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REDISTRIBUCION DE BIENES Y RRECURSOS A TRAVES DEL COMERCIO


Enviado por   •  13 de Octubre de 2012  •  Informes  •  4.054 Palabras (17 Páginas)  •  446 Visitas

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REDISTRIBUCION DE BIENES Y RRECURSOS A TRAVES DEL COMERCIO

La actividad productiva de una economía de mercado, conformada por los sectores primario y secundario, se encarga de la producción y transformación de bienes para el consumo final e intermedio; sin embargo, se hace cada vez más importante en cualquier sistema económico que se vean bien complementados con el sector terciario, que brinda servicios como comercio transporte y comunicaciones. Se encarga de impulsar a los sectores productivos a la vez que es impulsado por ellos.

El comercio se puede definir como la “prestación del servicio de distribución, canalización y venta de todo tipo de bienes tanto, a nivel nacional como internacional”. La actividad comercial en la economía no puede crecer EFICIENTEMENTE sin un crecimiento paralelo o mayor de la producción de bienes.

La esencia económica del sector servicios en general no es la producción de algo físico sino de intangibles que hacen posible que el aparato productivo siga funcionando. Otra de las funciones importantes del sector terciario es la relación y síntesis de la información de oferta y demanda que ayude a la formación de precios y mantenimiento de un modelo de mercado con información “perfecta”.

En el presente trabajo se tratará de mostrar la evolución de la estructura comercial interna colombiana así como la manera en que se perfila, dejando de lado el sector del comercio exterior que representa un apartado diferente en el estudio de la estructura económica-social del país.

El tema del comercio interno, a diferencia del comercio internacional, ha sido poco estudiado en Colombia y este hecho hace del estudio un ejercicio necesario para la formulación de políticas públicas tanto a nivel nacional como regional. En un estudio, realizado por el Centro de Investigaciones para el Desarrollo se avanzó en una tipología de empresas ubicadas en seis categorías:

1. Comercio tradicional característico: compuesto por empresas en su gran mayoría de tamaño pequeño, representantes de un comercio tradicional con bajos niveles de incorporación tecnológica y con ningún poder de negociación en los mercados. Representa el 62% del comercio en Colombia de un total registrado en Confecámaras para el año 2000 de 219.925 establecimientos.

2. Comercio tradicional en expansión: Aunque participan un buen número de empresas pequeñas, lo característico de este segmento son empresas de tamaño medio. Es un segmento dinámico con tendencias a involucrar rápidamente elementos modernizantes del comercio, como por ejemplo, la venta a crédito y el pago diferido, la cualificación de los acuerdos con proveedores, el cumplimiento, la sistematización de procesos y los cambios en las formas jurídicas de organización. Representa el 32% del comercio en Colombia.

3. Comercio moderno característico: En este segmento ya se ubican empresas de gran formato y se considera el típico sector moderno del comercio debido a sus estrategias de provisión y competencia, en el sentido de las relaciones sobre elementos de calidad y la búsqueda de productos nuevos para los mercados. Representa el 1% del comercio en Colombia.

4. Comercio moderno en expansión: Siendo un segmento con empresas del denominado comercio moderno, la particularidad de las empresas allí ubicadas es que han asumido el reto de la apertura económica como un factor de expansión y ampliación de los mercados. Representa el 2% del comercio en Colombia.

5. Comercio moderno diversificado: Siendo un segmento de empresas modernas típicas, se identifica con estructuras de comercio minorista bajo el formato de comercio de grandes cadenas de almacenes. Este segmento ha sido tradicionalmente dinámico en la historia del comercio en Colombia, desde la introducción de los formatos de comercio de las Cajas de Compensación. Representa el 2% del comercio en Colombia.

6. Comercio moderno integrado: El grupo de empresas del sector comercio que pertenecen a este segmento se caracterizan por la construcción de mecanismos de integración vertical entre eslabones de la cadena producto-consumo. Representa el 1% del comercio en Colombia.

Comercio Informal

“La baja generación de empleo de los otros sectores de la economía ha hecho que en el comercio se desarrolle un amplio sector informal de bajos ingresos y condiciones laborales ilegales”.

