecuada de la administración del mantenimiento, depurándola de anacrónicos y obsoletos paradigmas así como vicios. Además se aborda el papel de la administración en el mantenimiento.

1.1 SEMBLANZA ANALIZADA DE LA EVOLUCIÓN DEL MANTENIMIENTO.

Desde el momento en que nuestros antepasados, hicieron uso de artefactos y mecanismos elementales para desarrollar sus actividades, el mantenimiento, ha tenido presencia; aunque obviamente, en su forma más simple. Ahora bien, si nos remontamos a la segunda mitad del siglo XIX, en el cual, el avance tecnológico, les permitió, la actualización de las primeras máquinas de transformación de energía en trabajo, para la realización de sus tareas con un menor esfuerzo físico; sin lugar a dudas, este acontecimiento fue definitivo, para dar paso a la formación de las primeras industrias, destacando: el transporte y la producción de bienes; fue precisamente en esa época, cuando el mantenimiento adquirió relevante importancia, creándose así la plataforma de despegue de su transformación a través del tiempo.

Originalmente se practicó en forma elemental, cambiando o reparando los equipos que se averían, posteriormente cuando la organización en el mantenimiento tomo forma, se le etiqueto como “Mantenimiento Correctivo”, el cual se caracterizó por carecer de planeación y de un enfoque de anticipación, concretándose únicamente, como ya se dijo antes, a la ejecución de actividades de reparación, o sustitución de los equipos que se averiaban o delos que representaban síntomas de alguna supuesta falla.

Posteriormente, aun en las dos primeras décadas del siglo XX, el mantenimiento que se aplicaba era 100% correctivo bajo la modalidad de emergente o sintomático y en consecuencia los costos de fabricación, eran excesivamente altos, afectando principalmente por largos lapsos improductivos, derivados del tipo de mantenimiento que se ejercía, carente de una adecuada planeación y de estrategias de anticipación, de las cuales destacaba la falta de programación y control de refacciones, mismo que imposibilitaba terminar las actividades de mantenimiento en tiempo y forma, sobre todo cuando los tiempos necesarios para recibir las refacciones resultaban demasiado prolongados.

En el transcurso de la tercera década del siglo en cuestión, con el beneplácito de los inversionistas industriales, se inicia la aplicación de las primeras atapas de prevención, cuyo objetivo primordial fue abatir los tiempos improductivos, derivado por la falta de técnicas bien definidos, apoyados en normas de ingeniería, recomendaciones de los fabricantes, especificaciones de materiales y de experiencias laborales adquiridas.

Tras un largo proceso evolutivo con la aplicación de las antes expuestas técnicas preventivas, se le da al mantenimiento un enfoque técnico, con lo cual se aporta una relevante importancia, al cumplirse su objetivo de haber sido una herramienta que elevo la productividad, derivando está en el fortalecimiento de la economía de las plantas industriales, en una época critica que se caracterizó por la constante exigencia de mayor producción y máxima economía en un marco de calidad y seguridad, acordes a la época, como sucedió en la expansión industrial y las necesidades de fabricación de equipos, transportes y pertrechos para la primera guerra mundial.

En el transcurso de la cuarta y quinta década, del mismo siglo, las técnicas preventivas continuaron evolucionando favorablemente, bajo la dirección de ingeniero mecánico,         que haciendo gala de sus conocimientos y aplicación de la ingeniería mecánica se hicieron acreedores a la etiqueta de tecnócratas, y fusionaron acertadamente las actividades de: la administración y la ejecución del mantenimiento.

Posteriormente hace acto de presencia una política recurrente que hoy se conoce como globalización, en esa época se le denomino administración, misma que se presentó como la fórmula mágica que solucionaría todos los problemas existentes, hasta que se demostró lo contrario y como era de esperarse, se generalizo, en el ámbito industrial, sin omitir el departamento de mantenimiento y en consecuencia el medio se saturo de administradores que obviamente se posicionaron en las rectorías de los diferentes departamentos. Obviamente produjo un cambio en el derrotero del mantenimiento con los adversos resultados que aún prevalecen en el presente. Mismos que ameritan un profundo análisis de ser posible corregirlos a la brevedad posible.

Esta situación, aplicada al departamento de mantenimiento, al quedar dirigido por administradores con absoluta desventaja con los tecnócratas, en cuanto dominio al respectivo campo, se dedicó a administrar lo que desconocían. La ley del invasor no se hizo esperar, de inmediatamente enarbolaron su bandera y estableciendo fronteras psicológicas de su nuevo territorio, mediante algunos deudos principios o paradigmas que aún prevalecen en el presente, a esto se le suma la importancia y aplicación de algunos modelos administrativos etiquetados de excelentes en otras latitudes, sin tomarse en cuenta la discrepancia existente con nuestra cultura laboral.

