Practicas Del Lenguaje

Los/as niños/as inician el aprendizaje de la lengua oral en el hogar, en la relación familiar buscan mediante gestos o sonidos breves comunicarse para satisfacer una necesidad. En cambio el ingreso al Jardín de Infantes ofrece a los/as pequeños/as el desafío de tratar de ser comprendidos por quienes son nuevos integrantes de su mundo, necesitan hablar para comunicarse. Es importante que se aproveche cada momento para trabajar la lengua oral partiendo con fines educativos las situaciones espontáneas y las narraciones de la vida cotidiana de los/as niños/as.

Durante la jornada escolar surgen diferentes situaciones que promueven hablar y escuchar, participar, comentar, explicar, discutir, narrar.

Considerar la lengua materna como enriquecedora del proceso comunicativo es defender y trabajar con el multilingüismo como una solución al problema de la desaparición de las numerosas lenguas, ya este problema amenaza la diversidad cultural del mundo.

El rol del docente de Inicial es muy importante ya que debe intervenir activamente para lograr que los pequeños hablen y escuchen, se interesen por los relatos, estimular para que todos participen en el intercambio coloquial y mantener la organización grupal que justifica la necesidad de respetar los turnos de intercambio.

Para que enriquezcan su comunicación oral deben tener oportunidades para poder escuchar y hablar, es el docente el artífice de crear las situaciones comunicativas y tener en cuenta:

• Adecuación: desarrollar en los/as chicos/as la capacidad de reconocer la existencia de variedades lingüísticas y poder elegir, según la situación comunicativa en que se encuentren, una entre otras.

• Eficacia: se relaciona con los resultados logrados al utilizar la palabra hablada. Los/as chicos/as podrán comprobar que según cómo elaboren su texto oral lograrán con él lo que se propusieron o no.

Es importante reconocer como hablantes a todos/as los/as alumnos/as y brindarles oportunidades para que todos/as se apropien de las formas y usos del lenguaje que paulatinamente les irán permitiendo comunicarse de manera cada vez más adecuada y eficaz en cada una de las situaciones en que actúen.

Los niños y las niñas que participan tempranamente en actividades alfabetizadoras, en el Jardín y en la Escuela, adquieren conocimientos sobre la escritura. Estos conocimientos les permiten comprender que la escritura es lenguaje, que se usa para representar ideas y que mantiene estrecha relación con la lengua que se habla. Cuando les leen cuentos, aprenden que la escritura permite inventar y recrear mundos nuevos o diferentes, y que con ello se puede disfrutar.

Si bien al ingresar en el Nivel Inicial y al Nivel Primario, los/as chicos/as tienen distinto grado de conocimiento respecto de la escritura, no hay que perder de vista que la Escuela sigue siendo el principal agente alfabetizador. Enseñar Lengua en el Primer Año debe ofrecer múltiples oportunidades para que todos experimenten con la escritura manteniendo la continuidad de la alfabetización temprana como proceso creativo, placentero, necesario, inteligente y vinculado con la cultura escrita de la sociedad.

Múltiples son las situaciones que invitan a la escritura, la renarración de una experiencia personal, un cuento inventado por todos, una receta, una esquela o invitación para los padres, tarjetas de cumpleaños, la comunicación de una noticia importante para el grupo o rutinas y responsabilidades para el cuidado de plantas o animalitos en el aula.

La necesidad de escribir no se produce solamente a partir de las actividades que se desarrollan en Lengua. El aprendizaje de los distintos campos del conocimiento (Matemática, Ciencias, Tecnología) requiere situaciones de escritura.

Alfabetizar implica trabajar para que los/as alumnos/as lleguen a constituirse en sujetos críticos y creativos, que puedan

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