Pastoreo Racional La Azulita

TECNIFICACIÓN DE FINCAS GANADERAS PARA PRODUCCIÓN INTENSIVA

Mediante la Adopción y Adaptación de Prácticas de “Ganadería Agroecológica (GAE)”

Con Énfasis en la Implementación de Pastoreo Racional Voisin (PRV)

En la empresa ganadera “Hacienda La Azulita” – SAHAGÚN/CÓRDOBA

ASUNTO: Diagnóstico de visita técnica, recomendaciones y proyección de la ganadería

FECHA: Septiembre de 2011

PRESENTACIÓN

Los humanos como los animales de producción somos seres vivos autótrofos, es decir, no podemos producir nuestros propios nutrientes, por tanto, debemos obtenerlos de otra fuente. Las fuentes de nutrientes para los animales son de dos tipos: de origen animal o de origen vegetal. Para los animales que se alimentan de gramíneas y leguminosas, su principal fuente nutricional es de origen vegetal. Los bovinos (vacunos y búfalos), ovinos y caprinos están entre ellos. Los vegetales si son seres vivos autótrofos, es decir, tienen la capacidad de sintetizar nutrientes en su organismo que usan para sus funciones fisiológicas. En ese proceso su principal requerimiento es la energía solar, la cual es su fuente de energía para realizar el proceso reconocido como fotosíntesis, que no es otra cosa que la síntesis de sustancias o elementos que usan para sí mismos y de los que se nutre el ganado. La energía que los vegetales captan del sol es transformada en hidratos de carbono o carbohidratos (que almacenan en su organismo en la fracción fibrosa (CE = carbohidratos estructurales o que forman parte de la pared celular: celulosa y hemicelulosa) y en el contenido celular (CNE = carbohidratos no estructurales: azúcar o almidón). Entre tanto, durante la fotosíntesis se absorben, se producen y se almacenan también sustancias o elementos que los animales herbívoros usan para su nutrición, tales como minerales, grasa vegetal, aminoácidos y nitrógeno (estos dos últimos serán transformados en el organismo animal en proteína).

La ganadería por su parte es una actividad comercial de la cual el productor (ganadero) obtiene principalmente productos como carne y/o leche y/o crías para la venta (ingresos). Los semovientes (animales que conforman la ganadería) son el medio para procesar (convertir/transformar) alimentos vegetales (pastos y/o forrajes principalmente) en esos productos. Para esto el ganado requiere de un combustible (energía) y un sustrato (nutrientes). Ambas cosas las obtiene el ganado a través de los alimentos ingeridos a diario, la energía principalmente la obtienen en forma de carbohidratos (tanto CE como CNE) y una muy mínima porción en forma de grasa vegetal, y esta es usada como una especie de combustible para realizar todas las funciones de su organismo (fisiología), mientras los demás nutrientes (sustrato) los usa para todo el metabolismo y entre ello para la formación de masas musculares (carne) durante su crecimiento y desarrollo, o para la secreción mamaria (leche) para así cumplir con su característica de mamíferos.

Como se puede observar en este resumido detalle que hacemos de la fisiología vegetal y animal, la vida y el desempeño de los animales herbívoros depende principalmente de lo que ingieren y del ambiente que los rodea, de una forma totalmente orgánica. La definición del término “orgánico” hace alusión a todo lo que está formado de hidratos de carbono (carbohidratos) y/o a todo aquello que proviene, se deriva o hace parte de los seres vivos, como quiera que los seres vivos (humanos, animales y vegetales, entre otros) en esencia estamos formados por carbohidratos.

Luego, se habla entonces de “Ganadería Orgánica” cuando en esencia se practica una ganadería que dependa de principalmente de los pastos y forrajes que consume y de su interacción con el entorno, donde la energía solar se convierte en carbohidratos por parte de los vegetales, y el ganado se nutre esencialmente de esos vegetales (crudos o procesados), en armonía con el ambiente. Las excreciones del ganado que también se componen de carbohidratos y otros elementos naturales se descomponen por parte de los organismos vivos microbiológicos del suelo y se transforman en sustancias y/o elementos que los vegetales usan para cumplir su función autótrofa. De esta manera se completa un ciclo que se repite indefinidamente. Los desechos vegetales (hojarasca, ramas de árboles que se desgajan, frutos y demás cosas por el estilo), así como los desechos de origen animal como animales muertos, incluyendo a los diminutos seres vivos del suelo, se conjugan en la capa superficial del suelo para ser descompuestos y convertidos en sustancias y elementos para la fotosíntesis. Así pues, la naturaleza misma se encarga de perpetuar la existencia de las especies vegetales y animales que se alimentan de las vegetales de forma natural y completa.

Este equilibrio natural es alterado por el humano, quien en su afán por producir dinero, lo que implica producir más carne y más leche, acude a ayudas artificiales que aportan energía y otros elementos o sustancias altamente solubles al suelo para que sean absorbidas por los vegetales y en consecuencia acelerar el proceso de fotosíntesis para así obtener forrajes en mayor cantidad (biomasa) y con un contenido más alto de nitrógeno especialmente, desequilibra la sincronía con que la naturaleza se desempeña orgánicamente, y esta alteración del ciclo natural trae consecuencias severas, como la muerte parcial de la microbiología del suelo, lo que a su vez causa que el suelo por sí mismo (no es que el suelo tenga vida propia sino que se la otorgan los microorganismos que lo habitan) no pueda disponer de las sustancias o elementos que debieron producir esos microorganismos, y así, se hace dependiente de los elementos o sustancias artificiales para poder tener un óptimo desempeño. En el momento en que se suspenda la aplicación de esos elementos o sustancias artificiales, el suelo no podrá poner a disposición en cantidades suficientes para los vegetales lo que ellos necesitan para la fotosíntesis, en consecuencia los vegetales se desarrollan con limitaciones (pobremente), el ganado se nutre con deficiencias, y el desempeño de los animales se reduce, por lo que su productividad decae. A esto se le conoce como “la ruta de la dependencia” (Voisin y Pinheiro).

Para no depender de insumos artificiales, hay que promover y facilitar las condiciones en el entorno para que haya equilibrio natural entre el suelo, los vegetales, los animales que se alimentan de esos vegetales y el ambiente o ecosistema en que todo esto está reunido.

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