Penalizar El Consumo De Marihuana Trae más Problemas Que Beneficios

“Penalizar el consumo de marihuana trae más problemas que beneficios”

En el mundo actual, la mayoría de los países penaliza el consumo de la marihuana. Dicha penalización ha conllevado múltiples consecuencias en los más diversos aspectos sociales, tales como: educacionales, familiares, sanitarios, etc. Frente a esto, la cuestión está es resolver si dichas consecuencias han sido beneficiosas o problemáticas para la esfera social. Después de analizar en términos generales las consecuencias de la sociedad llegué a la conclusión de que efectivamente estas han sido más problemáticas que beneficiosas por las siguientes razones:

En primer lugar, las medidas de penalización del consumo de marihuana no están cumpliendo con sus objetivos, los que son: disminuir el narcotráfico y el consumo. No existe evidencia estadística que compruebe que el narcotráfico ha disminuido, de lo que si se tiene certeza, es que existen puntos conflictivos en donde el mercado ilegal de marihuana se ha tomado las poblaciones, generando violencia por el combate entre bandas e involucrando también a los consumidores en esto. Por otro lado, según el SENDA, el consumo de marihuana ha aumentado desde un 4,0% en el año 1994 hasta un 7,1% en el año 2012. Dichas estadísticas nos hacen reflexionar y tomar conciencia de que existe algo que no está funcionando. En contraparte a esto, está demostrado que en los países en donde se despenaliza el consumo de marihuana, las tasas de consumo bajan, lo que nos lleva a la siguiente premisa: la prohibición de la marihuana aumenta el consumo de esta, bajo esa perspectiva, claramente la penalización del consumo es más perjudicial que beneficiosa.

En segundo lugar, la criminalización dada por la penalización del consumo de drogas hizo que en el año 2010 se detuvieran a más de 36.000 personas y que se condenara con la privación de la libertad aproximadamente a 3.000, lo que está muy por encima de las detenciones y condenas al robo con violencia, por ejemplo, que alcanza las 17.000 detenciones y 2.000 condenas en el mismo periodo, y el cual además si trae serios daños a la seguridad pública. Pero detengámonos a observar las consecuencias de las condenas por consumo de marihuana, los consumidores al ser condenados a cárcel, en primer lugar, quedan con antecedentes penales, lo que muchas veces les impide encontrar un trabajo una vez que quedan libres; ahora bien, ¿De qué puede vivir una persona si no encuentra trabajo en un tiempo prolongado? La respuesta es simple, de la delincuencia o incluso del narcotráfico, el cual, según palabras de la ex directora del SENDA funciona como un “Estado de Bienestar” frente a lo que el Estado chileno es incapaz de brindarle.

En tercer lugar, una serie de problemas familiares son el producto de la penalización y la criminalización de la droga, ya que estas contribuyen a formar una criminalización social del consumidor. La familia

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