Reseña, Lista De Schinler

1942. La lista de Schindler, El holocausto

Millones de personas torturadas y asesinadas. Más de seis millones de judíos exterminados.

1942. La catástrofe que marcaría la historia universal

Un solo hombre.

"¿No me conoce…?"

Una lista.

"Esta lista… es la vida"

Una hazaña inolvidable.

“… Soy Schindler”

Oskar Schindler. La historia de un hombre justo.

La película está basada sobre los acontecimientos de la segunda guerra mundial, específicamente el despliegue de los Nazis sobre Cracovia.

Era alto y rubio, alemán y católico… así era Oskar Schindler, hoy en día, una leyenda viva sobre la bondad y la valentía.

Su historia es bien sabida por muchos, pero también desconocida por otros. Pero lo que debemos tener claro todos que, Oskar Schindler fue un héroe capaz de arriesgar su vida por salvar la de otros. Pero, ¿quién fue realmente Oskar Schindler?

Era de origen alemán, más concretamente de los Sudetes. Hijo de un matrimonio desgastado por las continuas infidelidades de Hans Schindler, y niño con metas altas en el mundo financiero. Desde pequeño, Oskar Schindler se crió con unos vecinos judíos que también tenían hijos de su edad. Fue al colegio con judíos y no era capaz de diferenciar un alemán judío de un alemán a secas. Para él, la raza, la sangre, la tierra, jamás fueron importantes.

Pero sí lo fueron los negocios. Y así lo demostró años más tarde, cuando trabajara como espía en Cracovia. Más tarde, cuando fundara su propia empresa de utensilios gastronómicos para la guerra que se desató en toda Europa. Una empresa que le reportaría todo lo que siempre soñó: dinero, joyas, trajes de lujo, y mujeres, miles de mujeres hermosas.

Él estaba casado con una joven alemana llamada Emilie, pero era un hombre de muchas mujeres y no se avergonzaba de ello. Por su cama y su casa pasaron muchos cuerpos, pero todas fueron tratadas con tanto tacto que siempre volvían hacia él.

Su felicidad era plena, aún a pesar de usar a los judíos para enriquecerse (los empleaba en su fábrica), aún a pesar de codearse con todos los peces gordos de la SS, aún a pesar de saber, de oídas y de vista, la horrible situación de los judíos en todo el mundo. Dentro de su mente, jamás pensó que todo aquello le pudiera afectar, pues él ya era un hombre rico. Había llegado despojado de cualquier esperanza a aquella ciudad, y saldría forrado de billetes.

Qué equivocado estaba. Lo recordarían, sí, pero por algo

...