Comercio subsidiado

“Comprende a aquellos sistemas de distribución de bienes y servicios de consumo final o intermedio donde el Estado otorga cierto recurso o privilegio especial para que sea transferido al consumidor o usuario en la medida de su necesidad”.

Esta práctica, atenta contra las políticas de libre competencia y puede perjudicar en gran medida a los agentes que estén por fuera de tales sistemas. El Idema, las cajas de compensación familiar, los mercados móviles, etc. Son todas prácticas que reciben beneficios del Estado como exención de impuesto, utilización de espacios públicos, etc. A pesar de estas condiciones estas agrupaciones no han cumplido del todo con sus objetivos. Sus precios de venta son en promedio solo un 5% más bajos que los de mercado, se encuentran casos de dúmping incluso a niveles locales y se dice que favorecen a los grupos con mayor poder de compra.

COMERCIO AL POR MAYOR Y AL POR MENOR

El avance de las grandes superficies

Algunas de las cadenas de vanguardia como es el caso de Carulla, están dirigiendo su expansión no sólo al sector de la gran superficie, lo que le permite cubrir la denominada “Compra fuerte”, sino también la compra diaria de proximidad con autoservicios como 2x3 y Merquefácil que por ahora centra su actividad en la ciudad de Bogotá y con un objetivo de complementar las ventas que no pueden abarcar la gran superficie. La expansión de los supermercados, y en especialmente los denominados grandes supermercados (que tienen cinco o más cajas de salida), permiten la entrada de estos formatos modernos en zonas urbanas y en poblaciones que no alcanzan el tamaño crítico para la implantación de hipermercados. La variable proximidad, junto con las ventajas señaladas de precio, amplitud de oferta, constituyen la ventaja competitiva de estos establecimientos. El desarrollo de empresas y supermercados con una base de expansión urbana, les permite gozar de las economías de escala y poder de mercado, características de las grandes superficies.

Esta evolución ha significado un mayor poder de negociación de los distribuidores frente a los fabricantes, que se expresa entre otras cosas en los denominados productos con marca del distribuidor, en la negociación de los espacios de venta de los productos, condiciones de pago, etc., alterando, y en algunos casos invirtiendo, la relación tradicional de poder del fabricante sobre el distribuidor.

Efectos de los cambios en la empresa minorista

En el sector de la distribución minorista en Colombia, los cambios producidos en los últimos años han afectado profundamente no sólo a la forma de operar el negocio sino a la misma conceptualización de la empresa minorista. La creciente dimensión de las empresas y su experiencia en los ciclos de crecimiento – recesión de los últimos años han hecho que algunas de ellas formulen sus objetivos y estrategias bajo un concepto más amplio de su función en el mercado y obligará a muchas otras a adoptar esta actitud.

El hecho de que una empresa minorista no se vea vinculada en el desarrollo de sus actividades presentes sino que contemple la posibilidad de alternativas tales como las de operar en distintas áreas o zonas comerciales ( dimensión espacial), con distintas líneas y/o surtidos de productos (dimensión producto), dirigiéndose a distintos segmentos de consumidores (dimensión consumidor), supone un nuevo planteamiento de sus grandes objetivos ( beneficios y crecimiento), que le apoyen a un diagnóstico de su situación actual frente a las alternativas que ofrece el mercado.

Otros de los cambios más significativos que se están produciendo en el comercio es la incorporación de una perspectiva comercial frente a una visión preponderantemente de distribución física. Los empresarios minorista se estarían viendo obligados a utilizar todos los instrumentos a su alcance para la captación y mantenimiento de la clientela. Estos instrumentos no son otros que los componentes clásicos de política comercial de cualquier empresa – producto, precios comunicación y distribución. Le empresa minorista ha de integrar todos sus esfuerzos comerciales dentro de una política comercial en la que lo más relevante es comprender que el producto que vende no es un bien físico tangible sino el servicio global que ofrece al consumidor: la oferta de un bien, suministrado por otras empresas, con un valor añadido valorado por los consumidores y que es el producto de su actividad económica. El esfuerzo comercial de la empresa minorista en un entorno competitivo consistirá en el diseño y oferta de un servicio minorista, en una localización conveniente (distribución), con unos precios determinados y transmitiendo al mercado información que facilite y/o incentive su consumo (comunicación).

