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¿Quien asesinó al Conde Dracula? de Claudio Valerio Gaetani


Enviado por   •  18 de Noviembre de 2015  •  Ensayos  •  3.382 Palabras (14 Páginas)  •  239 Visitas

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¿Quién asesinó al conde drácula?

de Claudio Valerio Gaetani

primera edición Enero 1997

©Copyright 1997 – Claudio Valerio Gaetani

Una producción Claudio Valerio Gaetani & Co..

para el II Diplomado Universitario en Artes Escénicas con Énfasis en Teatro 2015

Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala

con la apoya de La Dirección General de Extensión Universitaria, el Centro Cultural Universitario y el Teatro de Arte Universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala

Texto original de Claudio Valerio Gaetani

Ilustración portada y compaginado: Claudio Valerio Gaetani

Todos los derechos reservados para todos los países.

Consentida la reproducción, parcial o total de la obra para uso personal, previo reconocimiento de la propiedad intelectual de l/los autor/es, que la obra no venga modificada o reproducida con finalidades comerciales.

Licencia Creative Commons:

http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/


Claudio Valerio Gaetani

¿Quién Asesinó al Conde Drácula?

Un monólogo

II Diplomado Universitario en Artes Escénicas con Énfasis en Teatro 2015

Facultad de Humanidades Universidad de San Carlos de Guatemala

Claudio Gaetani & Compañía


PERSONAJES

El Conde Drácula

un Cantinero


Acto Único

(La escena representa la barra de un bar en un angulo del salón. Es tarde en la noche, el cantinero limpia los vasos del bar y pone en orden, no hay casi nadie dentro del bar. Está amaneciendo entre relámpagos y truenos. Entra en escena el Conde Drácula, vestido en forma de skin-head con una capa negra. Va caminando con paso incierto, da muestras de estar algo bebido, se sienta a la barra, pone un billete sobre el mostrador y hace señal al cantinero de darle de beber, el cantinero toma una botella y un shot, se acerca al Conde Drácula golpea la barra con el shot, lo llena de licor, toma el dinero de encima, le da el cambio y regresa sin decir nada a limpiar los vasos)

CONDE DRÁCULA - Hay que ver lo difícil que se está poniendo esto de ser el Conde Drácula en pleno siglo veintidós. Hoy en día, un título nobiliario no significa nada. Al contrario, la gente te mira como a un bicho raro, como una reliquia del pasado, vieja, sucia, empolvada y no como a una cosa viva a la que hay que dar crédito por su enorme transcendencia histórica o por su gran peligrosidad social.

Imagino que sería más útil llamarme "el futbolista Drácula".

El cantinero lo mira de lado, como diciéndole ¿Has dicho algo? Sin gran interés.

(continuando)

Mi título nobiliario despierta en las personas resentimientos históricos en contra de la nobleza. En los prostíbulos ya me han puesto el apodo de Conde de Chola Pelada.

(Entre truenos y relámpagos abre la boca ensangrentada y enseña los enormes colmillos, bebiendo del shot, pone otro billete sobre la barra, el cantinero oye el rumor del shot, se acerca, rellena el shot toma el dinero y regresa a sus tareas)

Hace tres siglos me bastaba con recitar a las damas unos versos delicados y se me ofrecían dulcemente, poniéndome la yugular al alcance de los colmillos.

(mimando cómo se tuviera una bellísima mujer entre los brazos mientras el le chupa la sangre, sale de su trance y con despecho continua...)

Me introducía siempre en la aristocracia y en la clase política, que entonces eran muy cultos y de familias nobiliarias, no como ahora que no se entiende de donde vienen y aún mas hacia dónde quieren ir.

(Recuerda el sabor dulce y particular de las sangres nobles)

¡Qué sangres más espesas, copiosas, llenas y sanas!

¡Qué cantidad de oligoelementos tenían!

El manganeso en la medida justa para evitar la oxidación de las células, cobre, yodo, selenio, molibdeno.... ¡ay, que delicia!

¡Qué días de profundo sueño me esperaban en las tinieblas reparadoras de mi sepultura!

¡Aquellos eran descansos tranquilos, sin ruidos de rock and roll o regeton!

Ahora cualquier petardo puede ser políticamente importante; pero la sangre azul, que es la que me gusta, el toque hemocianina llena de cobre que le da un dejo de crustáceo que ya casi no existe.

Sólo existe la sangre roja, vulgar, llena de hemoglobina, de conservantes, colorantes, anilinas y dioxinas, y a veces, verde como el de las sanguijuelas llena de clorocruorina, hasta la palabra es mucilaginosa, en este modo, me han dejado enfermo para el resto de mis días, sin darme el dulce sueño cómo en los viejos tiempos.

(Levanta su shot, hace un brindis imaginario con el cantinero y lo vacía ávidamente reponiendo el shot ruidosamente sobre el mostrador para indicar que desea otro, el cantinero ignora su gesto, se acerca a él, le rellena el shot toma el dinero y continua con su trabajo como si nada)

Me he tirado y he chupado la sangre a todas las mujeres de la familia de los Medicis y de los Borgia. Por cierto que la sangre de la Lucrecia tenía unas vitaminas y unas proteínas que alimentaba con solo verla.

Además era una maestra en el arte de asesinar y vengarse. Era un verdadero placer escuchar la sabiduría que irradiaban sus amenazas.

Las sangres Belgas de la linea de Sajonia y Coburgo y Gotha con sabores antiguos y delicados aromas, los deliciosos dejos vikingos de la Casa de Oldemburgo en Dinamarca, con sus hembras blancas, cándidas, robustas, de sabor ligeramente amarga con sabor de eneldo y coliflor, de hecho el cándido cuello Elisabeth de Brünswick-Grubenhagen deleitó mis sueños por tanto tiempo, las picantes sangres Borbónas llenas de aromas cítricos, la sangre macédone de los Obrenović con gusto dulce y dejo de cerdo tierno, podría continuar a hablar de sangres nobles, porque si alguien sabe algo sobre sangre, este, ciertamente soy yo...

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