Psicología. Conducta Aprendida

Conducta Aprendida

Es la conducta producida a nivel de los centros nerviosos de la corteza cerebral.

Los centros de la corteza cerebral reciben estímulos y a través de un proceso de análisis, síntesis y de asociación e integración de los mismos, organizan respuestas motoras llamadas conductas aprendidas.

Estas conductas típicamente humanas tienen las siguientes características:

- Son aprendidas

- Son conscientes en su origen porque para que se aprendan exigen que se les preste atención

- Son conductas inteligentes: parten de un estimulo recibido, pero suponen que el individuo lo percibe, es decir, lo hace consciente y lo comprende y sobre la base de esta comprensión da la respuesta.

- Son conductas flexibles y plásticas: pueden cambiar, se las puede moldear de una situación a otra y varían de un individuo a otro.

Las principales conductas aprendidas son:

- El lenguaje

- Los símbolos.

- El pensamiento racional y creador

- Los fenómenos intelectuales: abstracción, razonamiento…

- Los fenómenos afectivos conscientes: places y dolor…

Capacidad de aprendizaje e índice de cerebración:

Los estudios realizados sobre aprendizaje y cerebro no permiten llegar a conclusiones sobre que centros específicos del cerebro intervienen en el aprendizaje. No obstante, se ha comprobado que además de la corteza participan otros centros, y que los animales que han sido descortezados o que carecen de corteza, poseen limitaciones de aprendizaje y memoria.

Estas limitaciones dependen en parte de un bajo nivel de integraciones nerviosa.

En el aprendizaje motor, por ejemplo, intervienen la corteza motora, los núcleos motores y los nervios motores periféricos.

Toman parte, además, el aspecto motivacional que enlaza los estímulos y respuestas sobre la base de la ro recompensa o castigo y que se halla influido por las regiones del sistema límbico (estructuras del telencefalo de origen cortical y subcortical que rodean al tálamo y al hipotálamo), que intervienen n la emoción y motivación: y el estado de los mecanismos de atención que son controlados por la formación reticular.

Las investigaciones sobre el aprendizaje a través de símbolos han puesto de manifiesto que los chimpancés criados en un hogar, compiten con los niños de la misma edad hasta los tres años en el aspecto de ejecución motora. La diferencia se da en un cuanto a lenguaje: el chimpancé solo emite sonidos de su especie chillidos y gritos, y rara vez imita los sonidos verbales humanos.

Algunos chimpancés han sido entrenados para pronunciar unas pocas palabras ya a aprender el significado de señales.

Ninguna de las investigaciones efectuadas permite, por el momento, llegar a conclusiones determinantes. Sin embargo, parece evidente que la capacidad humana para hablar es una característica acomodada a la comunicación simbólica y que esta capacidad viene determinada genéticamente en los sistemas nerviosos y en los órganos del habla.

Intervención de la corteza en la retención y ejecución de conductas aprendidas:

Se desconoce cómo se retiene en el cerebro las conductas aprendidas. Penfield ha demostrado que la memoria es guardada en la corteza cerebral, al comprobar que la aplicación de estímulos eléctricos, hacia que individuos conscientes recordaran hechos pasados con suma claridad, aun cuando ya los habían olvidado. Incluso el recuerdo del hecho iba acompañado de la emoción que entonces se vivió.

Sus aportes comprueban, también, que la integración de la memoria no depende exclusivamente de los sistemas de asociaciones de la corteza, sino que participan otras conexiones que se establecen en la parte superior del tronco cerebral.

Otra conclusión experimental parece ser que la memoria necesita un tiempo para quedar fijada al sistema nervioso. Gerard comprobó que en 1955 que si se aplicaba un choque eléctrico a animales que hacía unos minutos habían aprendido el comino en un laberinto, perdían el aprendizaje, cosa que no sucedía al aplicarle el choque de cuatro horas después, ya que en este caso retenían lo aprendido.

Conducta humana y disposiciones innatas:

La conducta humana es el resultado de la interacción de la dotación genética (herencia), que recibe el individuo en el momento de la concepción, con los factores ambientales (medio ambientes)

Los factores hereditarios no afectan directamente la conducta, sino a través del equipo estructural del organismo humano: sistema nervioso, glandular, órganos de los sentidos, manos, órganos de la boca.

La presencia de este equipo estructural no es suficiente por sí sola, para el desarrollo de un tiempo de conducta, aunque si una condición necesaria.

La herencia fija algunos límites dentro de los cuales el organismo puede desarrollarse. Sin embargo, las personas normales poseen un equipo estructural tan amplio que su conducta puede variar en forma casi limitada, dependiendo de los factores ambientales presentes en cada situación de la forma como esos factores son percibidos e integrados por los mecanismos psicológicos.

Tolman, teniendo en cuenta estas múltiples influencias, dice que la conducta es función de cinco variables independientes: estímulos ambientales, mecanismos psicológicos, herencia, entrenamiento previo y madurez o edad.

Existe pues, interdependencia entre lo heredado y lo ambiental. Pero conviene aclarar bien que se entiende por heredado e innato, porque entre ambos conceptos hay una diferencia radical.

Heredado en todo lo que depende de las influencias que ya están latentes en lo genes de los padres en el momento de la fecundación puede manifestarse antes o después del nacimiento.

Innato es todo lo que esta presente en el momento del nacimiento, como fruto de la herencia o de la influencia de los factores ambientales durante el embarazo: enfermedades de la madre, hambre, alcoholismo, drogas, traumas.

Por lo tanto, el concepto innato implica lo heredado y lo adquirido antes del nacimiento. Y en este sentido se presta a confusiones y aun mal empleo, porque se le quiere dar un sentido de heredado.

En el presente subtitulo del programa creemos que se da esta confusión

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