Por si acaso me caso al ocaso
Gilberto FloresApuntes19 de Agosto de 2016
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POR SI ACASO,
ME CASO AL OCASO
El autor prohibe terminantemente modificación alguna en el título de la obra, aunque la misma fuera una adaptación, lo que de todas maneras implicaría una autorización expresa del autor para modificar el texto original.
Autor: M. Román Sarmentero
Personajes:
Simón, el novio
Stefanía, la novia (es sencilla en su forma de vestir, debe verse menos atractiva que Araceli)
Araceli, la ex –novia (tiene que mostrarse seductora y atractiva, más que lo que luzca Stefanía)
Padre, de Simón
Claudio, hermano de Stefanía (prácticamente siempre con algo para tomar en la mano)
Valentín, amigo de Stefanía
Cuqui, amigo de Araceli (gay, pero de los que son bien amanerados)
Abril, psicóloga
Escena: Interior de la casa de Simón, el desorden que se ve tiene que ver con los preparativos
de la boda que está previsto realizar al atardecer. Disposición de la casa; sobre cada lateral, dos entradas, sobre un lateral, la salida hacia el exterior y una habitación, sobre el lateral opuesto un pasillo que da hacia distintas partes de la casa y otra habitación. Un sillón grande en medio de la escena.
Escena vacía al abrir el telón.
Simón: (Entrando con Stefanía) Pero, ¿dónde quieres que me vaya?
Stefanía: Tienes que haber escuchado eso de que el novio no tiene que ver a la novia con su
vestido blanco hasta que esté en plena ceremonia…
Simón: Si, muy bien lo escuché, pero son…. como decirlo, antigüedades, formalismos, no
tiene sentido…
Stefanía: Para mi si…
Simón: A ver, Stefi, me cambio, estoy con todo el traje y para que tu tengas tiempo de cambiarte, y peinarte, y arreglarte y no se que mas, vas a necesitar…que se yo, dos o tres horas…
Stefanía: Cuatro o cinco…
Simón: Peor, cuatro o cinco horas….¿qué hago yo cuatro o cinco horas cambiado y listo?,
¿a dónde voy?, me puedo ir a la pizzería de la esquina a hacer tiempo y se van a reír todos, tanto traje para ir a la pizzería, además del olor a mozarella que me va a quedar en la ropa...
Stefanía: ¿No te puedes ir con un amigo?
Simón: Pero…mi amor, si necesito algo, ¿qué hago?, ¿mando a alguien que venga a
la casa a buscarlo?, ¿por qué no somos prácticos?....esta es mi…(se corrige) esta es nuestra casa, la que edifique con tanto cariño para tener un proyecto de vida con la mujer que amara, ¿qué más simbólico que salir de nuestro nido de amor al que vamos a volver para pasar el resto de nuestra vida juntos?
Stefanía: ¿Podemos al menos evitar vernos?, tu ocupas una parte y yo otra.
Simón: ¿Cómo si estuviéramos peleados?
Stefanía: ¿Por qué tienes que verlo así?, no, no como si estuviéramos peleados, sino como dos
personas que buscan sorprenderse…
Simón: Bueno, perdona, asi, de esa manera…
Stefanía: ¿Puedo usar yo el dormitorio?
Simón: Si mi amor, dejame sacar algunas cositas y haz lo que quieras…eh…¿nadie te va a
ayudar con tus cosas?
Stefanía: La modista viene a última hora porque tiene otro compromiso y tía Berta viene en un
rato más me dijo, ella no puede faltar, ella es quien me va a peinar y….no te cuento más, igual hay tiempo…
Simón: Pero no te confies, eso de que la novia llegue tarde a la iglesia me pareció siempre una
costumbre desagradable…
Stefanía: No, no es por eso, pero está todo previsto, probado, lo de cuatro o cinco horas fue una
exageración para convencerte nomás…¿ no almorzaste todavía?
Simón: Me hice un sándwich, porque no quiero cargar el estómago, estoy bien, ¿y tu
comiste?
