Pacientes HIV-SIDA

Pacientes HIV-SIDA

El SIDA o Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida es la etapa final de la infección causada por el virus llamado VIH o Virus de Inmunodeficiencia Humana. El virus causa graves daños al sistema inmunológico.

EL VIH/SIDA es un problema de proporciones epidémicas en el mundo entero. Aproximadamente 5.8 millones se infectan cada año y 2.3 millones mueren de condiciones asociadas al VIH (OMS, 2012) Para el mes de junio de 2012 se reportaron 33,512 casos de SIDA. De estos, el 77% (25,803) fueron hombres y 23,000 (23%) mujeres (Departamento de Salud, 2012).

El VIH-SIDA es un conjunto de manifestaciones clínicas que aparecen como consecuencia de la depresión del sistema inmunológico debido a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Una persona infectada con el VIH va perdiendo, de forma progresiva, la función de ciertas células del sistema inmune llamadas linfocitos T CD4, lo que la hace susceptible a diversas infecciones o al desarrollo de ciertos tumores (Cunningan y Ramos, 1992).

El VIH se transmite por contacto directo a través de sangre contaminada, semen y otras secreciones sexuales. El virus presente en los flujos sexuales de hombres y mujeres infectados puede pasar a la corriente sanguínea de una persona sana a través de pequeñas heridas o abrasiones que pueden originarse en el transcurso de las relaciones homo o heterosexuales.

Los fallecimientos de enfermos con SIDA no suelen deberse a la infección por el propio virus, sino a la aparición de infecciones oportunistas o al desarrollo de ciertos tumores. Las infecciones se desarrollan cuando el sistema inmune no puede proteger al organismo frente a diversos agentes infecciosos que habitualmente se encuentran en el medio ambiente y no provocan enfermedad.

Existen medicamentos que pueden tratar los síntomas pero no pueden curar el SIDA. Estos medicamentos llamados fármacos antivirales y sus combinaciones son muy útiles a la hora de combatir el virus del VIH. Actúan evitando que éste se multiplique y destruya las células T.

Como el virus VIH se transmite por contacto directo a través de sangre contaminada, semen y otras secreciones sexuales se han inventado mitos y creencias falsas que facilitan el desarrollo de ideas negativas sobre estas poblaciones o grupos pacientes de SIDA (estigmas).

A los pacientes con el virus VIH-SIDA se les ve como una amenaza a la salud o seguridad de los demás, como responsable de su condición. Y si su situación de salud empeora, se excluyen totalmente de la sociedad (Hereck y Glunt, 1988).

La discriminación de los pacientes con VIH-SIDA puede acarrear graves consecuencias como el deterioro de las relaciones interpersonales, discriminación social, violencia física, manifestación de emociones negativas por parte de la persona infectada y efectos adversos a la salud por no hacerse la prueba de detección de anticuerpos al VIH. También puede producir sufrimiento de estrés debido a la “necesidad” de esconder su condición. Pueden surgir nuevas infecciones en ellos ya que algunos podrían optar por no tener prácticas más seguras para no exponer su condición (Leary & Schreindorfer, 1999).

A los pacientes con VIH-SIDA se les discrimina negándoles servicios. Los drogadictos con VIH-SIDA, a menudo, son incapaces de obtener acceso a la prevención del VIH/SIDA y a los servicios de atención apropiados. Los niños infectados huérfanos o abandonados rara vez son adoptados. Los niños que se sabe o se presume que son VIH positivos han sido rechazados por las escuelas. Los trabajadores de la salud que atienden pacientes de VIH-SIDA también son estigmatizados y víctimas de discriminación.

El discrimen a los pacientes VIH-SIDA no solamente se da en la población en general

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