Replanteamiento de los lugares tradicionales de compra

Si bien es cierto el comercio colombiano está cambiando y se moderniza, estamos aún distantes de acercarnos a las estructuras que se advierten en las latitudes más desarrolladas. Para ilustrar este punto destaquemos dos hechos.

En primer lugar, es notorio el predominio de las tiendas de barrio en la distribución de los alimentos, contrario a las tendencias de países como Francia e Inglaterra, donde el comercio tradicional captura una fracción mínima del mercado. Mientras en Francia la distribución de productos perecederos se efectúa mayoritariamente en formatos modernos – hipermercados, supermercados y tienda especializada -, la figura de la tienda de barrio apenas abastece el 5% de los hogares. El siguiente cuadro ilustra estas relaciones:

La acelerada transformación de la distribución comercial en países “recientemente desarrollados” presenta algunos rasgos distintivos:

Rápida inserción de la economía nacional a las corrientes del comercio mundial.

Un mejoramiento sustancial de la calidad de vida y del ingreso per cápita.

Apertura a la inversión y talento extranjeros en todos los frentes de la economía incluyendo el comercio.

Innovaciones empresariales que estimularon la modernización comercial y auge de las grandes superficies.

Implementación de programas estatales y concientización sobre la necesidad de actualización de los formatos de comercio tradicional.

Aumento en el nivel educativo y cultural de la población y la eliminación definitiva de la explosión demográfica.

No luce inalcanzable para los colombianos acelerar el cambio de sus estructuras comerciales y económicas, acordes con las nuevas exigencias de la globalización e internacionalización: las oportunidades de progreso para los comerciantes colombianos son insospechadas. El cambio tecnológico ya lo estamos viviendo.

Las brechas que nos separan de las modernas estructuras de la distribución comercial de los países desarrollos pueden estar comenzando ya a reducirse.

Según el estudio del Centro de Investigaciones para el Desarrollo, los principales objetivos a perseguir por medio de la política comercial colombiana deben ser:

1. Propiciar un entorno competitivo para las empresas comerciales.

2. Fortalecer la capacidad empresarial en el sector comercio.

3. Incrementar la eficiencia de los sistemas de distribución y comercialización.

4. Fortalecer el papel regulador del Estado y su función como garante de la

competencia, la cultura del consumo con calidad y la defensa del consumidor.

5. Promover el desarrollo regional y sub-sectorial del comercio interno.

Juan Esteban es Estudiante de Economía y Desarrollo en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, Colombia

REDISTRIBUCION DE LOS RECURSOS SOCIOECONOMICOS

El caso ecuatoriano en esto no presenta diferencias mayores respecto a los demás países de la región, por lo que debiera realizarse, en todos los niveles del sistema de división territorial político-administrativo, con la formulación y bajo los mismos criterios que hoy en día se hace para el caso municipal, con el único cambio de que se base en el número de electores, no en el número de habitantes (Por los motivos expuestos en el punto 1.8). Perjudicaría, además, a la población si la distribución se realiza bajo criterios de extensión territorial, pues entonces, un grupo de 100 habitantes recibiría menos recursos económicos -para la construcción de infraestructura básica- que otro grupo de 80 habitantes si éste último grupo se encuentra en una extensión territorial el doble de mayor que el primer grupo.

Adicionalmente, vale destacar que para que el proceso de la distribución de los recursos económicos se de con menos riesgo se debiera adoptar la sugerencia de Aghón (1993) 55 quien dice que la descentralización "requiere como condición previa que el país sea dividido territorialmente en unidades inferiores o menores, cada una con sus correspondientes gobiernos regionales y/o locales y estrechamente relacionadas con la unidad superior o gobierno central.". Luego, añade que "Un sistema fiscal descentralizado presupone la existencia, al menos de dos niveles distintos de competencia política... De modo que la concesión de cierta independencia administrativa a las autoridades locales no se considera generalmente como descentralización fiscal, y puede entenderse más como un proceso de desconcentración.". Esto debido a que será necesario que entre los dos niveles se controlen (Sistema de contrapesos en el régimen democrático).

