PENSAMIENTO CREATIVO Y CRÍTICO EN LA EVOLUCIÓN DEL LIDERAZGO.

PENSAMIENTO CREATIVO Y CRÍTICO EN LA EVOLUCIÓN DEL LIDERAZGO

Para explicar el pensamiento creativo y crítico tenemos que ir al hecho de que existe un cuerpo de pensamientos interrelacionados sobre la mente y las habilidades, que se puede perfeccionar cada vez a través de la  práctica continua (Paul & Elder, 1999b). El proceso del pensamiento  progresa cuando se definen adecuadamente los siguientes elementos: propósito, preguntas, información, inferencia, asunciones, puntos de vistas, conceptos e implicaciones. El desarrollo del mismo comienza desde la mente a través de inferencias lógicas de nuestras propias asunciones (Elder & Paul, 2002).

La lógica se interioriza en la abstracción de nuestro pensamiento a través de la  observación de las interrelaciones, reforzamiento de las metas, definición de la pregunta o asunto que se está planteando, especificación de la información que se necesita, entendimiento de lo que dice la información, evaluación de las implicaciones del pensamiento, desciframiento de los puntos claves que ayuden a resolver el problema o contestar la pregunta, aseguramiento del punto de vista respectos a los asuntos y la revisión de las asunciones (Paul & Elder, 1999a).

La inferencia juega un rol importante, considerada como un paso en la mente humana, un acto intelectual, en el que se define lo que a simple vista podemos considerar como una verdad absoluta, influenciada fuertemente por las perspectivas que tienen las personas y de las diferentes situaciones que los rodean. Las asunciones parten de una suposición de lo que es asimilado y no cuestionado como cierto. Por lo tanto, ante ciertas situaciones procedemos a realizar inferencias basadas en lo que entendemos y actuamos, sobre hechos que no conocemos (Elder & Paul, 2002).

El aprendizaje es un sistema organizado y comprensible basado en la lógica del pensamiento, entender las diferentes ciencias  consiste en desarrollar el sistema científico  del pensamiento sobre esa ciencia. La asunción de que hay una lógica descubierta en cada una de las dimensiones de la realidad es una condición necesaria en todo el pensamiento. Por lo tanto cualquier conclusión que saquemos de un acto que se considera como parte del proceso del razonamiento tiene una lógica inmersa desde un punto de vista esquematizado en una posición de ese razonamiento; es decir que todo tiene una lógica que podemos entender bajo el uso de nuestra razón, podemos formar conceptos adecuados que  caracteriza la naturaleza de las cosas y  nos permite hacer inferencias. Cada disciplina está enfocada en una lógica, en cada momento que se necesite utilizar el pensamiento crítico y el juicio, no se lo crea se lo adopta y se la utiliza como tal (Paul & Elder, 1999b)

El problema de las disciplinas en un mundo altamente cambiante es que en pocos años se vuelven obsoletas, por los que se recomienda el desarrollo de habilidades de aprendizaje incluyendo el pensamiento creativo y crítico (Celuch & Slama, 1999).  

La conceptualización del pensamiento del ser humano se integra dentro de una red de ideas, permitiendo explicar el significado de otras ideas.  Se basan virtualmente de las experiencias, dando un claro significado en nuestra mente para crear conceptualizaciones e inferencias en base de ellas (Elder & Paul, 2001). El pensamiento humano es pura inferencia por naturaleza, apoyado por asunciones en todo momento sin conocimiento ni pensamiento de la situación. El reconocimiento y  cuestionamiento de las asunciones desarrolla la intuición crítica que permite mejorar nuestras inferencias (Paul & Elder, 1999a).

El pensamiento crítico es el arte  de como nuestro subconsciente piensa hasta el punto de llevarlo a nivel de la consciencia. Se fundamenta en las experiencias de las actividades diarias,  a través de las  inferencias por medio de las asunciones sobre las cuales se están basando esas deducciones  y de las percepciones sobre el entorno en el que se están desarrollando (Elder & Paul, 2002). Celuch y Slama  (1999), lo fundamentan como un conjunto esencial de razonamiento y habilidades de comunicación para operar efectivamente en la sociedad. Snyder L. y Snyder M.  (2008), lo definen como el proceso  intelectualmente disciplinado de manera activa y hábilmente conceptualizado que aplica, analiza, sintetiza o informa, sensoriza, reflexiona, comunica como guiar a la creencia y la acción. Según Ayad (2010), lo importante del pensamiento es enfocarse en un propósito o juicio que se autorregule, interprete, analice, evalué e infiera una explicación de las evidencias conceptuales, metodológicas, criteriológicas o consideraciones contextuales sobre los que se basan los hechos.

Para un desarrollo avanzado del pensamiento crítico en cualquier disciplina, se necesita que se perfeccione a través de la practica constante que involucra los siguientes pasos (Paul & Elder, 1999b): (a) enfocarse en el contenido de la disciplina esquematizando el conocimiento  básico y esencial  que permita el desarrollo de habilidades necesarias; (b) manejar la lógica de la disciplina que subyace y crea el pensamiento que aplicamos, definiendo  adecuadamente un propósito o meta que queremos alcanzar a través del pensamiento, formulando preguntas o problemas que se deben resolver, identificando  o recolectando información que permita resolver problemas, estableciendo juicios o evaluaciones para la interpretación y significado de los datos, precisando las asunciones en el esquema de pensamiento y su agenda, delimitando las implicaciones de los juicios realizados y del pensamiento usado, demarcando los conceptos y las teorías, y enfocándose en el principal punto de vista que se debe adoptar para pensar dentro de la disciplina; (c) establecer parámetros de análisis deductivos o inductivos a través de la lectura, escritura y la expresión de ideas; (d) analizar las analogías del pensamiento del sujeto con las situaciones diarias que enfrenta; (e) perfeccionar habilidades para ser más intuitivos en su aplicación hasta poder ser claros, precisos, asertivos, exactos, relevantes, profundos, amplios, lógicos y significativos; y, (f) continuar con esta lógica del pensamiento hasta alcanzar la habilidad. Elder y Paul (2001) mencionan que para  acrecentar el pensamiento crítico se debe formar el poder de la mente, el poder de crear conceptos pensados en lo que son, en lo que se ve y en la experiencia del mundo. Si queremos alcanzar  eficacia debemos especializarnos en las conceptualizaciones. Para movernos a la libertad personal, debemos desarrollar la habilidad de distinguir los conceptos y las ideas implícitas del condicionamiento social sobre los conceptos e ideas explícitas de lenguaje natural. Se identifican cuatro clases de pensamiento que son necesarias: abstracción, pensamiento sistémico, experimentación y colaboración (Celuch & Slama, 1999).

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