Planificando Mi Felicidad
AlejandraS5 de Enero de 2012
5.006 Palabras (21 Páginas)492 Visitas
Planificando mi felicidad
SALMO 16:8-11
"Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer. Por eso mi corazón se alegra, y se regocijan mis entrañas; todo mi ser se llena de confianza. No dejarás que mi vida termine en el sepulcro; no permitirás que sufra corrupción tu siervo fiel. Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha".
Cómo planificar nuestra felicidad.
¿Cuántos creen que pueden ser un poco más felices?
Jorge Luis Borges escribió un poema que dice así:
"He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer, no he sido feliz, si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores, no intentaría ser tan perfecto, me relajaría más, sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad, sería menos higiénico, correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos, iría a más lugares donde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios. Yo fui una de esas personas que viví sensata y prolíficamente cada minuto de su vida, claro que tuve momentos de alegría pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente, buenos momentos".
Cómo planificar la felicidad, cómo ser más feliz, y éste poema Borges lo escribió cuando tenía 85 años y él dijo: "He cometido el peor de los pecados que un hombre pueda cometer, no he sido feliz". Y me puse a pensar si no ser feliz es un pecado, ¿Será un pecado no ser feliz? y entonces me acordé que si el Señor hizo tan grande obra en la cruz, si Él fue a la cruz para perdonar nuestros pecados, si Él fue a la cruz para hacernos libres, si Él fue a la cruz para despojar a nuestro peor enemigo y lo venció y lo derrotó, entonces hizo todo eso para que seamos felices. Y pecar es errar al blanco, o sea, que si no somos felices, estamos pecando porque Dios hizo todo lo que hizo para darnos una vida de felicidad.
Hay gente y muchas veces nosotros, en muchos momentos de nuestra vida, somos incapaces de ser felices, porque no planificamos la felicidad, pensamos que la felicidad se nos va a dar en algún momento y tal vez le pedimos a Dios y le decimos: "Bueno Señor, yo quiero que vos me des algo", que eso me va a traer la felicidad y decimos: El día que yo tenga eso, voy a tener felicidad. Pero no podemos planificar el hábito de la felicidad, de ser felices todos los días de nuestra vida pase lo que nos pase y eso es lo que vamos a descubrir hoy, cómo tener un hábito, cómo ser felices todo el tiempo, todos los días de nuestra vida. Ahora, ¿Por qué no podemos ser más felices, por qué no podemos romper nuestro umbral de felicidad? ¿Por qué hay gente que parece que nació para el sufrimiento y vive para sufrir todo el tiempo? ¿Cómo hacemos?
En todas las culturas, siempre se sub valoró el tema del placer. Para muchas culturas el placer era algo demoníaco, por lo tanto había que alejarse, había que mantener el placer lejos nuestro y cuando nosotros fuimos chicos, tampoco teníamos modelos en nuestra familia que fueran demasiado felices; no nos acordamos de tener un papá o una mamá demasiado feliz, o un abuelo o abuela muy felices; tal vez vivimos rodeados, muchas veces, de muchos sufrimientos y no tenemos modelos de felicidad. Tal vez muchas veces hemos orado por tener muchas cosas, pero muy pocas veces escuché una oración como: "Señor, quiero reírme más" o "Señor, quiero estar más contenta", o "Señor quiero ser más divertida", no hemos escuchado y no hemos hecho nosotros, ese tipo de oraciones, "Señor, quiero reírme" eso no se lo pedimos a Dios, porque nos parece algo raro, algo extraño, ilógico y cuando fuimos chicos y tal vez ahora de grandes, hemos aprendido a distraernos un poquito con algunas cosas, pasar momentos distraídos, somos como la cenicienta, decimos: "Bueno, la voy a pasar bien el sábado, el domingo, el fin de semana que no tengo que trabajar", pero cuando vuelve a llegar el lunes y tocan las campanadas, nos volvemos a vestir de harapos, de angustias, de tristezas, tenemos que ir a trabajar y parece que otra vez viene la oscuridad, y estamos esperando el próximo fin de semana para ver si podemos disfrutar, ser felices y divertirnos.
A veces decimos: Bueno, me voy al cine, al teatro, al concierto, a bailar, voy a preparar una cena, a invitar a mis amigos, etc. que está perfecto, está muy bien, pero muchas veces no es felicidad porque no es permanente, se da en un momento de nuestra vida, lo planificamos de acá a un mes, pasan quince días y no volvimos a hacer nada que nos hiciera felices y entonces, la felicidad se aleja y no podemos subir nuestro nivel de felicidad. Pero para obtener un poquito de felicidad, para ser un poquito más felices, tenemos que quebrar con algunas enseñanzas falsas.