Los seudo principios:

1. Uno de los seudo principios o paradigmas, que se mencionan con anterioridad y han obstaculizado un buen resultado del mantenimiento, es el siguiente: “no proyectes aun excelente tecnócrata como administrador, porque puedes perder un buen técnico sin ganar un administrador. Esto origino una interminable serie de errores, algunos se enlistan a continuación:

• Al obstaculizar la proyección de tecnócratas a puestos administrativos, se desaprovecha su experiencia y conocimiento técnico sobre el campo, que son fundamentales para realizar una acertada administración. Un excelente administrador carente de conocimientos técnicos del campo en cuestión está condenado a administrar lo que desconoce y el resultado suele ser catastrófico.
• También se debe considerar el deslinde en don entidades del área de mantenimiento: una enfocada a la administración y otra enfocada a la fase técnica. Esta división de la que se hace referencia, se ha incrementado a través del tiempo, pero aun ahí más, si se observa cualquier industria, de relevante importancia se comprueba que dentro del mantenimiento, ambas entidades siguen separadas y se han desarrollado sin equidad, esto quiere decir que mientras el área de administración esta robustecida, el área técnica esta relegada a segundo término, así como delegada en el personal subalterno, afectando en esto el resultado. No se debe olvidar que el mantenimiento, no es administrar si no reparar y esto es tecnicismo que reclama la presencia del ingeniero de mantenimiento con excelente preparación, para la administración y ejecución del mantenimiento. Descalificándose la intromisión de excelentes administradores carentes de adecuados conocimientos técnicos, en lo que respecta la operación y mantenimiento de las plantas industriales.
• Es pertinente hacer notar que el ingeniero de mantenimiento, poco a poco fue transformando su fisonomía de tecnócratas, así como su desarrollo profesional, al emigrar del campo a las oficinas y cambiar su manual de procedimientos técnicos, normas de ingeniería y especificaciones de materiales, por una muy bien documentada agenda de prestadores de servicios.

1. Otro de los principios o paradigmas fue modificar una práctica usual del tecnócrata de ser muy selectivo de los componentes dañados y que realmente se requería cambiarlos, por la práctica de cambiarlos todos, bajo la errónea justificación de que: ya desquitaron y así pueden dar mejor servicio. Un cambio indiscriminado de refacciones en los equipos que se intervienen, incrementando considerablemente el costo de mantenimiento, colocándolo en una situación de incosteable, sin que esto mejore la calidad del servicio.
2. Aun ahí más, otro de los seudo principios o paradigmas dice: de que “el ingeniero que utiliza herramientas deja de serlo”, con esto se propicia el alejamiento del aspecto técnico que afecta el desarrollo de una buena planeación, dando lugar a: desperfectos y accidentes por la inadecuada utilización de las herramientas, sin alcanzar a comprender que su vínculo con el mantenimiento es muy estrecho lo cual detallaremos más adelante.
3. Otro de los seudo principios o paradigmas, obstaculiza el reforzamiento de la infraestructura del departamento de mantenimiento con la compra de algún equipo importante y necesario, por ejemplo: un banco de balanceo dinámico o algún otro que se requiera; argumentando, que no impacta directamente con el giro de la empresa, sin antes haber analizado, que el costo del equipo en poco tiempo quedaría amortizado al revocarse la contratación de los servicios externos equivalentes. Cumpliéndose con esto una de los más importantes apostolados de la administración de cuidar los centavos y en su afán por lograrlo, no se percatan que los pesos se pierden.
4. Otro seudo principio o paradigmas es, argumentar erróneamente que el personal de mantenimiento no es productivo además de estar conceptuados como trabajadores de segunda, que solo generan gastos, con esto se ocasiona un conflictivo ambiente laboral, que afecta considerablemente el resultado a nivel de planta productiva.
5. Entre otras cosas no se le otorga al departamento de mantenimiento la importancia y autonomía debida, subordinándolo al departamento de ingeniería de planta o a la producción, así como, asegurar erróneamente que el mantenimiento es imputable al servicio, porque los equipos solo se reparan. Con esto y algo más, catalogando al mantenimiento como al hijo bastardo de la industria.

La aplicación de todos estos seudoprincipios o paradigmas que se evidencian como obsoletos y algunos más, han lesionado el objeto fundamental del mantenimiento, principalmente cuando se individualizaron los criterios: técnicos y administrativos, creándose con esto una fisura entre la administración y ejecución del mantenimiento, misma que se ha incrementado, tanto que en el presente ya es un abismo, simultáneamente se estableció una rivalidad interna, entre los tecnócratas y administradores, que culminó con una mayor participación de los segundos, y en consecuencia, el espíritu técnico dentro del mantenimiento paso a segundo término, mientras que se fortalecía la práctica de dar mantenimiento desde el escritorio, el resultado de todo esto fue negativo, al perder la credibilidad en el mantenimiento, por incrementarse los costos y disminuir la confiabilidad en la operación de los equipos.

...