RESPUESTA A ALGUNAS OBJECIONES SOBRE EL ESTADO DE LOS MUERTOS.
shim70Síntesis12 de Mayo de 2015
719 Palabras (3 Páginas)171 Visitas
5.4 RESPUESTA A ALGUNAS OBJECIONES SOBRE EL ESTADO DE LOS MUERTOS.
(Estudio de Ampliación).
INTRODUCCIÓN.
Algunos textos, que aparentemente contradicen la doctrina bíblica del estado inconsciente de los muertos, deben leerse teniendo en cuenta el texto original griego, las reglas de interpretación literaria y el contexto en que se encuentran.
1. La promesa de Jesús al ladrón arrepentido (Lc. 23:42, 43).
Jesús no podía haber prometido estar aquel viernes en el Paraíso con el ladrón, por las siguientes razones:
1. Es probable que el ladrón no muriese aquel viernes, pues sólo se lee que le rompieron las piernas, mientras que a Jesús “como le vieron muerto, no le quebraron las piernas” Jn. 19:32, 33.
2. Aquel mismo viernes Jesús no fue al paraíso, sino a la sepultura, donde quedó hasta el día de la resurrección; de hecho, en este día, él mismo dijo a María Magdalena “No me toques, aún no he subido al Padre” Jn. 20:14-18.
3. En el texto original griego, no aparece la conjunción “que” hoti, la cual hubiera sido empleada como en Marcos 14:30 y Lucas 22:61, si es que Jesús realmente hubiese dicho que en aquel mismo día el malhechor estaría con él en el Paraíso.
4. El malhechor pidió: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” Lc. 23:42, y la promesa de Jesús está de acuerdo con lo pedido. En aquel mismo día, “hoy”, le promete que estará con él cuando viniere a buscar a los suyos.
2. La parábola del rico y Lázaro (Lc. 16:19 – 31).
Esta parábola no enseña la supervivencia consciente de los muertos, por las razones siguientes:
1. Cuando alguien muere, el cuerpo queda en la sepultura. Si el alma tuviese existencia independiente del cuerpo, ¿podría tener ojos (v. 23), lengua (v. 24), dedos (v. 24), como se menciona la parábola?
2. Según la concepción corriente, las almas que están en el infierno no pueden hablar con los que se hallan en el cielo, o, como se presenta en la parábola, las que están en el “hades” (tumba) con las que están en el “seno de Abraham”.
3. No se trata de una descripción histórica, sino de una parábola, y las parábolas, así como las fábulas y apologías, son ilustraciones que obedecen a reglas particulares de interpretación. Lo que cuenta no es la exactitud del detalle, sino la enseñanza central que desea presentar aquí. A los “fariseos, que eran avaros”, como se lee poco antes (v. 14), Jesús enseña que en la vida futura habrá un destino diferente de acuerdo con la actitud que cada uno haya tomado en la tierra frente a Dios y a los bienes de este mundo.
4. Que Jesús no supone la posibilidad de vida consciente sin cuerpo después de la muerte se concluye de su referencia a la resurrección como única posibilidad de comunicarse con los vivos: “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare (resucite) de los muertos” (v. 31).
5. Jesús aprovechó la creencia popular de los fariseos para enseñar otra cosa. Pablo hizo lo mismo en Hch. 17:22, 23.
3. No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar (Mt. 10:28).
1. Este texto no sirve para probar la inmortalidad del alma, ya que la segunda parte del versículo dice: “Temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”.
2. “Alma” significa en la Biblia, principalmente “el ser entero”. La enseñanza de Jesús aquí es que los hombres sólo pueden atentar a nuestro cuerpo o vida actual. Pero Dios tiene en sus manos nuestra vida eterna (cuerpo y alma). A pesar de la muerte de nuestro cuerpo, Dios podrá reconstruir la integridad de nuestro ser en la resurrección
...