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POLICIA REPRESIVA Y PREVENTIVA


Enviado por   •  31 de Octubre de 2012  •  4.392 Palabras (18 Páginas)  •  7.028 Visitas

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1.- PAPEL DE LA POLICÍA COMO PREVENCIÓN O REPRESIÓN

La policía cumple una función preventiva cuando actúa para atacar las causas del delito, como sucede hoy en día con el servicio de policía comunal, tratando de ir a la raíz del problema delictivo a través del desempeño de funciones de proximidad y acercamiento con la comunidad ; también lo hace cuando la policía se despliega en los distintos sectores a través del servicio de vigilancia y patrullaje, el cual busca prevenir la ocurrencia de hechos delictivos a mediante la presencia y el recorrido a través de diferentes medios de transporte.

Es ésta una función muy importante porque busca minimizar la ocurrencia de hechos delictivos y la conformación de una sociedad con menos niveles de violencia, donde se perciba una mayor sensación de seguridad y se mejore la calidad de vida de los ciudadanos.

La prevención también implica el rescate de los grupos en situación de riesgo y de aquéllos que habiendo cometido delitos son reintegrados a la sociedad a través de mecanismos de resocialización.

La función represiva no implica el uso desproporcionado y arbitrario de la fuerza, antes bien, es una función que cumplen los cuerpos policiales cuando persiguen a los infractores o presuntos delincuentes, al actuar después de la ocurrencia de hechos delictivos, como sucede cuando los presuntos delincuentes son detenidos por la policía o cuando la policía cumple funciones de investigación.

En las llamadas policías preventivas, la represión del delito es una función recurrente, que debe ir disminuyendo a medida que se busque atacar las causas estructurales del delito, así como otras causas que tienen una incidencia importante en la ocurrencia delictiva.

2. LA CRIMINALIDAD SE PERCIBE DE DOS FORMAS: POR EL DELITO Y POR LA VIOLENCIA.

La violencia y la delincuencia son fenómenos complejos que se presentan en todas las sociedades con magnitudes y expresiones diversas.

Delito y violencia aparecen unidos, toda vez que en nuestro país el comportamiento delictivo se caracteriza por delitos que fundamentalmente comportan violencia, tal es el caso de los delitos de homicidio, secuestro y robo, que se han incrementado en los últimos años y tienen como factor común la violencia en la comisión de éstos. Por supuesto, existen delitos sin violencia, como el hurto simple; pero no es menos cierto que, quien sale a delinquir va preparado para hacer uso de la violencia si las cosas no salen como piensa.

Sin embargo, aparte de esa unión violencia- delito, observamos en Venezuela el aumento de la violencia como consecuencia de una sociedad en descomposición, que no logra manejar los conflictos que se presentan en su seno de manera adecuada, desencadenando altos índices de violencia que terminan generando delitos contra las personas y las propiedades.

3. MODALIDADES DE LOS DELITOS CON VIOLENCIA Y SIN VIOLENCIA

Los delitos con violencia son considerados delitos de contacto, en los cuales el victimario amenaza a la víctima mediante la utilización de armas -ya sea blanca o de fuego- y en donde el riesgo y la gravedad del delito son mucho mayores que en cualquier otro.

En este tipo de delitos se utilizan también formas diversas para intimidar a las víctimas, que no siempre es con el empleo de armas; es decir se puede utilizar la fuerza o la intimidación para alcanzar lo que se busca.

El catálogo de delitos violentos incluye a las agresiones y amenazas, los secuestros y los patrimoniales en los que se utiliza la violencia: robos en donde hay víctima presente y se entra en contacto con el delincuente. Por ejemplo si la víctima de un robo a casa habitación no se encuentra en el momento de la comisión del delito, se considera robo simple.

Existen dos tipos de delitos violentos, aquellos que son una reacción inmediata ante determinada situación y aquellos en que existe premeditación. Si una persona entra en una tienda para robar y en el forcejeo hiere o lastima al dependiente, es diferente de aquél en donde el delincuente planea asesinar a una persona.

Por otra parte, los delitos sin violencia comparten como características que son delitos contra el patrimonio de las personas y que suelen tener una cierta sofisticación en el método empleado para cometerlos.

Ejemplo de estos delitos son los hurtos y, típicamente, las estafas. También en ocasiones se tienen en cuenta otros delitos más específicos como la falsificación de moneda o la apropiación indebida.

4. LA CRIMINALIDAD DESDE LA COMPLEJIDAD SOCIOPOLÍTICA

Las características propias de cada sociedad imprimen un marco que define los actos que son aceptados en un determinado momento histórico. Así, por ejemplo, los niveles de institucionalidad del Estado funcionan como un elemento catalizador de un fenómeno y su expresión numérica. Esto principalmente por la (in)seguridad que generan las instituciones encargadas de prevenir y controlar el delito.

Desde esta perspectiva es posible esperar que en aquellos países donde la institucionalidad es débil, las estadísticas delictuales sean poco confiables, ya sea por una limitada tendencia a la denuncia de los ilícitos o por el uso político de los mismos, y los datos carecen de rigurosidad. Por otro lado, aquellos países que han realizado esfuerzos significativos para mejorar la calidad de la información y del servicio policial se enfrentan a un aumento de las tasas de delitos denunciados. Paradójicamente, una mejor infraestructura puede aumentar la “magnitud” de la problemática. Situación que nos permite afirmar que los delitos denunciados no son el mejor indicador comparado de problemas delictuales. Muy por el contrario, las tipologías delictuales, las formas de recoger, procesar y analizar la información, la sistematicidad de su presentación y el porcentaje de delitos no denunciados impacta en la limitada comparabilidad del dato.

No obstante lo anterior, es cada vez más evidente la necesidad de realizar análisis comparados que permiten identificar los problemas comunes en la región e incluso a nivel subregional. La carencia de encuestas de victimización similares y longitudinales obstaculiza un análisis basado en estas fuentes. Es en esta perspectiva que la primera sección del documento sistematiza las diversas problemáticas y desafíos que implica el trabajo con información oficial en América Latina. No se busca establecer un ranking de países seguros o inseguros, sino más bien enfatizar en la diversidad de situaciones encontradas en la región. La primera sección del presente documento se organiza en tres temáticas principales: delitos

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