Hay una enseñanza, un mito, que dice que la felicidad se logra a través del sufrimiento, o sea si yo sufro, tengo derecho a ser feliz, si yo sufro hoy, mañana seguramente voy a poder disfrutar de felicidad y hay una teoría que nos enseñaron nuestros abuelos o nuestros papás a nosotros, que era que si ellos nos castigaban iban a obtener resultados buenos de nuestra vida. Entonces, por ejemplo, cuando nos portábamos mal, nos retiraban el postre, que era el placer, "Hoy te quedás sin postre, hoy no salís, hoy no vas con tus amigos", o sea, todo lo que fuera placer era mal visto y pareciera ser que lo negativo era la motivación para que hiciéramos algo bueno, positivo, o nos portáramos bien, o sea, a través de algo negativo querían que nosotros lográramos algo positivo.
¿A cuántos, alguna vez, les dijeron, "te vas a la cama sin postre"? ¿A cuántos les dijeron, no vas a salir por quince días por cómo te portaste? ¿Por qué? Porque decían si de esto negativo, sé que él o ella, va a tener una buena conducta, voy a lograr algo positivo. Y ¿Qué hace una persona, que ha crecido con ese concepto, de que la motivación era lo negativo? Es una persona que se va a auto castigar porque dice: Si yo me trato mal, voy a lograr algo bueno de mí misma; y son esas personas que se auto critican todo el tiempo, que viven mirando los defectos, que están todo el tiempo tensionados y como todo el cuerpo está así, no pueden disfrutar de lo que los sentidos les brindan, son personas que se niegan cariño. Hay muchas personas que se deben amor, afecto y cariño a si mismas, son personas que tienen una deuda de amor consigo mismas, que no saben quererse, no saben cuidarse, no saben respetarse, no saben darse palabras de cariño, de amor y de consuelo. Han crecido torturándose y torturando a los demás, y todavía siguen pensando en éste concepto: "Si yo me auto castigo a mí mismo, yo voy a obtener buenos resultados de mí", "si yo hago algo de lo negativo, voy a lograr algo en lo positivo", y lo hacen con otras personas; por ejemplo: hablaba con una mujer y me decía: mi marido no me mira más, no me da más importancia, entonces ¿qué voy a hacer yo? lo voy a provocar a celos porque si lo provoco a celos, él va a volver la mirada hacia mí; o sea, de algo negativo, de una conducta negativa, ella estaba esperando obtener algo positivo, ¡NO! De una conducta negativa, queremos obtener algo positivo y como en la infancia, cuando aprendimos esto, no queremos ser castigados, no queremos que nos saquen el postre, no queremos que nos saquen el placer; lo que hacemos es, empezar a cambiar nuestros deseos, a hacerlos cada vez más pequeños, a alejarnos del placer y a no poder disfrutar del placer y nos ponemos una armadura corporal.
¿Qué es la armadura corporal? Es algo que nos pone rígidos y nos hace sentir incómodos con todo lo que sea placer, no podemos disfrutar el placer y yo estoy ahora hablando de placer y seguramente muchos de ustedes estarán diciendo: "Bueno, si le damos rienda suelta al placer vamos a terminar en cualquier lado" ¿por qué? porque justamente asociás el placer con lo negativo, con lo demoníaco, no podés asociar el placer con algo bueno, que te haga bien, y que sea puro y honesto; lo asociás con lo negativo porque desde chiquito te enseñaron que tenías que mantenerte alejado del placer y de la felicidad, y hay gente que tiene poca tolerancia al placer. Hay personas que tienen poca tolerancia a la frustración y hay otra que tienen poca tolerancia al alcohol, un poquitito y ya se emborrachan, bueno hay personas que tienen poca tolerancia al placer. Un poquito de placer, ya está, no me des más, a ver si me mando para cualquier otro lado, no quiero vivir más placer, a ver si todavía hago cualquier desastre con mi vida, o sea, poquito placer porque si tienen mucho placer, algo malo puede ocurrir -baja tolerancia al placer-. ¿Y entonces qué hacemos? Nos transformamos en personas predecibles. ¿Qué es una persona predecible? Una persona que ya todo el mundo sabe lo que va a hacer y cómo lo va a hacer, entonces, te levantas a la mañana y tomás todas las mañanas el mismo desayuno de siempre, nunca lo cambiás; vas a comprar ropa y te comprás ropa del mismo color, porque tus ojos ya se acostumbraron a ver ese color, y por más que quieras ver otro, no podés, porque sos predecible; venís acá y te sentás siempre en la misma silla y si tu silla está ocupada, te sentás por lo menos en la misma zona, porque si te sentás en otra zona, te sentís raro, extraño, como que desde ahí no veo igual, no recibo igual, nos transformamos en personas predecibles, porque le tenemos miedo a lo nuevo y le tenemos miedo al placer; por
...