REDISTRIBUCION DE LA RIQUEZA Y POLITICAS PUBLICAS

POLITICAS PUBLICAS IDEAS FUERZA

1 / Las políticas públicas son el estado en funcionamiento. Son el despliegue, el posicionamiento, la acción, y la puesta en relación del estado con la sociedad y los diferentes grupos sociales.

2 / Cualquier realidad cotidiana, cualquier experiencia social, la vida de todos los días, la biografía de cualquier persona o familia, puede ser analizada desde la perspectiva de las políticas vigentes en una sociedad. Esas políticas atraviesan la realidad de cada uno. Porque las políticas públicas crean, reparten, habilitan, permiten el acceso a posibilidades diferentes a los diferentes actores de una sociedad. Lo mismo se puede decir de la situación y el destino de un barrio, de un pueblo o de una región. O de un país completo. La experiencia de una sociedad, sus posibilidades, sus expectativas de vida, sus maneras de imaginar y acceder a diferentes niveles de calidad de vida o de felicidad, tienen que ver con cómo están atravesadas por las políticas públicas de un país.

3 / Atravesando toda política pública hay una lectura de la realidad, una definición de los conflictos centrales de una sociedad, una propuesta y un proyecto más o menos definidos para abordar esos conflictos y una relación de fuerza entre actores que disputan el sentido -la dirección, el impacto, el significado- de esas políticas. Y sobre todo lo que en ellas se define respecto a distribución de un conjunto de bienes sociales (materiales, simbólicos, organizativos, de capacidad de decisión).

4 / El tipo de políticas públicas de un país está determinado por una multitud de factores a lo largo de todo su proceso de constitución: desde su definición a su última instancia de implementación. O a lo que se argumenta para continuarla o darla por concluida. Las políticas públicas son procesos siempre “porosos” y atravesados por el poder y por las disputas de poder y las relaciones de fuerza en una sociedad.

5 / Constituyen por lo tanto, un conjunto de mecanismos, de instancias concretas, de objetivos y también de lecturas de la realidad sostenidos por el ejercicio del poder simultáneo de diversos actores y grupos dentro y fuera del estado.

6 / Por eso mismo, las políticas públicas de un país pueden aparecer como una serie de planes, programas y proyectos. Pero estos no deben ser vistos como algo estático a lo que hay que apoyar u oponerse, sino como un campo de lucha. Unas instancias donde se constituyen actores e intereses. Son procesos abiertos donde es posible intervenir de maneras múltiples, y donde de hecho se concretan definiciones, decisiones, replanteos y resoluciones de conflictos que impactan directamente en la forma y la experiencia de la sociedad.

7 / Por eso las políticas públicas son una instancia donde se sintetizan, se encuentran y se "mezclan" la democratización y la distribución. La democratización, o sea, la posibilidad de que fuerzas e intereses populares pueden incidir y actuar dando forma y pesando en la definición de las políticas. La distribución, porque la participación de diferentes sectores sociales tendrá que ver necesariamente con los recursos de diferente tipo que las políticas públicas distribuyen -o concentran-, dirigiéndolos a unos u otros sectores sociales con uno u otro sentido.

8 / Las políticas públicas son también un lugar de encuentro y de disputa donde el estado toma posición y se pone en relación respecto a la sociedad. En las políticas públicas se define en gran medida el tipo de relación estado-sociedad (y el tipo de estado y el tipo de sociedad) de un país. Por eso, en torno a las políticas públicas se define el tipo, el impacto, el sentido, los protagonistas y el contenido político de la participación.

