Impacto de la COVID-19 en el comercio de bienes y servicios en España

Corporación Universitaria Rémington

Impacto de la COVID-19 en el comercio de bienes y servicios en España

Julián David Giraldo Gómez

Facultad ciencias empresariales

Gerencia de mercados internacional

Wendy Loreidy Cuesta Mena

Medellín - Antioquia

Mayo 2022

IMPACTO DE LA COVID-19 EN EL COMERCIO DE BIENES Y SERVICIOS EN ESPAÑA

No hay duda de que 2020 será recordado como el año del COVID-19. El virus que surgió en China ha infectado hasta ahora a más de 51 millones de personas y ha matado a casi 1,3 millones en todo el mundo. Para evitar la propagación del virus, los gobiernos han impuesto estrictas medidas de distanciamiento social y contención que han tenido un enorme impacto negativo en la actividad económica mundial. El Fondo Monetario Internacional espera que el producto interno bruto (PIB) mundial caiga un 4,4 % en 2020, la mayor caída en 40 años (FMI, 2020).

Las exportaciones e importaciones cayeron un 52,5% y un 37,8%, respectivamente. Si sumamos las exportaciones a las importaciones y los bienes a los servicios, el comercio total de España cae un 28,9%. Fue la mayor caída semestral del comercio español en décadas.

El COVID-19 también ha impactado negativamente en el número de empresas importadoras y exportadoras materias primas (Figura 2) [7]. Durante marzo y abril se registró una disminución en el número de comercializadores, especialmente exportadores. Sin embargo, a partir de mayo, los números se recuperaron rápidamente. En agosto de 2020, el número de empresas exportadoras disminuyó un 6,6%. Mes de 2019. En cambio, el número de importadores ya es mayor que en 2019. Esto sería aún más preocupante si la caída del número de exportadores afectara a los exportadores regulares, que representaron el 95,1% de las exportaciones españolas en 2019. El brote de COVID-19 se produce en el contexto de un comercio mundial débil que ha sido un lastre desde la crisis financiera de 2008-2009. La rápida propagación del COVID-19 y las medidas adoptadas por los gobiernos han tenido graves consecuencias para las principales economías del mundo. Muchas actividades de producción se han interrumpido, primero en Asia, luego en Europa, América del Norte y el resto del mundo, y las fronteras se han cerrado en gran medida. Esto ha llevado a un aumento significativo del desempleo, especialmente en los Estados Unidos, lo que ha llevado a una reducción en la demanda de bienes y servicios. En este escenario, 2020 verá la mayor contracción de productos mundiales desde la Segunda Guerra Mundial.

En este momento, el volumen del comercio mundial de bienes en mayo de 2020 fue un 17,7% inferior al del mismo mes de 2019. La caída en los primeros 5 meses del año fue generalizada, pero afectó especialmente, La contracción económica de China fue menor que el promedio mundial, ya que contuvo el brote y reabrió su economía con relativa rapidez. América Latina y el Caribe es la región en desarrollo más afectada.

En el contexto de un mundo productivo más regionalizado, la integración regional debe jugar un papel clave en las estrategias de salida de la crisis latinoamericana y caribeña. Para avanzar en la integración regional, la infraestructura y la logística deben ser parte del plan de recuperación económica. Además de su participación directa en el PIB y el empleo, son esenciales para la producción de todos los bienes y servicios, el suministro de alimentos y servicios básicos y la competitividad internacional del comercio.

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