Plan De Investigación

PLAN DE INVESTIGACIÓN

-Preguntas Frecuentes-

¿Qué es el Plan de Investigación?

El Plan de Investigación es una herramienta de trabajo para fiscales e investigadores que permite ejecutar y evaluar la investigación penal según una programación preestablecida. El hecho de tener un plan investigativo asegura transparencia, eficiencia, responsabilidad y eficacia.

Se trata de aplicar una técnica para el análisis de la estructura del tipo penal con el fin de allegar los elementos materiales probatorios pertinentes, conducentes y, sobre todo, útiles a la investigación penal. Partiendo de la formulación de una hipótesis se determinarán los objetivos de la investigación y verificada esta, se logrará elaborar una teoría del caso. El Plan de Investigación permite así visualizar la investigación desarrollada y la que se encuentra pendiente de realizar en cualquier momento. Además, propicia el trabajo en equipo, el registro histórico, el control de gestión y la preparación para el juicio.

¿Por qué se desarrolló?

El trabajo del Programa de Asistencia Legal para América Latina y el Caribe (LAPLAC), de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y la OEA-CICAD, sobre todo los Juicios Simulados sobre Lavado de Activos – advirtió la necesidad de apoyar técnicamente a los operadores de justicia en el adelantamiento de la investigación penal, siguiendo las mejores prácticas investigativas en búsqueda de la eficiencia y la eficacia.

¿Cómo funciona?

Los operadores de justicia harán del Plan de Investigación el enfoque conceptual o base operativa para llevar a cabo la búsqueda probatoria: el fiscal como director y líder y el investigador como explorador práctico de la investigación. Se busca destacar la especialización por roles del fiscal y del investigador como funciones que se complementan.

La puesta en funcionamiento del Plan de Investigación se acomoda al concepto de que la investigación científica requiere el uso de una técnica y exige el cumplimiento de un ciclo.

Este ciclo se inicia desde el momento en que se recibe la noticia criminal. Se continúa con el análisis y depuración de la información inicial con el fin de establecer una primera adecuación típica y determinar la utilidad de esa primera información. Se procede con la formulación de hipótesis y, con base en las exigencias estructurales y elementos normativos del tipo, se establecen los objetivos principales de la investigación. Con este paso se establece de manera específica con qué información se cuenta a efectos de probar cada uno de esos aspectos, cuál es la actividad investigativa y la búsqueda probatoria a seguir. Se asigna un responsable para desarrollar esa labor, se le fija un término para cumplirla y se establece un control de gestión para verificar la realización o no de la actividad señalada.

Todo ello dentro de una labor de trabajo en equipo que una vez efectivizada exigirá quizás un nuevo análisis o inicio del ciclo mencionado o el paso a otra etapa del proceso penal, por ejemplo al juicio.

La información se plasma en un formato modelo (anexo) que cuenta con la suficiente flexibilidad para ser ajustado a las diferentes necesidades del operador de justicia y que, dependiendo de la complejidad que revista la investigación, aplica no solamente para implicados y conducta delictiva sino también para el registro, judicialización y establecimiento de las condiciones jurídicas de los bienes y/o el producto del delito.

La elaboración del Plan de Investigación crea la necesidad de promover el trabajo en equipo. Si bien la investigación debe tener una dirección efectiva, que se encuentra en cabeza del fiscal como responsable del ejercicio e impulso de la acción penal, el fiscal

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