9 / En esta etapa de la vida del país, las organizaciones sociales están desafiadas a fortalecer y transformar, justamente, el tipo de participación que sostienen, y las maneras en que ellas mismas pueden expresar conflictos e intereses sociales. Así, definir un tipo de intervención en las relaciones de fuerza que determinan el proyecto de sociedad. Las políticas públicas -las existentes y las instancias que presentan, y las faltantes y las instancias desde las que hay que luchar por ellas- son entonces un escenario central a recorrer, conocer (re-conocer) y fortalecer para asumir el desafío de la distribución de la riqueza en Argentina.

10 / En este sentido, la etapa que vive el país supone una reconsideración profunda del rol e incluso de la identidad de lasorganizaciones sociales que existen. Las mismas son producto de luchas sociales de muchos años, y ellas mismas, interna y externamente, están atravesadas por disputas respecto a lo que pueden ser y hacer. Deben pasar de la reivindicación y la resistencia a la capacidad de propuesta. Y evitar, también, ser ubicadas en el lugar de una "sociedad civil" (idealizada y privatizada en nombre del llamado "tercer sector") y funcionales a un estado al servicio de los intereses concentrados y a una democracia que reproduce la desigualdad.

EL ESTADO

Hoy persisten en nuestra sociedad ideas sobre el estado -sobre el posible vínculo con él, sobre su rol y su función- que fueron instaladas con éxito por el neoliberalismo. Fue una de las victorias más fuertes, perniciosas y eficaces de la dictadura militar y de los sectores "neoliberales" en tiempos de democracia: instalar la idea de que el estado es por definición, una estructura corrupta, deficitaria, innecesaria y ajena a los intereses populares. Junto con ello, en el mismo movimiento, se difundió una mirada del poder y de la política, lo político y los políticos como algo sucio y enfermo, como la fuente de todos los males.

Conclusión impuesta en esos años: "así como lo político es malo y lo público ineficiente, no sólo no hay políticas públicas, sino que no debe haber y además que no se puede esperar nada bueno de ellas".

Paradójicamente y de manera contradictoria, muchas organizaciones sociales de diverso tipo y las llamadas organizaciones "no gubernamentales", por su lógica y sus orígenes, por sus prácticas y sus discursos, tuvieron una especial participación en la reproducción de esta visión.

Son muchas las organizaciones sociales que han tenido una experiencia de un vínculo "traumático" con el estado. Tienen una basta y diversa experiencia con actores estatales, pero generalmente -muchas veces con razón, en un país en que el estado estuvo a merced de intereses opuestos a los de las mayorías- sólo pueden reconocer al estado y a la relación con él como un obstáculo.

Reencontrase con la dimensión política y pública de la realidad, va más allá de reconocer que todo es político (porque en todos lados se juegan relaciones de "poder") y pregonar que es necesario un mayor compromiso de las organizaciones de base, de los pobres y la ciudadanía en general, con el bien común.

Supone volver políticamente -y con la política- allí donde se juega el reconocimiento del estado como garante de los derechos, agente de su concreción y herramienta en la democracia para construir la sociedad. Y, desde la perspectiva de los sectores populares, campo de lucha, instrumento, recurso y canal para plasmar posibilidades de vida y proyectos de felicidad colectivos.

Si bien es cierto que las políticas públicas no son posibles (o son menos políticas y menos públicas) sin la intervención y relación con otros actores sociales, es fundamental rescatar, fortalecer y favorecer el rol y la acción del estado democrático en esta materia. No se trata de pensar unas políticas en donde haya "más estado y menos sociedad", pero tampoco "más sociedad y menos estado", como han argumentado los gurúes neoliberales y han hecho eco muchos actores con mirada comunitarista, muchas veces en nombre de la solidaridad o hasta de la participación democrática.

De lo que se trata es de que políticamente se plasmen oportunidades, y se garanticen pero también se concreten derechos para las mayorías. Y esto sólo se puede hacer con políticas públicas activas y transformadoras. Y éstas sólo pueden efectivizarse con un estado consistente, fuerte y democrático.

Así, el estado con sus instituciones, es el actor, el espacio y el instrumento social que posibilita la escala y los mecanismos, para convertir las necesidades, los derechos y demandas sociales en políticas públicas y en proyectos compartidos.

