ROL DE LA MUJER EN LA HISTORIA DEL PERU
Gipaoruz25 de Marzo de 2013
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Dedicatoria
“A DIOS POR LA SALUD Y SABIDURÍA QUE NOS BRINDA PARA VENCER CON MUCHA VALENTÍA LAS ADVERSIDADES DE LA VIDA.”.
“A LOS ESTUDIANTES PORQUE SOMOS EL PRESENTE Y FUTURO DE NUESTRO PAÍS”
“A NUESTROS DOCENTES QUE NOS IMPARTEN SUS CONOCIMIENTOS Y EXPERIENCIAS CADA DIA”
INTRODUCCION
El presente trabajo fue elaborado con la finalidad de dar a conocer como la mujer peruana desde tiempos remotos tiene una participación directa e importante en el poder y la adopción de decisiones, donde veremos que la sociedad, así como les brinda oportunidades, también las restringe o limita. Esta realidad determina maneras de procesar, responder y/o enfrentar las circunstancias del diario vivir. Como el desenvolvimiento en la sociedad es complejo, abarcando los aspectos cultural, político, jurídico, económico y religioso.
Es cierto que la historia por generaciones la han escrito los hombres, por ello en la reconstrucción del pasado ha ejercido el machismo su influencia excluyente, en nuestros libros de historia la referencia a la mujer fue corta y, sin embargo, cuántas y cuán importantes mujeres quedaron olvidadas. Hay que empezar por rendir homenaje a la mujer peruana de las primeras etapas de vida en el Perú, quien al lado de su rol de madre, realizaba los más rudos trabajos al lado del hombre, contribuyendo con él a la creación y avance de la cultura, político, jurídico, económico y religioso.
En este trabajo se tratará de mostrar a grandes rasgos el papel o la función que desempeño la mujer noble en todas las Etapas de la Historia del Perú.
Nuestro trabajo será, entonces, mostrar como la mujer cumplía un papel fundamental dentro del desarrollo del Perú, ya que era su fuerza de trabajo.
La metodología que se empleó para la realización de este trabajo, principalmente, fue la de análisis y confrontación de los textos, los cuales en su mayoría nos informaban lo mismo, sin mayores contradicciones.
RESUMEN
“A lo mejor nada sea tan importante hoy en la economía
política del desarrollo como el hecho que se reconozca en
forma debida la participación y el liderazgo de las mujeres
en el territorio político, económico y social. Se trata de un
aspecto muy importante del “desarrollo como libertad”´.
Desarrollo y libertad. Amartya Sen
ABSTRACT
ROL DE LA MUJER EN LA HISTORIA DEL PERU
1. ÉPOCA PREINCA
Tenemos claros ejemplos de la participación política de la mujer y toma de decisiones de muchas mujeres en las culturas pre-incas y durante el incanato; recordemos a las Tallaponas (Los Tallanes) quienes gobernaban a través de mujeres líderes denominadas Capullanas. Estas reinas causaron admiración y demostraron con su existencia que el dominio del varón no era total sobre las vastas y variadas comarcas del Imperio Inca.
Los cronistas dieron testimonio del primer matriarcado que ellos vieron en la Señora de Achira, como una de las primeras jefes de gobierno entre los matriarcados del norte del Perú, pero no fue la única, también gobernaron las Señoras de Amotape, Paita, Mórrope, Santa, entre otras, las que detentaron el mando de los pueblos.
En la cultura Moche, por ejemplo, el más alto rango del sacerdocio lo ejercía una mujer. Allí está la momia de la gran sacerdotisa de San José de Moro, con toda su parafernalia para probarlo. Pero en la mayor parte de civilizaciones, incluso las teocráticas más antiguas, ha primado el patriarcado.
2. ÉPOCA INKA
La Coya era denominada reina porque, al igual que el inca, descendían del sol, "era ley entre los Incas que el señor que entre todos quedaba por emperador, tomase á su hermana por mujer, la cual tenía por nombre Coya, que su nombre de reina". Debemos aclara que este termino de Reina fue dado por los cronistas españoles, ya que estos escribieron desde su visión occidental, comparándolo su organización con parámetros netamente occidentales. Los incas no usaron este término para referirse a la coya o al inca, respectivamente.
En el caso que el Inca no tuviese una hermana debía recurrir a la panaca principal y tomar la mujer que fuese más prestigiosa dentro de esta, esto se rescata en el escrito del cronista Cieza de León "Y si acaso el que había de ser tenido por señor no tenia hermana carnal, era permitido que casase con la señora más ilustre que hubiese, para que fuese entre todas sus mujeres tenida por la más principal"
Podemos entonces concluir que sin la Coya la dinastía inca se hubiese degenerado, y con esto también el estado hubiese caído, ya que se hubiese perdido el sustento divino, al mezclarse el inca con otra mujer.
