PENSAMIENTO HUMANISTA
rodo103125 de Octubre de 2013
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1. PENSAMIENTO HUMANISTA
Es un concepto definido desde la filosofía y se trata de una actitud que intenta poner especial atención en la dignidad y el valor de la persona humana; tomando en cuenta como un ser racional capaz de practicar el bien y encontrar la verdad.
Se trata también de un concepto utilizado para definir los movimientos culturales y literarios en Europa del siglo xiv y xv, resaltando el valor de lo clásico por sobre su importancia en el contexto cristiano.
El humanismo se origina en Italia a fines de la edad media, con personajes como: Dante y Francesco de tetrarca, realizando grandes aportaciones al descubrimiento, otro que atribuyo a la información de este movimiento fue Giovanni Pico de la Mirándola, quien logro plasmar los ideales humanistas centrados en la dignidad humana y el cual querían imitar su estilo y lengua de los escritores clásicos, por ello se desarrollaron lo gramático, retorico, la literatura, la filosofía moral y la historia, ciencias logadas al espíritu humano en el marco general de la filosofía.
Leonardo da Vince, el hombre de Vitrubio en un sentido amplio, llámese humanismo al sentimiento individual y colectivo de una civilización en la que destaca de manera prominente la admiración, exaltación y elogio de la figura humana y el hombre, entendido éste no como figura masculina, sino como género humano, en que florecen la cultura, el deporte, el arte y todo el quehacer humano se vuelve trascendente. Su objetivo es enaltecer la dignidad humana. En la historia ha tenido lugar en muy pocas ocasiones: durante el siglo de oro en Grecia, retomado éste en el renacimiento europeo, el idealismo alemán y posteriormente en un sinnúmero de puntos aislados de la historia. Hoy atraviesa una profunda crisis.
1.1 ORGANIZACION DE HUMANISTA
Según Sotillo (2000), habla de los nuevos paradigmas que son objeto de análisis en el mundo de las organizaciones tiene su referente obligado en el humanismo; sí, en el humanismo originado en su concepción más renacentista. En un nuevo resurgir de unos valores y de una visión que coloca a las personas en el centro del universo, en un nuevo orden universal en el que estamos inmersos. Y es que las organizaciones empresariales no son sino pequeños fragmentos de este universo donde se reproducen los modelos sociales a escala.
Organizaciones de todo el mundo han abordado su misión, visión y valores basados precisamente en este nuevo paradigma. Algunas sin conocer exactamente sus conceptos, otras presionadas por la moda del nuevo liderazgo motivacional, pero eso sí, todas convergen en lo mismo: quieren ser empresas eficientes, con una buena cartera de clientes y con una buena imagen social.
Del mismo modo que Mc Luhan, citado por Sotillo (2000), anunciaba unas décadas atrás la "Aldea Global", el nuevo enfoque humanista no es sino la expresión de un proceso que ha encontrado su camino en el nuevo modelo social que se ha ido conformando en la nueva sociedad del siglo XXI: la Sociedad de la Información.
Se ha pasado o se está en ello de organizaciones donde lo que prima es el resultado, la producción de una manera exclusiva, y seguirá siendo así mientras la presión de los mercados así lo exija, mientras la ley de la oferta y la demanda así lo ordene.
En "Empresa y sociedad, bases de una economía humanista", en diversos artículos y seminarios, J- L. Montero de Burgos, citado por Silo en El Diccionario del Nuevo Humanismo (1996), expone la posición humanista opuesta al concepto de propiedad sobre las cosas. La propiedad sobre las cosas (en este caso la empresa), ha dado poder sobre las personas. Invirtiendo esto, el poder de las personas debe dar propiedad al acceso de la renta de la empresa y en ningún caso debe ejercerse sobre las personas. Pero ¿de dónde nace este poder? Este poder está dado por el riesgo tanto del capital como del trabajo, por tanto nadie puede ser dueño de la empresa sino que se ha de tener poder sobre ella de acuerdo a la tenencia de la gestión, de la decisión.
1.2 CARACTERISTICAS DEL PENSAMIENTO HUMANISTA
El humanismo es un movimiento intelectual, filológico, filosófico y cultural europeo estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en el siglo XIV en la península Itálica (especialmente en Florencia, Roma y Venecia) en personalidades como Dante Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Vocación. Buscan la Antigüedad Clásica y retoma el antiguo humanismo griego del siglo de oro y mantiene su hegemonía en buena parte de Europa hasta fines del siglo XVI, cuando se fue transformando y diversificando a merced de los cambios espirituales provocados por la evolución social e ideológica de Europa, fundamentalmente al coludir con los principios propugnados por las reformas (luterana, calvinista, etc.), la Contrarreforma católica, la Ilustración y la Revolución francesa del siglo XVIII. El movimiento, fundamentalmente ideológico, tuvo así mismo una estética impresa paralela, plasmada, por ejemplo, en un nuevo tipo de letra, la redonda conocida como letra humanística, imitada de la letra uncial latina antigua, que vino a sustituir poco a poco a la letra gótica medieval.
