QUÉ DEBIERA HACER EL ESTADO?

CAPITULO II

¿QUÉ DEBIERA HACER EL ESTADO?

“Pero esto ya pasó, y todas las cosas pasan:

Las memorias se acaban, las vidas no vuelven, las lenguas se cansan,

Los sucesos nuevos hacen olvidar los pasados”

(Miguel de Cervantes, Cipión y Berganza)

Es conocida la metáfora de Adam Smith , quien mencionó que los individuos al actuar en beneficio propio son llevados como por una mano invisible a promover los intereses de la sociedad . No obstante, hay que introducir una salvedad a la argumentación smithiana. Pues, aunque el mercado ha resultado ser el asignador más adecuado para el estímulo del proceso productivo, no obstante, el cúmulo de los oficios y necesidades sociales rebasa las funciones del mercado. La imposibilidad de alcanzar simultáneamente los objetivos de la eficiencia productiva y cohesión social, por parte del mecanismo del mercado es conocida como “fallas del mercado”. En la presentación de bienes públicos los mercados no responden adecuadamente al estímulo de los precios, y por lo tanto es necesaria la intervención de un ente social general. La interacción Estado-mercado vuelve a presentarse a escena. La falla del mecanismo de los precios dá lugar, también a que ciertos grupos sociales de interés, o grupos de presión, actúen en forma corporativa, asignándose por medio del mecanismo de la negociación del interés político, cuotas de poder y riqueza estatal. Dando lugar a fallos del Estado.

¿Cuáles son los fallos del mercado? ¿Cuáles son las razones para la intervención del Estado? Son preguntas que aparecen cotidianamente en los textos de macroeconomía. No obstante, lo que se buscan siempre son justificaciones para explicar, ya sea al mercado, o ya sea al Estado. La existencia de ineficiencias alrededor de las actividades del mercado suelen presentarse como razones válidas para la participación del Estado en la economía. El asunto consiste en analizar como el sector público podría intervenir para garantizar una más eficiente asignación de los recursos. Lo que acostumbra presentarse como fallas del mercado son más bien resultado natural de su desempeño, en razón de que ninguna actividad humana puede ser perfecta. Por ejemplo, se presentan los casos siguientes:

II.1 CICLOS ECONOMICOS

Los ciclos económicos muestran el impacto que recibe el sector productivo de factores extraeconómicos y coyunturales; que tiene que ver con las guerras internacionales, conflictos étnicos, religiosos y culturales, shocks petroleros, descubrimiento acelerado de tecnologías, cambios rápidos de la oferta y la demanda del mundo, variaciones en las bolsas de valores internacionales, etc. Las políticas económicas, aumento o disminución del gasto público, incremento o cambio en la estructura impositiva, aumento o disminución de la oferta monetaria, controles, barreras comerciales, alteraciones en el tipo de cambio, o cualquier otra medida tienen como finalidad suavizar el ciclo económico.

II.2 PRODUCCION DE BIENES PUBLICOS

La mayoría de los bienes que se compran o se venden en la economía nacional son bienes privados o de mercado . Un bien privado, es un bien al que se le puede aplicar el principio de exclusión, es decir, que su uso y tenencia es de carácter privado. Definimos un bien privado como aquel bien, que al poseerlo podemos aplicarle un principio de propiedad privada, es decir, podemos excluir a los demás de su uso o propiedad. Hay que anotar, que de acuerdo al actual régimen de producción, prácticamente todos los bienes gozan de esta propiedad. Pero, en la economía se producen otro tipo de bienes, los bienes públicos. Los bienes públicos son los productos que es posible proporcionárselos a todos los individuos a un costo que no es mayor que el necesario de proporcionárselo a una sola persona. Los beneficios de estos bienes son indivisibles y no se puede excluir de su uso a ningún individuo. Los bienes públicos son destinados a satisfacer necesidades colectivas cuyo consumo es indivisible, por lo tanto, a nadie se puede excluir de su uso aún cuando no éste dispuesto a pagarlo. Al no poderse vender ni comprar en condiciones de mercado, individualmente, estos bienes solamente pueden ser financiados colectivamente mediante la recaudación de impuestos. Ejemplos de bienes públicos, son los bomberos, la policía, los tribunales de justicia, las señales de tránsito.

Naturalmente la definición de bien publico no puede limitarse únicamente satisfacer las condiciones de mercado. Ciertos bienes como la educación, la electricidad, el agua potable, probablemente se presten a la exclusión y por lo tanto a la valoración mercantil. No obstante, dependiendo de qué sociedad se trate, se considera no excluir, por razones de bienestar nacional y desarrollo integral de la comunidad, a ninguna persona de bienes tan indispensables para la vida humana como la educación, la cultura, la energía y la salud.

Los bienes públicos puros, son aquellos que cumplen con las condiciones de no disminuir ni permitir la exclusión. Es decir, la primera propiedad afirma que el consumo de un bien público por parte de una persona no influye en las cantidades que puedan consumir las demás; la segunda propiedad significa que es imposible o prohibitivo impedir que consuman el bien quienes no lo pagan. Tales bienes son la defensa nacional, las señales de tránsito, las carreteras, los tribunales.

Bienes colectivos, son los que responden a la primera propiedad: No disminuyen con el uso de cualquier persona. Estos bienes pueden ser suministrados bien por el Estado, o bien por el mercado. Los bienes públicos puros son proporcionados generalmente por el Estado, aunque hay empresas privadas que se las ingenian para suministrarlos. Tales como el caso de las ondas de radio y televisión, que alquilan frecuencias nacionales para transmitir mensajes que son la fuente de sus ingresos. Los mensajes que venden las televisoras y la radio son los anuncios comerciales, intercalando películas y noticias como atractivo al público.

Los bienes públicos presentan algunos inconvenientes para su prestación eficiente. Por una parte, se da el problema del free rider, que consiste en que muchas personas prefieren no pagar nada por el bien público pues saben que de cualquier manera la comunidad tendrá que pagarlo; o se consume en mayores cantidades de las necesarias, por ejemplo el desperdicio de agua potable, pensando que su precio es bajo; o también, da lugar al problema de

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