Stefanía: Hice lo mismo que tu…bueno, voy a seguir con lo mío…(sale por el lateral)
Padre: (Entra desde el lateral que indica la entrada a la casa) Listo, ya está arreglado el tema
cena-fiesta…creo que va a estar muy bonito todo, muy buen gusto el disc-jockey, o ¿cómo es que le dicen ahora? ¿el DJ? (pronuncia las letras, no la forma habitual de decirlo “extranjerizadamente”)
Simón: No precisamente así, pero igual, te entendí, ya está…gracias papá por ocuparte…
Padre: Mas vale que controle, con lo que me cobraron estos desgraciados…
Simón: Uy, vamos a empezar con el muro de los lamentos…
Padre: No, no es cuestión de lamentos, pero es la verdad, te sacan un ojo de la cara, así que
mas vale cerciorarse de que las cosas tengan el nivel de lo que te cobran, y además…ya
sabes….
Simón: ¿Qué se?
Padre: Simón….no hace falta que te lo recuerde…
Simón: Ah…lo de la otra vez…¿me lo vas a echar en cara?
Padre: No, no te lo voy a echar en cara porque no fue culpa tuya, bueno, que se yo de quien fue
la culpa, pero la lana que perdí…
Simón: Culpa mía no fue, yo quería casarme, Araceli me dejó plantado en la boda estando yo
parado ya en la iglesia, ¿qué quieres que haga?
Padre: Si me hubieras hecho caso, yo te dije que esa chica no era para ti…
Simón: A ver, cuando tu te casaste con mamá, ¿todos estaban de acuerdo o alguno de la
familia se opuso?
Padre: ¿Qué tiene que ver eso ahora?
Simón: Contestame.
Padre: Pues…lo de siempre, mi suegra queriendo llenarle la cabeza a tu madre de que yo no
era un buen partido, ni que fuera un equipo de fútbol…
Simón: ¿Ya ves? ahí está, siempre que hay boda, hay quienes patean en contra,
entonces uno ya lo toma como parte del folklore y no les hace caso.
Padre: Pero esa chica…
Simón: Esa chica era bonita y en la cama ni te cuento como era…
Padre: Lo de bonita está bien, si te gusta es una cosa, aunque tampoco puede ser el único
criterio de elegir a una mujer, pero no te vas a casar con una mujer porque sea buena en la cama…sino te presento unas prostitutas que….pintarían para buenas esposas…según tu criterio, ¿no?
Simón: No digas tonterias, no por eso…pero como influye a favor, jaja.
Padre: Riete, pero con esa estupidez, de plantar todo a ultimísimo momento, yo ya
había pagado la fiesta y otras cosas que después no me devolvieron el dinero, estuvimos comiendo pechuga cordon blue dos meses y medio mas o menos.
Simón: Si, claro, te van a durar dos meses las pechugas sin echarse a perder…
Padre: Es una forma de decir….además las puedes poner en el congelador….y…unas tres
semanas si comimos….además de los que le regalamos a parte de la familia…
Simón: Bueno papa, deja de llorar por el dinero…
Padre: No, no es llorar, pero tu quieres poner el consultorio, y me parece bien, para eso
invertiste tantos años estudiando, pero todo eso, es otro dineral, y bien podríamos haber usado ese dinero en comprarte el sillón y el torno y no se cuantas otras cosas que necesitabas…
Simón: De todas maneras aún no había terminado la carrera para ese entonces…
Padre: Pero sabías que la ibas a terminar, no te faltaba mucho, y podríamos haber ganado
tiempo y no que hoy tengas que compartir un consultorio con alguien que si quiere mañana te echa a la calle y no tienes donde trabajar.
Simón: Emilio jamás me haría eso, es muy buen amigo…. y bueno, por todo eso que pasó, yo
no puedo sentirme responsable, yo no lo provoqué…
Padre: Yo no digo que tu seas responsable, pero es parte de una realidad que nos tocó vivir y
que no resultó ser una buena experiencia…
Simón: ¿Podemos olvidarnos del tema por hoy y disfrutar esta etapa que espero comenzar hoy
de otra manera?
Padre: Bueno si, perdona, creo que estoy tan nervioso como tu…me voy a tomar algo…(sale
de escena hacia el interior de la casa, Simón se acomoda en el sillón como quien se predispone a relajarse)
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