Precursores de la educación inicial

Precursores de la educación inicial

Teorías educativas en el nivel inicial: Su punto de partida se encuentra en la concepción con que Froebel acompaño a su creación del jardín de infantes en 1840, a ellas se agregaron posteriormente las teorías de otros pedagogos  como María Montessori, las hermanas Aggazi, Decroly, que junto con Froebel vislumbraron la importancia de la educación infantil y a los que podemos considerar como los precursores de las teorías de educación para el nivel inicial.

Hasta bien avanzada la edad moderna, el niño era visto como un ser al margen de toda acción educativa, fuera de la del ámbito familiar, la sociedad pensaba a la infancia como una etapa de la vida con paz de espera, hasta tanto ella misma le otorgara la identidad adulta. Fue a partir de la revolución industrial que gradualmente, que el niño va siendo objeto de reconocimiento como tal, se lo comienza a considerar como un ser en transformación, con características propias que es preciso respetar y cuidar.

La función meramente asistencial  que se les asignó a las instituciones creadas originariamente para guardar  y cuidar a los niños fue cobrando en el transcurso  del devenir histórico un carácter educativo. Las ideas, principios, las propuestas de acción de pedagogos como los que ya mencionamos, también Robert Owen, referentes de la educación infantil, son los que sentaron las bases de la pedagogía y la didáctica propia de la acción educativa correspondiente  s instituciones destinadas al niño en sus primeros años. Froebel creó  los kindergarten 1840, y la concepción en la que lo fundamentó y las que posteriormente desarrollaron los otros pedagogos mencionados orientaron hasta la primera mitad del siglo XX. Ellos orientaron la acción educativa en los jardines de infantes.

Roberto Owen (1771-1858) se distinguió como representante del llamado socialismo utópico, inserto en las ideas políticas filosóficas que afirmaban que el hombre es bueno y solo lo hacen malo las circunstancias sociales, por las que atraviesan en su vida. Fundó instituciones para los hijos de los obreros de sus hilanderías, en escocia. Advierte que la educación desde temprano a través del juego, estudio y trabajo constituye el medio para crear una sociedad fundada en la razón.

La idea de Owen, en principio, decía que los niños debían concurrir desde que comenzaban a caminar hasta los 6 años y su principio pedagógico era aunar la cultura con el trabajo, considerando que esta unión podía llevar a elevar la condición social y económica de aquellos que trabajaban como simples asalariados.

Se han recuperado algunas de sus propuestas, como por ejemplo el uso de los espacios externos al aula, los tiempos en el que los niños deben permanecer en clase, los trabajos en grupo que fomentan el espíritu de colaboración y de solidaridad entre los chicos, igualmente sus ideas acerca de la relación entre la organización escolar  la organización social.

Federico Froebel  intuyó un niño ideal, visto bajo la lupa de su propio idealismo, romanticismo. Lo interesante en Froebel eran que esos fundamentos filosóficos, que sustentan su concepción, se refieren a sus principios y propuestas de acción que han sido y son las que han hecho perdurables su nombre a lo largo de más de un siglo, se pueden mencionar por ejemplo: la necesidad de transmitir o propiciar al niño, que desde sus primeros años  tenga los mayores cuidados, ya que si esto no se hace se dificulta la marcha de su educación, señala también que el desarrollo ocurre por etapas y que es preciso que la educación se adapte a cada una de esas etapas. Froebel hace hincapié en la necesidad de asegurar la libertad y la espontaneidad infantil ya que están en la base de la creatividad, considera la importancia de darle la oportunidad al niño de encontrar por sí mismo en el círculo de sus propios conocimientos, las respuestas a las preguntas que el mismo hace. Le asigna importancia tanto a los lenguajes verbales  como  a los no verbales, en este sentido introduce el dibujo, el modelado, la música, las rondas, enfatiza el valor del trabajo al que considera una facultad original del hombre, por la cual este al producir las obras más diversas manifiesta exteriormente el ser espiritual.

Froebel le otorga una relevancia muy particular al trabajo manual, propone muchas actividades para el desarrollo viso motriz, para las destrezas de lo manual, de la mano, también tiene un lugar privilegiado porque está muy vinculado a su reconocimiento al juego, como una actividad específicamente infantil, en su libro la educación del hombre, expresa que el juego es el mayor grado de desarrollo del niño en esta edad por ser una manifestación libre y espontánea del interior.

El aporte de las hermanas Aggazzi, su concepción educativa la podemos observar en varias obras escritas por una de ellas (rosa), ahí define, conceptualiza acerca del niño acerca de la educación infantil, expresa que la educación debe orientarse del sentido de darle al niño oportunidades para que se pueda manifestar libremente y de una manera espontánea, esto no implica que el adulto deje de ejercer una  vigilancia, un cuidado sobre él, pero siempre dándole esa libertad, dicen ambas hermanas que en la escuela los niños son los dueños de la casa, en la que viven libremente, trabajan y juegan por iniciativa propia.

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