3. EPOCA COLONIAL
Existió una mujer de elite, una mestiza, indígena y también esclava. A su vez, dentro de esos grupos se dieron distintos roles y subdivisiones, lo que llevó a la conformación de un todo complejo y no reducible a un solo papel de mujer.
La mujer de la elite: La formación de la elite colonial se dio por linaje (transmisión patrilineal de honores, beneficios, etc.) y por alianzas. Las alianzas matrimoniales respondían a estrategias familiares que afianzaban los vínculos de poder del conjunto familiar. Por medio del matrimonio se asimilaba a otras personas y sus parientes y se fortalecían los patrimonios, porque la novia contribuía con una nueva dote a su nueva familia. Muchos españoles se acomodaron arreglando un buen matrimonio; la dote fue el capital inicial de su desarrollo empresarial. A su vez, la dote también resguardaba el futuro de la mujer (esos bienes estaban a su nombre).
En la mujer recaía la responsabilidad de mantener la honra de la familia, cumpliendo con el ideal ya citado. El matrimonio era el momento clave de su vida y para ello era preparada desde niña. Debía ser dócil, respetar la autoridad del marido y vivir confinada en su casa. Para conseguir éxito en ese modelo, la educación de las niñas era confiada a religiosas, educándolas en un esquema doméstico de sumisión.
El rol público de la mujer era acompañar al marido, realizar actividades de beneficencia e ir a Misa (un verdadero centro social femenino). Al enviudar eran ellas las que tomaban las riendas de los negocios y administración de sus bienes; si lo hacían con éxito, ingresaban al mundo masculino y a las relaciones con las instituciones.
La mujer mestiza: Tuvo un distinto rol que la mujer de elite. El ideal de clausura no fue tan respetado, ya que tuvieron que dedicarse a labores productivas o de servicio fuera de la casa: comercio, trabajo doméstico (sirvientas, blanqueadoras, costureras) y productivo (hilanderas, fabricantes de velas, y cigarreras), también trabajaron en pulperías, lo que les significó tener un mayor contacto con el exterior, con la sociedad.
Si bien el matrimonio constituía un ideal dentro de sus vidas, éste no tenía el grado de complejidad que en los grupos de elite, pues no estaba en juego un gran apellido, ni había un linaje que cuidar. Esto dio mayor cabida al matrimonio por sentimiento.
Mujer indígena: El rol de las indígenas varió según fuera su puesto dentro de su sociedad: fue distinto ser una india de elite que una india normal, sin distinción dentro de la casta.
Después de la llegada de los españoles, fueron ellas las encargadas de transmitir los rasgos tradicionales de la cultura indígena (en las tareas domésticas, el comercio, el vestido, etc.).
Concluyendo, las mujeres en la colonia no ejercieron un poder tangible (político por ejemplo) sino más bien uno fantasma, « por debajo », influyendo en sus maridos y sus decisiones. Hay que olvidar la imagen de una mujer inepta recluida en su hogar: hemos descubierto que hubo más campos de acción en los que ella también participó (el comercio, la administración, transmisión de valores y herencias en las alianzas familiares). Si bien ejercieron actividades importantes en la sociedad, hubo un rol común para todas ellas: ser la base de la familia.
4. EPOCA REPUBLICANA
En la campaña libertadora de San Martín hubo muchas mujeres que colaboraron no sólo salvando vidas de soldados, sino distribuyendo propaganda, como doña Petronila Fernández de Paredes, siendo su casa centro de distribución de cartas, mensajes, informes, proclamas, etc.
Carmen de Noriega, Mariquita Yáñez, María Rivero, Petronila Besoaín, Brígida Silva, Carmen de Vásquez de Acuña, y otras, quienes recibieron la banda de seda como reconocimiento a su patriotismo y participación activa en la campaña libertadora.
En los años 30 y 40 del siglo XIX destacó también Francisca Zubiaga, esposa del presidente Agustín Gamarra, a quien por ser mariscal el marido y ella aguerrida y con mando de tropa, se le conoce como ¿la Mariscala¿. Ella presidió sesiones del Consejo de Ministros y firmó proyectos de ley que remitió al Congreso de la República para que fueran convertidos en ley.
En la segunda década del siglo XX se intensificaron en el Perú movimientos sufragistas. La hija del Héroe de La Breña en la Guerra del Pacífico, Zoila Aurora Cáceres, forjó movimientos de mujeres y desde 1919 inició
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