POLITICA DE PROTECCION Y BIENESTAR ANIMAL

POLITICA DE PROTECCION Y BIENESTAR ANIMAL: PROCESO, ACTORES Y ARGUMENTOS.

INTRODUCCIÓN

El presente ensayo tiene como finalidad el análisis de la política de protección animal en Bogotá, de esta política se ha hablado mucho, pero la legislación y los actos que se han desarrollado para la elaboración de esta son mínimos y muy recientes en comparación con el problema que se quiere tratar, el cual radica en el trato y el derecho de los animales que deben ser reconocidos como seres sintientes y que por lo tanto necesitan de una protección especial, en el caso de Bogotá el número de animales que habitan en la calle y que por ende sus condiciones de vida no son las adecuadas es de 1.227.905 (según la alcaldía de Bogotá al año 2013), este problema a la vez se convierte en un factor de deterioro de la salud pública en la ciudad. Actualmente no es posible hablar de una política consolidada sobre protección animal en el distrito, aun así con el gobierno del alcalde Gustavo Petro se han dado grandes avances en la materia, a tal punto que la mayoría de la legislación que rige la protección y el bienestar animal en Bogotá se ha generado en este gobierno; al día de hoy es posible decir que la consolidación de la política como tal no es lejana, pero esto es resultado de un proceso arduo, muchas veces ignorado y menospreciado, pero una vez consolidada esta se espera que sea una política permanente y que cubra todos las expectativas sobre el bienestar animal en Bogotá.

El papel de la secretaría de ambiente y salud con el apoyo del actual gobierno y los grupos animalistas que cada vez son mayores y más escuchados han sido los responsables de los avances en esta política, que no es solo cuestión de legislación sino de un cambio en la concepción que se tiene frente a los animales y la educación que se requiere para este entendimiento, de esta manera la responsabilidad de la ejecución de esta política no sólo radica en los actores políticos, sino también en la ciudadanía.

El proceso de la política pública de protección y bienestar animal se analizará a la luz de tres enfoques: secuencial, redes políticas y retórico, teniendo como elementos principales los mismos procesos de desarrollo de la normatividad, los actores, contrapesos de poder y finalmente el poder que da la persuasión y la argumentación. En primer lugar se resalta la importancia del enfoque secuencial ya que, como se mencionó, ha sido un proceso que se viene desarrollando en Bogotá desde 1996 bajo un marco legalista, lo cual justifica todo un amplio marco de normatividad mucha de ella ya derogada o modificada, por ello es necesario revisar los elementos que constituyen el proceso de la política, desde sus normas, decretos, proyectos, sus bases y estrategias. En segundo lugar se utiliza el enfoque de redes políticas ya que a pesar de que las decisiones en relación a la protección y bienestar animal están encabezados por la Secretaría Distrital de Medio Ambiente, las decisiones no pueden ser tomadas de manera aislada pues existe una interdependencia tanto al interior de las entidades estatales como al exterior, incluyendo relaciones con la ciudadanía, las ONG, los colectivos de protección animal y las organizaciones privadas, llegando a un sistema complejo de interacciones e interese abarcado por un considerable número de actores que intervienen en el proceso la política pública, dejando como resultado una ardua labor de consenso entre los diferentes intereses para llegar a acuerdos aceptados por la mayoría de actores que tengan mayor relevancia (o poder). Finalmente se analiza el enfoque retórico, ya que al tener varios actores con diferentes grados de poder y por tanto diferentes intereses, se utilizan herramientas de persuasión y argumentación para lograr la viabilidad de la política pública, principalmente se refiere al arte de convencer, mediante una amplia y certera argumentación a oponentes de la política pública para evitar obstáculos interpuestos por diversos intereses.

Desde este marco de referencia, la construcción de la política de protección y bienestar animal en Bogotá, ha sido un proceso tergiversado por diferentes actores que han intentado impulsarla, obstaculizarla o simplemente invisibilizarla, mediante un juego de intereses y el poder que detentan actores potenciales, visibilizando así una desarticulación en el proceso de construcción de la política. En ese sentido es crucial indagar por la causa de la mencionada desarticulación, pues si bien se tiene un marco normativo amplio para la protección animal que se ha venido desarrollando a lo largo del tiempo, los resultados son precarios, por todo ello se cuestionan factores de esta política, como lo es su necesidad para la ciudad y sus demoras en el proceso de consolidación.

ELEMENTOS CONSTITUTIVOS EN EL PROCESO DE ELABORACIÓN DE LA POLÍTICA DE PROTECCIÓN Y BIENESTAR ANIMAL EN BOGOTÁ.

El proceso que se ha llevado a cabo en Bogotá con respecto a la protección de los animales toma como elementos un marco normativo desarrollado desde 1996, una serie de actores, los cuales en los últimos años ha tomado más relevancia por la inclusión de la participación ciudadanía y por ultimo una serie de herramientas que buscan articular esas relaciones de los diferentes actores para lograr llegar a un fin común. La secretaria Distrital de Medio ambiente tiene a su cargo precisamente esa articulación de elementos, utilizando principalmente la mediación para llegar a acuerdos que logran dar viabilidad a los proyectos que se pretenden desarrollar.

La Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá - SDA -, en su papel de principal gestora del proceso de formulación, implementación y ejecución de la política pública para la protección y el bienestar animal en el distrito capital, empezó, a mediados de la década de los noventa (1996), un proceso de construcción de un centro de recepción de fauna y flora silvestre como una estrategia de control y apoyo al Ministerio de Ambiente respecto al creciente número de recibimientos y decomisos de animales silvestres debido a su tenencia irresponsable o por maltrato. Este centro, sin embargo, dejó por fuera la fauna doméstica y es por esto que en 2013, por medio del decreto 085, se ordena la adecuación de un Centro Ecológico Distrital de Protección y Bienestar Animal, “Casa Ecológica de los Animales -CEA-” en la ciudad de Bogotá. La construcción de la CEA es un claro ejemplo de lo complejo que puede llegar a ser la articulación de los elementos anteriormente expuestos ya que han tenido que pasar 19 años para que se le de viabilidad a un centro de recepción de fauna doméstica. Profundizando un poco en las razones que pueden obstaculizar

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