Es necesario construir una mirada y una acción política y pública para democratizar la sociedad y distribuir la riqueza.

Reconocer las contradicciones y las posibilidades de intervención que se abren en el relacionamiento con el estado y las políticas públicas, supone agudizar la mirada y ver en ellos algo más que un bloque homogéneo e inabarcable.

Plasmar políticas públicas distributivas y democráticas que garanticen derechos supone entonces:

o Repolitizar la mirada y la acción.

o Reubicar y reconstruir la capacidad del estado y del estado democrático mismo.

o Replantear los tipos de relación con las diferentes instancias del estado y con las diferentes políticas.

o Efectivizar capacidades, tipos y procesos de participación y decisión efectivos y políticamente consistentes.

Para esto es necesario

o Tener una mirada dinámica y política del estado.

o Tener una mirada estratégica y compleja de las políticas.o Repensar la participación.

o Construir poder social y fuerza colectiva, actores y propuestas para concretar políticas.

Sobre las cuatro cuestiones es posible y necesario "ver" de una manera que habilite y posibilite actuar, que no paralice y

que optimice las posibilidades de actuar y transformar.

LA PARTICIPACIÓN

La pregunta que se presenta es cómo pensar y generar una participación desde las organizaciones sociales, sectores populares y la ciudadanía en general, que posibilite que estos sujetos sociales sean sujetos políticos. Actores con el poder y la mirada para intervenciones amplias y tensionadas por/hacia un proyecto de país que se plasma y la a vez comienza con políticas públicas consistentes.

Esto supone y requiere la imaginación, la astucia, el ánimo político para dar lugar a un tipo de participación que intervenga en las relaciones de fuerza que definen el proyecto de sociedad.

En este sentido, las políticas públicas son un escenario y un elemento central a recorrer, conocer (y reconocer) y fortalecer para asumir los conflictos que están en el corazón de la cuestión social en Argentina.

Es posible entonces pensar, proyectar y articular la participación en función de las políticas que existen y de las instancias que presentan. También considerar las que faltan para dar las luchas necesarias y lograrlas.

Al vincular la cuestión de la participación -sus sentidos, su orientación, su direccionalidad y, sobre todo, sus consecuencias- a las tomas de posición y acciones que dan carnadura a las políticas públicas, se dibuja otro significado para la palabra "participación": "tomar parte, tomar partido".

Vale sin embargo una advertencia: tener en cuenta que aunque el carácter participativo de las políticas públicas es necesario e indispensable, también es insuficiente. No basta valorar espacios, prácticas y proyectos poniéndoles las etiquetas de "participativos". No hay que olvidar que el neoliberalismo fue y es muy participativo. De hecho, la participación fue la "marca de origen" de las políticas focalizadas.

La simple participación no alcanza. Es necesario preguntarse bajo qué condiciones la participación puede ser el camino para la ampliación y el ejercicio de los derechos y la efectivización de políticas. Bajo qué condiciones la participación implica decisión y transformación. Pensar la participación desde la perspectiva del poder que implica y desde sus consecuencias.

Las organizaciones sociales se ven ante el desafío de sostener procesos de participación a la altura de las circunstancias, en donde el "ser parte" de dinámicas de movilización social y de identidades colectivas pueda articularse con lasinstancias y las estrategias para volver a "formar parte" de un proyecto de desarrollo nacional que no esté divorciado de altos niveles de igualdad social y económica para las mayorías populares. En otras palabras: "tomar parte" en el nuevo escenario.

PROGRAMAS SOCIALES DEL GOBIERNO Y LOS ESTADOS

Los programas sociales del gobierno federal son programas establecidos por diferentes administraciones a lo largo de la historia de los Estados Unidos que protegen a ciertas poblaciones vulnerables, de bajos recursos, o con pocas posibilidades. Estos programas sociales cubren a una gran parte de la población, dando recursos económicos, de servicios y educacionales gratuitos o casi gratuitos subvencionados por el gobierno federal o a veces por gobiernos estatales.

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