Reflexión capítulos 1 y 2 de El lugar del pensamiento en la educación

Reflexión capítulos 1 y 2 de El lugar del pensamiento en la educación

Jorge Eliécer Bolívar Acosta

A menudo se suele hablar de pensamiento crítico. En ocasiones incluso se hace para referirse a eventos que parecieran ir en un sentido contrario a lo que el termino implica. En ese sentido, la lectura de los dos primeros capítulos del texto El lugar del pensamiento en la educación de Matthew Lipman, resultan pertinentes para profundizar en la comprensión de los elementos del pensamiento crítico, la forma como está constituido y las implicaciones que tiene en los procesos educativos y en la transformación social. En este autor se evidencia un amplio manejo de conceptos que dan forma a las ideas que él mismo expresa. Por lo tanto, el presente escrito pretende mostrar algunos aspectos de los capítulos Las dimensiones transactivas del pensamiento y Educación del pensamiento crítico. Así mismo, realizar una breve reflexión en torno a los temas expuestos por el autor.

Inicialmente Matthew Lipman propone el pensamiento multidimensional, el cual considera que a través del dialogo filosófico y la comunidad de investigación, cultiva la razonabilidad y promueve la revisión continua del conocimiento y de su aplicación, a partir de las dimensiones crítica, creativa y cuidadosa.

En cuanto al pensamiento crítico, Lipman afirma que no es algo nuevo. De hecho, asegura que “Los esfuerzos para mejorar la calidad y cantidad de pensamiento y de conocimiento son tan antiguos como la historia de la humanidad” (Lipman, 2016, p. 17). Además, considera que el pensamiento crítico es pensamiento aplicado ya que va dirigido a desarrollar un producto. Esto brinda al pensamiento crítico una característica distinta, teniendo en cuenta que comúnmente se suele dudar de la utilidad del pensamiento crítico.

Matthew Lipman asegura que el resultado mínimo del pensamiento crítico es un juicio, y en una mayor instancia es puesto en práctica. El buen juicio en tanto que es una acción, una decisión; está relacionado con aplicar bien el conocimiento. De esta forma, para el autor, los profesionales son quienes aplican el buen juicio en sus prácticas.

Siguiendo en esta línea sobre los juicios, es posible decir que estos se encuentran en relación directa con los criterios, ya que precisamente “el buen juicio es una habilidad, destreza, y el pensamiento crítico es un pensamiento hábil” (Lipman, 2016, p. 21). Como vemos estos están ligados y el pensamiento crítico se define a partir de criterios.

El segundo aspecto que propone Lipman es el creativo. Y poniendo un ejemplo práctico señala que sería ideal si los docentes proponen a sus estudiantes hallar ejemplos de pensamiento creativo en la lectura de una novela. En realidad, la dimensión creativa está íntimamente relacionada con la investigación, esto es precisamente porque lo creativo implica imaginación, descubrimiento, y esto sin duda es un elemento que podría ser aprovechado en la educación filosófica incluso desde la etapa infantil. Por lo tanto, Lipman (2016) sugiere que “Un aula debería ser una comunidad de investigación que facilitara el pensamiento creativo y cuidadoso” (p. 14).

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