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Protocolo De Investigaciomn


Enviado por   •  21 de Octubre de 2014  •  2.267 Palabras (10 Páginas)  •  247 Visitas

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IDENTIFICACIÓN DE CONSUMO Y FRECUENCIA DE ALIMENTOS Y BEBIDAS DE LOS ALUMNOS DEL PREESCOLAR CARLOS GONZÁLEZ.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:

Los hábitos alimenticios son aquellas conductas alimentarias que se relacionan con la selección de alimentos que se ingieren, las preparaciones culinarias y las cantidades ingeridas de ellos, (Osorio, 2002).

Los hábitos alimenticios y estilos de vida se adquieren en los primeros años de vida y perduran a lo largo de ésta, influyendo de forma notable en la prácticas alimentarias que se siguen en la edad adulta, (Galiano, 2010).

En los seres humanos los modos de alimentarse, preferencias y rechazos hacia determinados alimentos están fuertemente condicionados por el aprendizaje y las experiencias vividas en los primeros 5 años de vida, (Osorio, 2002).

La edad escolar constituye un momento importante para la consolidación de los hábitos alimentarios saludables y la actividad física. Estos hábitos contribuyen a mejorar la sensación de bienestar, a desarrollar con mayor éxito las actividades escolares y a disminuir el riesgo de padecer algunas enfermedades crónico degenerativas en la edad adulta, (Galiano, 2010).

La madre tiene un rol fundamental en la educación y transmisión de pautas alimentarias al hijo, (Osorio, 2002).

MARCO TEÓRICO

El estado de salud de un individuo y de un pueblo tiene sus raíces en los hábitos alimentarios. En ese acto cotidiano, sistemático, social, que constituye el comer, (Benavides, 2008).

La nutrición tiene durante su periodo prenatal y en los primeros años de vida gran importancia por el efecto que ejercen sobre el desarrollo normal del niño. La desnutrición favorece la aparición de infecciones y disminuye la resistencia a casi todas las enfermedades; mientras que, la obesidad contribuye a desencadenar grandes patologías como: la diabetes mellitus tipo II, hipertensión arterial e infarto y entre otras, (Benavides, 2008).

La alimentación es un acto voluntario que incluye todos los procesos de modificación, preparación e ingesta de los productos por lo cual varían según la cultura, los hábitos y el entorno. Al ser voluntaria, es susceptible de variación. La sociedad actual ha experimentado una transformación notable en los hábitos alimenticios como consecuencia del impacto de nuevos estilos de vida, (Sánchez, 2010).

Los padres de familia hoy en día cometen errores muy frecuentes al preparar los alimentos para el colegio, enviando golosinas, gaseosas y alimentos con alto contenido en grasas, los cuales generan malos hábitos alimenticios en los niños, (Sánchez, 2010).

Por el hecho de que cada vez los preescolares están sobrealimentados pero mal nutridos se debe intervenir directamente informando a los padres de familia ya que ellos son los que están a cargo de su alimentación, (Sánchez, 2010).

En México hay 52 millones de personas obesas y ocupa el primer lugar a nivel mundial, lo que representa un grave problema para la salud pública, ya que el sobrepeso puede provocar diversas enfermedades como: diabetes Mellitus, problema cardiovasculares, hipertensión, infartos y artritis, (Ensanut, 2012)

La prevalencia de sobrepeso y obesidad en México para menores de cinco años ha registrado un ligero ascenso a lo largo del tiempo, casi 2 pp de 1988 a 2012 (de 7.8% a 9.7%, respectivamente), y una tercera parte de la población de entre 5 y 11 años de edad en el país presenta exceso de peso corporal, (Ensanut, 2012).

Los cambios en los hábitos alimentarios basados en la sustitución de alimentos de la dieta tradicional por alimentos industrialmente procesados es perjudicial en muchos sentidos: físicamente, ya que provoca daño en la salud emocionalmente, dado a que ante la presencia de enfermedad el ánimo disminuye y, por lo tanto, la persona se deprime o su autoestima se deteriora; ambientalmente, por los altos niveles de basura que se generan y económicamente, ya que los gasto en estos alimentos son altos. La afectación es cultural porque se están sustituyendo alimentos y prácticas ancestrales por alimentos que no nutren al cuerpo, (Bremer y Lustig, 2012).

Se ha observado que toda la población, especialmente los niños, están siendo expuestos a una mayor presencia y acceso de “comida chatarra”. Existe una alta disponibilidad de alimentos densamente energéticos y bebidas azucaradas dentro y en los alrededores de la escuela, hospitales, clínicas, centro de salud, centros de trabajo; poca disponibilidad de frutas y verduras, ausencia de agua potable, (Cabada, 2013).

En las últimas décadas el mundo ha sufrido una transición alimentaria profunda que está teniendo implicaciones severas en la salud. Como consecuencia de la promoción y consumo masivo de alimentos y bebidas con altos contenido de azúcar, grasas y sal, se ha observado un aumento drástico en enfermedades como diabetes, obesidad y cardiovasculares, (Rivera y Cols, 2002).

México se ha convertido en el imperio de diversos alimentos y bebidas industrializadas que han contribuido a la aparición de la mala nutrición y obesidad en el país, (Ludwig y Cols, 2001).

La dieta del mexicano ha dejado de ser una dieta tradicional compuesta de frijol, maíz, arroz, avena, leche, frutas y verduras principalmente, para ser sustituida por productos que dañan la salud, (Ávila-Curiel y Cols, 2008).

México es uno de los países de América Latina con mayores índices de desnutrición (25% en los niños) y sobrepeso u obesidad infantil, esto está provocando graves daños a la salud de los niños y adolescentes ya que están siendo condicionados a ser adultos enfermos con algún tipo de padecimiento como consecuencia de una mala alimentación. Es alarmante el porcentaje de niños con desnutrición crónica que por subalimentación prolongada o pérdidas intermitentes de nutrimentos han sido afectados, quizá de forma irreversible, en su índice de talla para la edad, (ENAL, 1996, ENSANUT, 2006, OMS, 2009).

JUSTIFICACIÒN

MAGNITUD:

La obesidad es un problema emergente, un estudio realizado por Hurtado y Cols., (2002), muestran incrementos de 18.5% a 35.4% en un grupo de escolares.

Las estadísticas encontradas en el estudio (González, 2010) los hábitos alimenticios de 445 niños de preescolar, que están relacionados con la alimentación, las cuales se encuentran en los siguientes datos:

El tipo de alimento que más veces al día se consumió fueron los cereales con un 96,6 % (más de 4 veces) seguido de las frutas cítricas con un 98,4 % (3-4 veces al día). Las grasas vegetales se consumieron en un 96,1% (3-4

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