En sus comienzos, el humanismo es un movimiento regenerador y en sus principios básicos se encuentra ya bosquejado en tiempos muy anteriores, por ejemplo, en las obras de Sócrates, que se impuso una labor de regeneración parecida en la Grecia del siglo IV a. C. En tiempos modernos se encuentra estrechamente ligado al Renacimiento y se benefició de la diáspora de los maestros bizantinos de griego que difundieron la enseñanza de esta lengua, muy rara hasta entonces, tras la caída de Constantinopla en poder de los turcos en 1453; la imprenta y el abaratamiento de los libros subsiguiente facilitó esta difusión fuera del ámbito eclesiástico; por entonces el término humanista servía exclusivamente para designar a un profesor de lenguas clásicas. Se revitalizó durante el siglo XIX dando nombre de un movimiento que no sólo fue pedagógico, literario, estético, filosófico y religioso, sino que se convirtió en un modo de pensar y de vivir vertebrado en torno a una idea principal: en el centro del Universo está el hombre, imagen de Dios, criatura privilegiada, digna sobre todas las cosas de la Tierra (antropocentrismo). Posteriormente, en especial en España durante la segunda mitad del siglo XVI, el antropocentrismo se adulteró en forma de un Cristo centrismo que proponía la ascética y la mística como formas de vida que condujeron al desengaño barroco, que desvirtuó durante el siglo XVII este movimiento en un principio renovador impidiendo abrir nuevos horizontes.
1.3 PRINCIPALES PENSADORES HUMANISTAS
TOMAS MORO
(Cheapside, 6 de febrero de 1478 - Londres, 6 de julio de 1535): Humanista inglés del Renacimiento. Cursó en Oxford estudios humanísticos hasta 1494, año en que ingresó en New Inn para iniciar la carrera de Derecho. Como humanista, coincidió con Erasmo de Rotterdam en muchísimos aspectos y a ambos les unió una profunda amistad.
Desde joven fue un hombre exageradamente religioso. Interesado por los acontecimientos políticos de su tiempo, es miembro del Parlamento en 1504. Desempeñó durante algunos años diferentes cargos en el Gobierno. En 1514, fue administrador de legados; en 1521, tesorero de Hacienda; en 1523, speaker de la Cámara de los Comunes y, en 1529, sucedió a Wolsey en el puesto de canciller.
Fiel súbdito de la corona, sin embargo se opuso al rey en lo referente a las cuestiones de supremacía de poderes y al divorcio. En 1532, al aprobarse la ley que privaba al Papa de los primeros ingresos del año por beneficios, renunció al Gran Sello, abandonando su trabajo en la Corte. A pesar de los intentos que el rey de Inglaterra realizó para conseguir de nuevo su colaboración, Tomás Moro, como católico y antirreformista, no transigió en ningún momento, perdiendo con su decisión los favores y protección del monarca.
En 1534, ante su negativa a reconocer al rey como jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra, es hecho prisionero y encarcelado en la torre de Londres. Acusado de alta traición, tuvo que comparecer ante los tribunales; fue considerado culpable y, después de un año de prisión, decapitado.
Tomás Moro fue el creador del tan apasionante género de las utopías o representaciones de estados y situaciones imaginarias con el fin de poder realizar y hacer realizar experimentos mentales insospechados. Tal es el carácter de su obra «De optimo ripublicae statu nova insola Utopia». Para no alejarse demasiado de la realidad, antes de comenzar a narrar las diversas historias de la fantástica islita, Moro nos muestra, irónica y sarcásticamente, como funcionaba la justicia en Inglaterra.
Además nos explica el origen económico de las injusticias sociales. Propone una serie de remedios a este tipo de problemática, sin encontrar en ninguno de ellos la verdadera solución a tales injusticias, y afirma rotundamente que la única vía posible para superar la iniquidad social siempre motivada por cuestiones económicas, es la abolición absoluta de la propiedad privada, que es, en definitiva, el eje de todo proceso socio-económico.
ERASMO ROTTERDAM
(Rotterdam, 28 de octubre de 1467 - Basilea, 12 de julio de 1536)
Filósofo y teólogo flamenco. Hijo natural, a la muerte del padre fue desprovisto de su pequeña herencia por sus tutores. Su infancia fue trabajosa. La primera juventud la pasó en Gonda, donde estudió en las escuelas latinas
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