Pedro de Alba

Pedro de Alba

Nació en San Juan de los Lagos, Jalisco, el 17 de diciembre de 1887. Pasó su infancia en Aguascalientes y ahí mismo cursó la primaria, la secundaria y el bachillerato. Fue en el bachillerato donde con un grupo de jóvenes, también reconocidos como Ramón López Velarde o Manuel M. Ponce, elaboró una revista llamada Bohemio donde reflejaban sus ideas e inquietudes. Debido a que mostró ser destacado el gobierno le concedió una beca para estudiar la carrera de medicina en la capital, en la Escuela Nacional de Medicina. Se graduó en 1914 y pasa a la práctica médico familiar donde prestó sus servicios a las fuerzas revolucionarias en Zacatecas.

Después de un tiempo regresa a Aguascalientes y se especializa en oftalmología y de ahí ingresa a la administración pública como jefe de los servicios de salubridad. Después de eso se mantiene en puestos que lo ayudan a llevar a cabo sus propuestas y desempeñarse dentro del terreno educativo, como por ejemplo fue Director de la Escuela Nacional Preparatoria del Estado, también lo fue del instituto de Ciencias donde fue alumno. Obtiene un puesto como diputado, siempre con la disposición de ayudar y mejorar las cuestiones educativas ya que fue uno de los redactores de la Reforma Constitucional y de la Nueva Ley Orgánica de la Secretaría de Educación Pública.

Al dejar dicho cargo político para el año de 1927 pasa a ser director de la Escuela de Filosofía y letras donde se articula a la promoción escolar que combatió el caudillaje militar y ve a favor de la reforma universitaria de 1929, año en el que se desata una huelga de la que asume la responsabilidad y solución. En ese mismo año es nombrado director de la ENP de la UNAM y logra restaurar un orden al terminar esa labor en 1933.

Después de eso es contratado por el gobierno de Nuevo León para la organización de la Universidad del Norte en Monterrey, terminando ahí su trabajo como guía de la educación

Obtiene otros cargos en los que representa a nuestro país en Europa, Estados Unidos y Sudamérica, pero lo que cabe destacar de todo esto es que podemos tomar a éste personaje como ejemplo de que con esfuerzo, dedicación y ganas de lograr un cambio, compartiendo nuestras ideas y puntos de vista, respetando de igual manera el de los demás, podemos traer mejoras al país o a cualquier cosa que nos propongamos cambiar.

Pedro de Alba no estudio la carrera que nos encontramos estudiando en este momento, la cual nos da muchas herramientas y se enfoca esencialmente en la educación y sin embargo pudo lograr todo lo que les mencioné y algunas otras cosas más; así que nosotros tenemos que aprovechar todo lo que vayamos aprendiendo para, quizás, no tanto llegar a un puesto de diputados o de directores en una institución grande del país, no digo tampoco que no podamos, pero tampoco quiero que subestimemos los cambios que por muy pequeños

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