Responsabilidad De Los Servidores Publicos

Actividad 1. Responsabilidad de los servidores públicos

En primer término tenemos que definir que el servidor público es toda persona que desempeña un empleo, cargo o comisión, de cualquier naturaleza en la Administración Pública Estatal o Municipal.

La Deontología por su parte es un conjunto ordenado de normas que establecen deberes y obligaciones, éticas y morales que surgen en relación con el ejercicio de la actividad profesional de un colectivo, público o no, que regulan su comportamiento, debidamente aprobados por los órganos pertinentes para ello, y que de no cumplirse, conllevan a sanciones que, finalmente revisará la autoridad judicial competente.

El servidor público debe poseer la vocación para el desempeño de su labor, la administración pública, ya sea federal, estatal o municipal, centralizada, desconcentrada o paraestatal, se debe preocupar por establecer los ordenamientos, políticas y orientaciones jurídico administrativas que deben guiar la conducta de quienes tienen bajo su responsabilidad la actividad del estado. En ellos, las relativas al comportamiento ético y prácticas cotidianas que se espera observe cualquier servidor público

La Deontología establece principios básicos de la ética con el uso respectivo de la conciencia moral y el cumplimiento de las normas en los códigos morales. El propio colectivo profesional es quién determina dichas normas y a su vez, se encarga de recogerlas por escrito en los códigos deontológicos, los cuales regulan toda la actividad de los servidores públicos, los que a su vez se nutren, indiscutiblemente, de la Moral y la Ética.

Varios son los ejemplos de códigos de ética o de conducta que se encuentran en los órganos de los poderes ejecutivo y judicial, a efecto de que toda persona que se encuentre adscrita o ingrese como servidor público, conozca y cumpla con las disposiciones emanadas.

Dentro de todos los miles de servidores públicos y funcionarios en México, hay quien se apegue estrictamente a la norma jurídica deontológica, aquellos que respetan profundamente al Derecho Positivo Mexicano, sin embargo son minoría, lo que a ocasionado que se haya degradado su trabajo, razón por la cual encontramos servidores públicos corruptos, groseros, prepotentes y sin ningún rasgo de calidad humana. Las condiciones laborales de un servidor público los han cobijado a una especie de blindaje, del cual se sirven para atacar al mismo ciudadano al que deben brindarle un servicio.

La Deontología al apoyar los diferentes códigos de ética y de conducta de cada profesión en este caso de los servidores públicos, busca mejorar la calidad de los servicios que estos ofrecen donde se enfatiza la necesidad de la integridad moral para que la actuación del servidor público se realice con honradez, rectitud, veracidad y probidad, además de acrecentar su profesionalización y honestidad, así como prevenir y combatir practicas tan desagradables y deshonestas como la corrupción e impunidad que lastiman tanto a la sociedad y los cuales son el distractor mayor de un servidor público para violentar la norma jurídica.

El hecho más obvio de corrupción es el soborno, el que se generaliza en las oficinas públicas, donde los interesados en la realización de trámites urgentes tienen que dar propina o regalos a los responsables de la ejecución de los mismos; este hecho se convierte en cultura muy difícil de erradicar, ya que los mismos usuarios la fomentan.

Es de facto comprobado en Latinoamérica que en los gobiernos corruptos predomina el nepotismo, la malversación de los bienes y servicios del pueblo, sumiendo a los pobres en la indigencia, además de sembrar el descontento social, la desconfianza y el odio, quebrando a las mismas instituciones políticas, como consecuencia de la inestabilidad. (1)

Por ello se debe empezar con cambios, quizás desde una oficina, desde una

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